"El grafiti s¨®lo est¨¢ en la calle"
Nano 4814 vuelve a Vigo tras exponer en la Tate Modern de Londres
Su firma, un choco y unas gotas de tinta, recorre la ciudad de Vigo y est¨¢ presente en casi todos los lugares que el grafitero Nano 4814 ha pisado. Ahora empieza su momento, cuando los conductos can¨®nicos del arte contempor¨¢neo se abren para ¨¦l tras a?os improvisando soportes para su creatividad colorista e imaginativa en las calles. La culpa es del chispazo, casualidad o suerte que llev¨® al comisario Cedar Lewishon a situarle en la muestra colectiva Street art, celebrada en la Tate Modern de Londres durante la pasada primavera. All¨ª comparti¨® escenario con artistas internacionales como los hermanos brasile?os Os Gemeos, Blu, de Bolonia, y el colectivo Faile de Nueva York.
A cambio de su aportaci¨®n en forma de letreros luminosos en el mismo barrio londinense en el que se ubica el museo, este vigu¨¦s nacido en 1978, licenciado en Bellas Artes e instalado en Madrid, a?adi¨® a su curr¨ªculum un apellido ilustre como artista de la Tate Modern. "Fue una locura de permisos y normas, durante la instalaci¨®n tuve un electricista pegado a m¨ª; cuando hice algo parecido en Madrid todo fue mucho m¨¢s r¨¢pido, limpio y tranquilo, y adem¨¢s pude colocar los letreros en donde me pareci¨® m¨¢s interesante porque no importaban los permisos", observa al tiempo que puntualiza que a¨²n no ha cambiado nada "desde lo de Londres". "Yo sigo currando como antes: observando lo que me rodea e investig¨¢ndome a m¨ª mismo".
El artista callejero ha trabajado en Italia, Reino Unido, Francia y Alemania
"A veces me felicitan por una exposici¨®n y luego se cagan en m¨ª por un grafiti"
Para su segunda exposici¨®n individual, El fin del principio, que le trae de regreso a la galer¨ªa Adhoc de Vigo, su descubridora, Nano porta instalaciones, dibujos, v¨ªdeos, fotograf¨ªas y, por supuesto, sus espr¨¢is para confeccionar los murales que lucir¨¢n las paredes de la sala hasta el 31 de octubre. Murales, que no grafitis. El artista tiene claro que su producci¨®n para los canales de exhibici¨®n habituales posee influencias de la actividad callejera como escritor de grafitis, pero dista mucho de ser un simple cambio de contexto. No se trata de "poner un marco y convertirlo en un cuadro. Llamarle arte urbano a lo que se expone en museos es faltarle al respeto a la gente que hace cosas cien por cien ilegales y es vender algo a costa de personas que se juegan su libertad", explica con vehemencia.
En el debate acerca de la valoraci¨®n art¨ªstica de los grafitis, Nano se posiciona en contra de la manipulaci¨®n de la etiqueta que ejercen algunas instituciones, a las que acusa de desestabilizar esa manifestaci¨®n cultural: "Aunque yo tengo que ver con el arte urbano, eso no es lo que est¨¢ en las exposiciones; el grafiti s¨®lo est¨¢ en la calle".
En su corta e intensa trayectoria profesional, su obra ha tenido presencia en Arco, en el Museo de Arte Contempor¨¢nea de Vigo y en eventos art¨ªsticos por todo el Estado, adem¨¢s de en Italia, Reino Unido, Francia, Alemania y Los ?ngeles. Sus planes inmediatos pasan por el trabajo solicitado por una casa de subastas parisina, una nueva exposici¨®n individual en Luxemburgo y la posibilidad de intervenir en un festival de m¨²sica en M¨¦xico. Poco amigo de teorizar sobre s¨ª mismo, prioriza la actitud de estar al acecho por encima de urdimbres conceptuales: "Yo no s¨¦ si mi obra, con el tiempo, se ha hecho menos anecd¨®tica y m¨¢s simb¨®lica; yo me siento a la expectativa de mi vida y de mi evoluci¨®n art¨ªstica desde la calle porque constantemente me ocurren cosas que dan para muchos trabajos diferentes".
Pasan los a?os, llegan los encargos y el artista ampl¨ªa su paleta con nuevos lenguajes creativos pero sin renunciar a la espontaneidad de la escritura en pared, "porque aqu¨ª a¨²n se puede hacer; en Alemania o en Estados Unidos hay escuadrones de polis dedicados en exclusiva a atrapar a la gente que pinta en la calle". La ocasi¨®n puede presentarse en cualquier momento y lugar y provocar, a veces, situaciones hilarantes: "Las mismas personas a las que les encanta mi trabajo por lo que acaban de ver en una galer¨ªa, a la salida se cagan en m¨ª por una pintada en la calle".
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