'Calle Mayor' y mucho m¨¢s
Bardem rod¨® all¨ª su c¨¦lebre pel¨ªcula. Una catedral con sorpresas y gambas con gabardina a 50 c¨¦ntimos la pieza. Un d¨ªa intenso en Palencia, con visita al unamuniano Cristo de las Claras
La poetisa Gloria Fuertes se pas¨® quiz¨¢ de lac¨®nica cuando escribi¨®: "Palencia... una calle larga. / A un lado, la catedral, / y debajo hay otra iglesia / que dicen del siglo tal". Esta ciudad que roza los 80.000 habitantes es bastante m¨¢s que su calle Mayor y su catedral. Palencia es el r¨ªo Carri¨®n y sus puentes, las gambas con gabardina, Jer¨®nimo Arroyo, el modernismo. Y siempre, como un faro en tierra de campos, el Cristo del Otero, y el de las Claras, al que dicen que le crecen las u?as y el pelo.
10.00 Cristo del Otero
Se alza 20 metros sobre un cerro a las afueras de la ciudad. Impone y fascina, pero no lo conoce mucha gente. Comenzamos la visita por el Cristo del Otero
(1), el segundo m¨¢s alto del mundo tras el de R¨ªo de Janeiro. El proyecto original del escultor palentino Victorio Macho iba a quedar recubierto de plata, pero la iglesia no consigui¨® m¨¢s que 100.000 pesetas entre los fieles, y Jes¨²s se qued¨® con el hormig¨®n al aire en 1931. A sus pies se encuentra la ermita de Santo Toribio, hasta donde suben los palentinos en romer¨ªa a mediados de abril. Aqu¨ª est¨¢ enterrado Macho, al que se le ha dedicado un peque?o museo. Fuera corre la brisa de la ma?ana, se ven campos reci¨¦n segados, el brillo en los secarrales. Nos ponemos en marcha antes de que apriete el calor.
11.30 La catedral
Aqu¨ª abajo hace fr¨ªo, en las tripas de la catedral. Huele a piedra y a la humedad que rezuma desde el r¨ªo Carri¨®n hasta el pozo del que beben los palentinos el d¨ªa de San Antol¨ªn (2 de septiembre). El gu¨ªa cuenta que fue un rey visigodo el que mand¨® edificar esta cripta del siglo VII. Corr¨ªa el navarro detr¨¢s de un jabal¨ª astuto: el animal se guareci¨® en la cueva donde se encontraban los restos de san Antol¨ªn. Se le paraliz¨® la mano al rey, no pudo matarlo y acab¨® construyendo el templo subterr¨¢neo. Se accede bajando unos pelda?os desde la nave central de la catedral
(2), de estilo g¨®tico. La llaman "la bella desconocida", porque apenas se sabe de sus tesoros: hay un san Sebasti¨¢n de El Greco, un berruguete, un zurbar¨¢n y un retrato de Carlos V al que hay que mirar a trav¨¦s de un agujero para recomponer la cara deforme. Surrealismo del siglo XVII. Jer¨®nimo Arroyo, el gran arquitecto de Palencia, reform¨® la fachada en el siglo XX y a?adi¨® entre las g¨¢rgolas a un amigo suyo fot¨®grafo. All¨ª aparece el tipo, junto a las figuras diab¨®licas, con su c¨¢mara.
12.30 Un paseo por el Carri¨®n
Desde la catedral, bajamos hacia la ribera y nos encontramos un puente romano, Puentecillas (3). Es estrecho, y su construcci¨®n original, hoy remozada, data del siglo I antes de Cristo. En las tardes ociosas, los palentinos se re¨²nen aqu¨ª para agarrar cangrejos del Carri¨®n con reteles mientras descascarillan pipas. Cruzando el puente se llega al Sotillo de los Can¨®nigos, un paseo a la sombra por donde los religiosos iban a caminar sus ideas hace a?os. Hoy es lo m¨¢s parecido a una playa que existe en la ciudad. Desde Puentecillas se puede remontar el Carri¨®n cruzando bajo el puente Mayor (4) (siglo XVI) hasta llegar al puente de Hierro (5) (principios del XX), y volvemos a adentrarnos en la ciudad.
13.30 Rom¨¢nico palentino
Un aperitivo en alguna de las terrazas del parque del Sal¨®n (Moravia y El Chaval de Lorenzo) nos repone para seguir hasta la Huerta de Guadi¨¢n
(6), donde se encuentra la iglesia de San Juan Bautista, de una sola nave, ejemplo del rom¨¢nico que salpica toda la provincia. Fue tra¨ªda piedra a piedra desde Villanueva del R¨ªo, localidad anegada por el pantano de Aguilar de Campoo en los sesenta. El interior de la iglesia se ha convertido en un museo breve del rom¨¢nico palentino, del que quedan 226 testimonios en la provincia.
15.00 Las tortillas de Cirina
Por el restaurante asador La Encina
(7) (calle de Casa?¨¦, 2. 979 71 09 36) hay que dejarse caer s¨ª o s¨ª. No queda lejos de la Huerta de Guadi¨¢n, y sus especialidades son los pinchos de lechazo al horno de le?a y la tortilla de patatas de Cirina, la due?a. Las hace por encargo en el momento, de esas que babean por dentro. Cirina ha ganado dos veces el premio nacional Lo Mejor de la Gastronom¨ªa a la mejor tortilla, con Ferran Adri¨¤ de jurado. Una buena comida sale por unos cuarenta euros. El picoteo es algo m¨¢s barato.
17.00 Cuesti¨®n de pavimento
La calle Mayor (8) es lugar de encuentro, de paseo y de tiendas. La mitolog¨ªa palentina cuenta que el alcalde de la ciudad, el socialista Heliodoro Gallego, que ha gobernado 13 de los ¨²ltimos 18 a?os, perdi¨® sus ¨²nicas elecciones despu¨¦s de cambiar el pavimento de la v¨ªa por adoquines. Los ancianos se tropezaban y al a?o siguiente no sali¨® reelegido (hoy vuelve a gobernar, con pavimento liso). Otra curiosidad: en esta calle detuvo la maquinaria franquista a Juan Antonio Bardem en 1955, mientras rodaba su pel¨ªcula Calle Mayor. La calle es un paseo de soportales con 199 columnas y est¨¢ flanqueada por edificios de principios del siglo XX. Dos de las fachadas m¨¢s elegantes son obra de Jer¨®nimo Arroyo: los Estudios Arroyo y Gallego y el colegio de Villandrando, modernistas. Al arquitecto le han erigido una escultura junto a la plaza Mayor.
Dejando atr¨¢s la plaza Mayor hay que callejear hasta el convento de las Claras (9), del siglo XV. En una de las capillas hay un Cristo yacente y lleno de heridas, con rostro de dolor, y envuelto en una iluminaci¨®n tenebrosa. Miguel de Unamuno le dedic¨® uno de sus m¨¢s grandes poemas: "La piedad popular ve que las u?as / y el cabello le medran".
20.30 Los rebozados
Para llenar el vientre, en Palencia se piden rebozados: en Alaska
(10) (Mayor, 24), la especialidad son las gambas con gabardina, a 50 c¨¦ntimos la pieza. El local es impresionante (del arquitecto... ?Arroyo!) y fue inaugurado el 17 de julio de 1936. La familia juega desde entonces al 17736 en la loter¨ªa. En el bar Perico (11) (Col¨®n, 10), el rebozado especialidad son los huevos encapotados. Y en Casa Dami¨¢n
(12) (Ignacio Mart¨ªnez de Azcoitia, 9) inventaron hace generaciones la menestra palentina, que es como la normal, pero rebozada. Cuesta 12,50 euros la raci¨®n.
23.00 Juerga en 'La Zona'
La juerga se concentra en
La Zona
(13), en el barrio de La Puebla. El Aut¨¦ntico ofrece rock, futbol¨ªn y copas a 4,50 euros. El Universonoro, decoraci¨®n de El principito. Los locales de La Zona abren hasta las 4.30. Para un ambiente m¨¢s selecto: la terraza de El Gato Negro o Jimmy Jazz, ambos en la calle del Obispo Lozano
(14). En esta zona, apodada El Seminario, el precio de la copa sube a cinco euros. Y despu¨¦s de beber la pen¨²ltima, en los tejados y campanarios de la catedral suele concentrarse un espect¨¢culo nocturno... de cig¨¹e?as. Toc, toc, toc, hacen sonar el pico. Ya no abandonan Palencia en ninguna estaci¨®n.
D¨®nde comer y d¨®nde dormir en Palencia
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