La empresa busca alumnos perennes
El Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior, que persigue la formaci¨®n continua, y la globalizaci¨®n aceleran la implantaci¨®n de universidades corporativas
Estudiante perennes. As¨ª nos quiere este siglo XXI, que obliga a no descuidarse y actualizar conocimientos constantemente. Un entorno de innovaci¨®n sin tregua en todos los terrenos -desde el tecnol¨®gico al financiero, desde el psicol¨®gico al social- empuja a que empleados, directivos y profesionales de todos los sectores se vean forzados a ser tambi¨¦n alumnos permanentes a lo largo de su vida laboral.
Las universidades tradicionales miran con recelo a las de las compa?¨ªas
Planes acad¨¦micos y salidas profesionales han de imbricarse
La responsabilidad de la formaci¨®n recae sobre el empleador
Santander, BBVA, Ferrovial o Uni¨®n Fenosa tienen centros corporativos
Este contexto, en el que se suceden las novedades a velocidad de v¨¦rtigo, ha sido el caldo de cultivo ideal para que, sobre todo desde mediados de los a?os noventa del pasado siglo, nacieran y crecieran numerosas universidades corporativas, una denominaci¨®n pol¨¦mica que a¨²n despierta los recelos de las universidades tradicionales. Algo sin embargo est¨¢ cambiando tambi¨¦n en este terreno. El actual proceso de Bolonia, mediante el cual se crea el Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior (EEES), apuesta decididamente por la formaci¨®n continua de los empleados, as¨ª como por una mayor imbricaci¨®n entre la universidad y la empresa, es decir, entre los programas acad¨¦micos y las salidas profesionales. Esta circunstancia ha sembrado la duda entre las universidades tradicionales, p¨²blicas y privadas, que empiezan a plantearse si lo que hasta ahora era visto como una competencia, las universidades o escuelas internas de empresa, deber¨ªa convertirse en un aliado.
La mejor prueba de este giro incipiente es el ins¨®lito encuentro que organiz¨® el mes pasado la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades P¨²blicas de la Comunidad de Madrid. En la Complutense se juntaron representantes de dichas universidades con responsables de algunos de los principales centros acad¨¦micos de empresa de Espa?a. El objetivo no era otro que empezar a tantear el terreno en aras de una futura cooperaci¨®n.
El concepto de universidad corporativa surgi¨® y se extendi¨® hace varias d¨¦cadas en el seno de grandes multinacionales norteamericanas, entre ellas General Motors, Disney, McDonalds y Oracle, y lleg¨® a Espa?a en 2000 de la mano de Uni¨®n Fenosa. La UCUF (Universidad Corporativa Uni¨®n Fenosa) es una referencia en este campo, tanto en Espa?a como m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras. De hecho, uno de los rasgos de estas escuelas internas es que crecen a medida que las compa?¨ªas se internacionalizan. La necesidad de dar a conocer y fomentar una cultura unificada en el seno de las plantillas repartidas entre diferentes pa¨ªses mueve en gran parte su crecimiento. La globalizaci¨®n empuja a la formaci¨®n.
La UCUF cuenta con un campus ubicado en unas antiguas instalaciones el¨¦ctricas en Puente Nuevo (?vila), a una hora larga de Madrid. Por ¨¦l pasan cada a?o 1.500 directivos y profesionales de la compa?¨ªa y no se aprecian diferencias respecto a un campus universitario tradicional.
Para Jos¨¦ ?ngel Fern¨¢ndez Izard, su director, "no hay competencia entre universidades tradicionales y corporativas; todo lo contrario: las primeras se encargan de la educaci¨®n hasta los 25 a?os y a partir de ah¨ª nosotros tomamos el relevo y nos ocupamos de proporcionar una formaci¨®n continua en los 40 a?os de vida profesional de nuestros empleados, perfeccionando sus habilidades y reteniendo talento". En otras palabras, "desde el momento en que concluyen sus carreras, la responsabilidad en la formaci¨®n de los antiguos estudiantes recae sobre el empleador". Los directivos, guardianes de la experiencia de la firma, son aqu¨ª los profesores. La media de la empresa el¨¦ctrica en 2007 fue de 53 horas anuales de formaci¨®n por persona, con una inversi¨®n de 22 millones de euros. El 90% de los 12.500 integrantes de su plantilla recibe cada a?o alg¨²n tipo de adiestramiento.
"Fue valiente que se organizara el encuentro de la Complutense, una iniciativa absolutamente innovadora", observa Fern¨¢ndez Izard, quien reconoce que la mayor objeci¨®n que les presentaron fue el uso del t¨¦rmino "universidad", que las de toda la vida consideran ajeno al mundo empresarial. "Para que puedan llamarse universidades, las escuelas de formaci¨®n de empleados de las empresas espa?olas deber¨ªan estar abiertas a la sociedad, permitir que entraran personas ajenas a la firma, como hacen en el extranjero universidades corporativas de gran prestigio de sectores como el petr¨®leo, el agua y la tecnolog¨ªa, centros que cuentan con titulaciones propias", explica Jos¨¦ Mar¨ªa Flux¨¤, presidente de la Confederaci¨®n de Consejos Sociales de las Universidades P¨²blicas de Espa?a.
Sin embargo, Carlos Mayor Oreja, presidente de la Confederaci¨®n madrile?a y organizador del evento en la Complutense, opina: "no deber¨ªamos mirarnos tanto al ombligo. Tendr¨ªamos que generar y potenciar desde las universidades aquello que necesitan las empresas para la formaci¨®n de sus empleados". En su opini¨®n, el futuro "debe ser el de la cooperaci¨®n, algo indispensable, porque no conviene olvidar que el proceso de Bolonia es la respuesta a una crisis, la de la universidad". Para salir de ella, reclama "m¨¢s competitividad y excelencia, de modo que, si una universidad corporativa necesita profesores para determinados cursos, seamos capaces de proporcionarlos desde las universidades p¨²blicas o privadas".
Pero la controversia terminol¨®gica sin duda persistir¨¢. Aunque no todas las firmas han adoptado la misma denominaci¨®n. Por citar un ejemplo, ah¨ª est¨¢ la Escuela de Negocios BBVA, que abri¨® en 2002 y que, siendo similar al resto, no se califica a s¨ª misma como universidad. En 2008, el banco impartir¨¢ 42,6 horas de formaci¨®n por empleado (40,7 en 2007). Unos 2,5 millones de horas (el 64% del total) est¨¢n dirigidas a reforzar la relaci¨®n con el cliente. La inversi¨®n global en formaci¨®n para el presente ejercicio es de 45 millones de euros.
Luis S¨¢nchez Navarrete, director de Desarrollo y Pol¨ªticas Corporativas de BBVA, piensa que, con vistas al futuro, a medida que se extiendan los campus virtuales en Internet, crecer¨¢n las posibilidades de colaboraci¨®n con las universidades de toda la vida, algo que ya ocurre en su caso con el programa que desarrolla junto al Tech de Monterrey, uno de los centros acad¨¦micos m¨¢s prestigiosos del mundo. La plataforma virtual Conoce canaliza ya el 25% de las acciones formativas de la entidad.
El banco tiene su principal centro de formaci¨®n en Aranjuez, en el edificio Pr¨ªncipe de la Paz, donde se imparten cursos de gesti¨®n y administraci¨®n de empresas para directivos, directores corporativos y predirectivos. Adem¨¢s, cuenta con una escuela de idiomas en el palacio de la Serna, ubicado en Ballesteros de Calatrava, en plena Mancha, y una subsede para ense?anzas en finanzas y tecnolog¨ªas en Alcobendas (Madrid).
Los entornos cercanos a las grandes ciudades, a ser posible en espacios poco ruidosos que invitan a la concentraci¨®n, son los lugares preferidos para la ubicaci¨®n de las universidades corporativas. Tambi¨¦n ocurre as¨ª con el campus de Belloch que Telef¨®nica abrir¨¢ pr¨®ximamente en La Roca del Vall¨¨s (Barcelona) y con el centro de formaci¨®n del Banco Santander, denominado El Solaruco y situado en su ciudad financiera de Boadilla del Monte, en las afueras de Madrid. En 2007 participaron en sus cursos 24.781 personas, casi 7.000 m¨¢s que en 2006. Un total de 5,5 millones de horas en formaci¨®n anuales (42 por empleado) llegan hasta el 92,6% de la plantilla. El presupuesto del Santander en este apartado es de 75 millones de euros al a?o.
En el grupo de las pioneras en Espa?a se encuentra asimismo la universidad corporativa de Asepeyo. Funciona desde 2004 y por ella pasaron el pasado a?o 3.092 empleados, sobre una plantilla de unos 4.000, que recibieron 77.000 horas de ense?anza. En lo que va de 2008, son ya 3.011 los participantes. Asepeyo, cuenta Ricard Alfaro, director de su universidad y responsable a su vez del departamento de Recursos Humanos, distribuye su formaci¨®n de empleados en seis escuelas: corporativa; sanitaria; administraci¨®n de negocio; seguridad e higiene; marketing y servicios, y desarrollo directivo.
"Bolonia lo est¨¢ cambiando todo", sostiene Alfaro, apoy¨¢ndose en un ejemplo propio: el programa de cooperaci¨®n que han establecido con la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, que forma a profesionales de la enfermer¨ªa, que obtienen cr¨¦ditos homologables para las nuevas titulaciones propiciadas por el Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior. "Es el futuro", a?ade este directivo, para quien "las universidades tradicionales est¨¢n evolucionando; antes ¨¦ramos nosotros los que ten¨ªamos que llamarlas continuamente, ahora la relaci¨®n es de igual a igual, ya que se han dado cuenta de que complementamos la formaci¨®n que ellas han impartido".
Otro caso de colaboraci¨®n entre ambos ¨¢mbitos hasta hace poco ajenos es el de Everis, multinacional espa?ola dedicada a la consultor¨ªa y desarrollo tecnol¨®gico, una de las ¨²ltimas en incorporarse al club de las universidades de empresa. La suya naci¨® en 2007 y lo hizo de la mano de una universidad privada, La Salle. A trav¨¦s de esta entente los empleados de Everis pueden acceder a titulaciones acad¨¦micas de grado y posgrado impartidas por dicho centro acad¨¦mico. Como explica Eva Ferrer, responsable de Formaci¨®n de la firma, existen tres niveles de titulaci¨®n en sistemas de informaci¨®n: especialista, experto y posgrado.
En su opini¨®n, este modelo de simbiosis "es un paso natural que permite un mayor desarrollo profesional a quienes ya est¨¢n inmersos en el mundo laboral". Para parte de sus empleados es una forma de acceder a una titulaci¨®n universitaria, ya que pueden apuntarse a los cursos quienes no tengan t¨ªtulo previo, siempre y cuando acrediten una experiencia laboral m¨ªnima de tres a?os en el sector. Las clases se desarrollan en el campus de La Salle en Aravaca (Madrid). Entre abril de 2007 y marzo de 2008 Everis imparti¨® 120.000 horas de formaci¨®n, para lo que cuenta con ocho profesionales en plantilla.
Otra de las reci¨¦n llegadas es la Universidad Ferrovial Summa. Naci¨® en febrero de 2007 y va a pasar de impartir 37.000 horas el a?o pasado a las 70.000 previstas para 2008. Su sede se encuentra en San Lorenzo de El Escorial, a una hora escasa en coche de Madrid, y tiene 6 millones de euros de presupuesto anual. La expansi¨®n internacional vivida por Ferrovial en los ¨²ltimos a?os es una de las razones principales que impulsaron su creaci¨®n. "Surgen negocios nuevos que requieren programas de reciclaje y mantener una formaci¨®n permanente", esgrime Mar¨ªa Dionis, directora de la universidad.
La compa?¨ªa coopera con la Escuela de Ingenieros de la Polit¨¦cnica de Madrid en cursos de formaci¨®n t¨¦cnica para sus empleados y, seg¨²n Dionis, "siempre y cuando los profesores que vengan del mundo acad¨¦mico a nuestras aulas est¨¦n al d¨ªa y comprendan lo que hacemos, algo que no parece darse cuando o¨ªmos que cuestionan la denominaci¨®n de universidad corporativa", la universidad de Ferrovial est¨¢ abierta a ampliar esta colaboraci¨®n. En este sentido, Mayor Oreja receta al mundo acad¨¦mico: "Que cada universidad tenga profesores e investigadores de primera l¨ªnea, que compitan entre s¨ª en excelencia para ser reclamados por las empresas cuando organizan programas concretos de formaci¨®n para sus empleados".
Las escuelas de formaci¨®n no siempre han de tener un elitista rango universitario. El Corte Ingl¨¦s es un caso potente en ese ¨¢mbito educativo menos cualificado pero tan importante, ya que cuenta con una academia formativa, similar a una escuela de oficios, en Madrid. En 2007 organiz¨® 9.600 cursos presenciales en todas sus actuaciones formativas, por las que pasaron 112.000 alumnos (algunos repitieron en m¨¢s de uno, ya que la plantilla del grupo es de 109.000 personas). Seg¨²n la empresa, en total se dieron m¨¢s de dos millones de horas presenciales de ense?anza, a lo que hay que a?adir m¨¢s de 167.000 horas en sus cursos online. -
Nuevo campus de Telef¨®nica en Barcelona
Un hito en la implantaci¨®n de las universidades corporativas en Espa?a se producir¨¢ a final de este a?o, cuando inicie su actividad la Universitas Telef¨®nica en su campus de Belloch, en La Roca del Vall¨¨s, a unos 30 kil¨®metros de Barcelona. Diez hect¨¢reas de terreno, con 18.000 metros cuadrados edificados y 44.000 de ¨¢reas exteriores y deportivas, har¨¢n de este centro un lugar por el que cada a?o pasen 6.000 directivos y ejecutivos de alto potencial de la firma, procedentes de los 25 pa¨ªses en los que est¨¢ implantada, con una plantilla de 248.000 personas.
De forma provisional, Universitas Telef¨®nica viene funcionando en un hotel de la capital catalana. En 2007 unos 1.100 directivos y profesionales dieron clase en ella y este a?o lo har¨¢n en torno a 1.700. Seg¨²n fuentes de la empresa, la construcci¨®n de este centro educativo "responde a tres objetivos: el desarrollo de la cultura corporativa, la difusi¨®n de la estrategia del negocio y la consolidaci¨®n del estilo de liderazgo de Telef¨®nica".
"El mercado exige actuaciones cada vez m¨¢s globales y, para responder a esta exigencia, es necesario integrar culturas de negocio y maneras de trabajar", a?aden. "Fomentar el intercambio de las pr¨¢cticas internas y externas existentes en los mercados en los que opera la compa?¨ªa" es otro de los fines del campus, que contar¨¢ con una prolongaci¨®n en Internet para que los participantes prosigan y ampl¨ªen el trabajo en equipo llevado a cabo en los cursos presenciales. El gasto medio anual de la universidad ser¨¢ de unos 30 millones de euros cuando est¨¦ a pleno rendimiento. -
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