Teo o la aventura de vivir

A partir de ma?ana todos los s¨¢bados y domingos podr¨¢ conseguir, junto con EL PA?S, y por 0,50 euros, un ejemplar de los cuentos de Teo, una de las colecciones con m¨¢s ¨¦xito de los ¨²ltimos 30 a?os. Basada en las aventuras cotidianas del ni?o Teo (ir al colegio, un cumplea?os, descubrir los animales...), la serie va descubriendo el entorno que rodea al peque?o. ?Su ¨¦xito? "Conectar con historias muy sencillas que los ni?os comprendan", se?ala Asun Esteban, una de sus autoras, guionista e ilustradora de los cuentos, junto con Carlota Goyta.

Y es que parece ser que los ni?os, o mejor los padres, que son quienes compran, no siguen modas a la hora de adquirir literatura infantil. "No. No se puede hablar de tendencias. Las cosas no han cambiado mucho en los ¨²ltimos a?os porque los m¨¢s peque?os lo tienen todo por descubrir. Por eso, si la historia est¨¢ bien contada, les puede gustar tanto un cuento de animales como otro de ni?os como ellos. Porque aprender a lavarse, a vestirse o conocer los transportes p¨²blicos no son grandes aventuras, es la vida cotidiana, pero ?qu¨¦ mayor aventura que crecer!", afirma Victoria Fern¨¢ndez, directora de la revista Clicj (Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil).

El cuento cl¨¢sico sigue necesitando de un adulto que gu¨ªe al ni?o

Mar¨ªa Castillo, de Editorial SM, s¨ª detecta ciertas tendencias y se?ala que quiz¨¢ ahora haya m¨¢s libros sobre las emociones. No obstante, considera que ya sea mediante el humor, la fantas¨ªa o el d¨ªa a d¨ªa, lo que se busca son historias que provoquen la curiosidad del peque?o y les descubran nuevos mundos. Maribel G. Mart¨ªnez, de Ediciones L¨®guez, dice que quiz¨¢ lo que m¨¢s ha cambiado es la est¨¦tica, ahora menos recargada.

La competencia de la televisi¨®n, las consolas y el mundo audiovisual no parece preocupar a estos fabricantes de historias infantiles. Para Esther Rubio, de K¨®kinos, se han ampliado los soportes, pero hay espacio y momentos para el cuento tradicional y el mundo digital. "No es que los ni?os vean mucha m¨¢s televisi¨®n; es que los mayores les enchufan a ella", se?ala Mar¨ªa Castillo, quien se muestra m¨¢s preocupada porque a veces los padres compran libros por una cuesti¨®n de estatus, sin preocuparse por motivar a la lectura. Seg¨²n Castillo, ante un ni?o que todav¨ªa no sabe leer, el cuento cl¨¢sico implica que un adulto le dedique un tiempo casi de forma exclusiva para contarle, distraerle y narrarle las aventuras de papel. De ese tiempo y dedicaci¨®n, tanto de la familia como de la escuela, depender¨¢ en parte que el ni?o aprenda a disfrutar leyendo, se?ala Maribel G. Mart¨ªnez.