Buena Espa?a y buena Eurocopa
Tras el petardazo griego de 2004 y la Italia de Materazzi de 2006, hay una epidemia de buen juego
Una Eurocopa brillante ha contagiado a Espa?a, que ha saltado la muralla en un campeonato que jornada a jornada emite se?ales muy positivas. El f¨²tbol se ha vuelto tan ef¨ªmero que en esta edici¨®n ya no queda ning¨²n superviviente de los cuatro semifinalistas del r¨¢cano torneo de 2004 (Grecia, Portugal, Rep¨²blica Checa y Holanda) y del calcio Mundial de 2006 tan s¨®lo resiste Alemania. De la ulcerosa Grecia de Portugal a la exuberante Rusia de Austria-Suiza, la Eurocopa ha dado un estir¨®n considerable y en su cartelera ha habido media docena de partidos magn¨ªficos y otros tantos notables. El antediluviano modelo griego ha sido laminado de tal forma que el campe¨®n vigente ya tiene asegurado el ¨²ltimo puesto, incapaz de sumar siquiera un punto. Francia e Italia han acentuado su decadencia y se han despedido sin dejar poso alguno, v¨ªctimas de su raqu¨ªtica mirada del f¨²tbol, que no siempre canoniza a quienes no sienten la pelota en el ombligo. Los dos finalistas del ¨²ltimo Mundial han mantenido su ideario, pero, sin Zidane, Francia ha sido Toulalan y, sin Totti, Italia, un pelo m¨¢s resistente, ha sido Cassano. Dos equipos rasos.
Frente a Rusia s¨®lo hay un partido. Contra los 'azzurri' era una cuesti¨®n del div¨¢n
No habr¨¢ recuerdos de franceses e italianos, pero s¨ª algunas postales de selecciones m¨¢s pl¨¢sticas, como Portugal y Holanda, que, tras protagonizar algunos encuentros estupendos, se extraviaron ante dos rivales de enjundia. En Alemania, verdugo de Portugal, algo se mueve desde que J¨¹rgen Klinsmann humanizara un f¨²tbol tan robotizado en los 20 a?os precedentes al Mundial 2006. Joachim L?w, sucesor de Klinsmann, mantiene la asignatura y los alemanes, que a¨²n arrastran vicios del pasado, han maquillado algo su musculatura. Alemania se medir¨¢ ma?ana a Turqu¨ªa, la nota singular del torneo, el equipo de las fuertes emociones, an¨¢rquico como pocos, anacr¨®nico en muchos aspectos, pero adorablemente disparatado y con un voluntarismo y una fe encomiables. El f¨²tbol tambi¨¦n necesita suspense y esta impredecible Turqu¨ªa engancha.
Rusia, yugo holand¨¦s, es la noticia m¨¢s impactante de la Eurocopa. Arranc¨® sin vuelo ante Espa?a, pero, lejos de desplomarse para siempre tras aquella goleada -lo habitual en otras generaciones rusas, tan propicias al des¨¢nimo y la dejadez-, el equipo ha remontado con paciencia y descaro ante Grecia, una exhibici¨®n t¨¦cnica y f¨ªsica frente a Suecia y un f¨²tbol sideral contra Holanda. Guus Hiddink, sabio y holand¨¦s, que en el f¨²tbol es casi lo mismo, ha clonado una selecci¨®n con tejidos del fabuloso D¨ªnamo de Kiev de mediados de los ochenta y la escuela oranje: velocidad, talento, juventud y libertad.
Al frente de todos, Arshavin, el 10 del campeonato, la aparici¨®n m¨¢s deslumbrante, que entr¨® en el equipo tras perderse los dos primeros partidos por sanci¨®n. Una pesadilla para el conjunto de Luis Aragon¨¦s, que super¨® los traumas del pasado con una victoria tan merecida como italiana ante una Italia amn¨¦sica que en la resaca utilizaba ayer los penaltis como coartada fatalista. ?Ganar as¨ª no era ser competitivo? Como por una vez se ha quitado el luto, Espa?a deber¨ªa ocuparse exclusivamente del presente. Ya no hay deudas, s¨®lo f¨²tbol. Se gana o se pierde, esta vez o la siguiente, pero sin hipotecas. Frente a Rusia s¨®lo hay un partido. Contra Italia era una cuesti¨®n del div¨¢n.
En pleno ¨¦xtasis espa?ol, hay una epidemia de buen f¨²tbol en esta Eurocopa sin cabezazos ni futbolistas groseros, de pocas expulsiones, muchos goles, grandes emociones, menos reyertas callejeras, adecuada organizaci¨®n y sedes con encanto. El mejor escenario posible para que Espa?a, que preconiza un sentido est¨¦tico del juego, se haya redimido de una vez por todas.
Los jugadores m¨¢s famosos de la selecci¨®n espa?ola (lalistaWIP)
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