El oficio del hombre invisible

"El periodismo es observaci¨®n, lucidez, conocimiento, pero tambi¨¦n imaginaci¨®n y fantas¨ªa". Lo dijo ayer en la iglesia de San Juan de los Caballeros de Segovia Mario Vargas Llosa, que defendi¨® un periodismo "bien escrito" por periodistas "transparentes", y que record¨® c¨®mo su "experiencia del periodismo" ha sido esencial para su trabajo como escritor.

El autor de La ciudad y los perros fue el gran protagonista de la ¨²ltima jornada del Hay Festival. Habl¨® de reportajes y art¨ªculos con el director del diario EL PA?S, Javier Moreno, y horas m¨¢s tarde ofreci¨® en solitario una conferencia-autoentrevista sobre sus novelas y sus lecturas. Una vida literaria, record¨®, que desde muy joven estuvo marcada por su paso por el peri¨®dico La cr¨®nica y por el aprendizaje de un oficio que parec¨ªa puramente alimenticio y que acab¨® siendo "apasionante".

Vargas Llosa: "El periodismo es mi puente con la realidad"

Moreno alert¨® contra el sensacionalismo disfrazado de seriedad

"Mi vocaci¨®n siempre fue la literatura, pero nunca me ha gustado la idea de una escritura alejada de la realidad. Para m¨ª siempre ha sido importante tener un pie en la calle, porque de ah¨ª viene gran parte de mi energ¨ªa. Una impresi¨®n de realidad que no me gustar¨ªa perder nunca. Y eso es para m¨ª el periodismo, un puente con la realidad".

Javier Moreno record¨® un consejo de otro periodista, Juan Cruz, cuando era estudiante en el m¨¢ster de EL PA?S. "Juan Cruz nos dijo que para ser un buen periodista hay que leer mucha poes¨ªa. Entonces no entend¨ª a qu¨¦ se refer¨ªa, pero hoy, a?os despu¨¦s, lo suscribo. No hablaba de la voluntad de hacer poes¨ªa en un peri¨®dico, sino de ese car¨¢cter conceptual de la poes¨ªa, de c¨®mo con su esencialidad la poes¨ªa conecta con el periodismo, que en una frase o en un m¨ªnimo titular tiene que encerrar una imagen o toda una idea". Moreno brome¨® con el eterno recelo de los periodistas hacia sus colegas con excesiva voluntad de estilo, pero defendi¨® el periodismo literario, inteligente, exacto y bien trabajado.

Vargas Llosa habl¨® entonces del "esfuerzo de la claridad" y de c¨®mo una generaci¨®n como la del 98 forj¨® gran parte de su obra en los peri¨®dicos. Cit¨® a Azor¨ªn ("uno de sus textos m¨¢s bellos, acaso el m¨¢s bello, La ruta de Don Quijote, es un reportaje period¨ªstico, una delicia de periodismo y literatura"), a Ortega y Gasset ("que toc¨® los temas m¨¢s complejos sin perder nunca el rigor y que puso la alta cultura en contacto con el p¨²blico") y a "documentos vividos" como la m¨ªtica A sangre fr¨ªa de Truman Capote.

El escritor hispanoperuano record¨® entonces la primera frase que dec¨ªa en sus clases de Harvard el catedr¨¢tico Raim¨®n Lira: "Los adjetivos se han hecho para no usarlos", para afirmar que el reportero-cronista que se convierte en protagonista s¨®lo consigue "destruir su trabajo". "Un escritor de peri¨®dico tiene que ser lo m¨¢s invisible posible, es un mero transmisor. El lenguaje literario en un peri¨®dico puede sonar pretencioso y rid¨ªculo", a?adi¨® Vargas Llosa, que apunt¨® otra preocupaci¨®n: "Por hacer un periodismo entretenido, no s¨®lo en el sentido de ¨¢gil, sino por buscar a toda costa el entretenimiento del p¨²blico, se va relegando a un segundo plano la objetividad y, lo que es m¨¢s importante, la informaci¨®n. El auge del periodismo amarillo est¨¢ infectando a los peri¨®dicos m¨¢s serios".

El director de EL PA?S coincidi¨® con el escritor en que el periodismo sensacionalista (que no es un problema en los pa¨ªses, como el Reino Unido, donde la forma marca la diferencia entre ambos) s¨ª es una amenaza cuando llega disfrazado de lo que no es.