Brasil quiere convertirse en destino tur¨ªstico

Brasil. Ese pa¨ªs que suena tan atractivo como ex¨®tico y que, sin embargo, recibe muy, pero que muy pocos visitantes a lo largo del a?o. Visto desde Espa?a, uno de los para¨ªsos tur¨ªsticos por excelencia, resulta muy chocante que a un territorio tan extenso, el quinto Estado m¨¢s grande del mundo, con casi 190 millones de habitantes (frente a los 46 millones de espa?oles), lleguen anualmente cinco millones de turistas extranjeros (frente a los 53 que visitan nuestro pa¨ªs). Claro que, los brasile?os pudientes hacen cada a?o 138 millones de viajes.

El Gobierno de Lula da Silva se ha propuesto convertir a Brasil en un destino tur¨ªstico internacional. Para ello cre¨® en 2003 el Ministerio de Turismo, y buena parte de las inversiones que incluye el reciente Plan de Aceleraci¨®n del Crecimiento (PAC) van a destinarse a construir infraestructuras que den servicio a este sector, como puertos, aeropuertos y carreteras, que tanto necesita.

La falta de vuelos dificulta la llegada de extranjeros y el tr¨¢nsito de locales

La mayor¨ªa de los brasile?os no viaja. El Gobierno desea acostumbrarles

El noreste de la rep¨²blica federal es el m¨¢s beneficiado por el programa de inversiones, por ser el que mayor n¨²mero de kil¨®metros de playas abarca (en concreto 3.167) y tambi¨¦n el menos desarrollado econ¨®micamente y, por tanto, m¨¢s virgen y atractivo con vistas a implantar proyectos tur¨ªsticos en ¨¦l, tal y como se puso de manifiesto en la feria Nordeste Invest, celebrada en Recife (Pernambuco) a finales del pasado mes de mayo. Sus organizadores, los empresarios de la Asociaci¨®n para el Desarrollo Inmobiliario y Tur¨ªstico del Nordeste Brasile?o (ADIT), tratan de atraer extranjeros hacia sus playas, sobre todo portugueses, ingleses y espa?oles, como fueron sus invitados.

Y para que lleguen, el propio Ministerio de Turismo va a invertir unos 1.000 millones de euros en infraestructuras tur¨ªsticas y en la formaci¨®n de la mano de obra que va a trabajar en el negocio, seg¨²n Jos¨¦ Francisco de Salles, director de Estudios de Embratur, sociedad p¨²blica creada para promover el turismo, al estilo de Turespa?a. El objetivo es que en 2010 los visitantes for¨¢neos sean ya 7,7 millones y los viajes de los brasile?os superen los 200 millones.

Pero, para conseguirlo, el gran desaf¨ªo, afirma la presidenta de Embratur, Jeanine Pires, es tener m¨¢s vuelos y diversificar las puertas de entrada a¨¦reas. De hecho, es el mayor handicap al que reconocen enfrentarse cadenas hoteleras como la portuguesa Grupo Pestana, la brit¨¢nica Intercontinental o la espa?ola Iberostar, presentes en las principales ciudades de Brasil y con proyectos en marcha en el noreste del pa¨ªs, el ¨¢rea m¨¢s pr¨®xima a Europa y Estados Unidos, a unas siete u ocho horas de vuelo.

"Faltan vuelos, aunque tambi¨¦n faltan resorts tur¨ªsticos de calidad, algo que grupos hoteleros espa?oles como Iberostar, que ha levantado el primero, o Sol Meli¨¢, que tiene proyectos, van a contribuir a evitar, elevando la oferta y el est¨¢ndar de calidad", se?ala Jorge Chaskelmann, directivo de la promotora Aquiraz Riviera.

Y es que el mercado tur¨ªstico de Brasil empieza a caminar. Igual que el de vivienda vacacional o segunda residencia, desconocido hasta hace dos a?os, seg¨²n ADIT, para unos habitantes locales a los que les cuesta pagar la casa en la que viven. Un producto al que los extranjeros comienzan a mirar. No en vano, en 2007 realizaron inversiones por valor de 650 millones de d¨®lares (414 millones de euros), de los cuales los espa?oles (segundo pa¨ªs en compras, tras Estados Unidos) se dejaron 82 millones.

Aunque ahora, con la crisis inmobiliaria internacional encima, las ventas ya no se ven tan claras, reconoce Diogo S. Canteras, socio de la consultora HVS, que ha realizado un estudio del que se desprende que en los nueve Estados que conforman el noreste brasile?o se est¨¢n desarrollando 48 proyectos tur¨ªstico-inmobiliarios que pondr¨¢n 7.000 casas de vacaciones a la venta y 5.000 habitaciones de hotel, el 25% de ellos desarrollados por empresas espa?olas. Una oferta que, si antes se pensaba que iba a absorber el mercado internacional, hoy se cree que la acaparar¨¢ el brasile?o, que gana poder adquisitivo a marchas forzadas. Y lo har¨¢ en los pr¨®ximos siete a?os.

Al final, ser¨¢n los brasile?os los que empujen su incipiente mercado tur¨ªstico. Por lo menos as¨ª el Gobierno de Lula lograr¨¢ uno de los objetivos de su pol¨ªtica tur¨ªstica: "Tenemos que conseguir que los brasile?os conozcan su pa¨ªs m¨¢s a¨²n", se?ala Pires, porque actualmente menos del 30% de ellos est¨¢n acostumbrados a viajar.

Con todos estos d¨¦ficit y la multitud de proyectos tur¨ªsticos que est¨¢n en marcha, "puede que en 15 a?os, Brasil logre convertirse en un destino tur¨ªstico", concluye Jos¨¦ Roquette, responsable de Desarrollo Internacional de Grupo Pestana. -