El espejismo de Renault
Flavio Briatore puede sacar pecho. Ayer afirm¨® que su coche est¨¢ ya pr¨¢cticamente a la altura de los mejores, dijo que han alcanzado a BMW y que se acercan a Ferrari y a McLaren. Y, por lo visto ayer, cualquiera podr¨ªa pensar que es cierto. Pero no es as¨ª. Es evidente que el R28 ha mejorado de forma ostensible desde el inicio de la temporada. Pero la progresi¨®n era relativamente f¨¢cil porque part¨ªa de muy abajo. Ahora, el Renault se ha asegurado pr¨¢cticamente la cuarta posici¨®n del Mundial de Constructores y ¨¦se es el lugar exacto que le corresponde en la parrilla.
Lo que ayer consiguieron, la victoria en Singapur, responde m¨¢s a la calidad de pilotaje y al coraje de Fernando Alonso que a las prestaciones del R28. De acuerdo, el coche funcion¨® como un reloj porque Alonso supo encontrar los reglajes oportunos y ¨¦l y los ingenieros acertaron en la estrategia y en la elecci¨®n de los neum¨¢ticos. Hubo adem¨¢s un componente de suerte sin el cual nada de todo aquello habr¨ªa sido posible. Era absolutamente imprevisible que se produjera un accidente del compa?ero de Alonso justo despu¨¦s de que el espa?ol hubiera repostado. La suerte, que tantas veces este a?o le ha perjudicado, estuvo ayer a su lado. Y Alonso la cogi¨® al vuelo y no permiti¨® que nadie se la arrebatara.
La victoria de Alonso se debi¨® m¨¢s a su calidad de pilotaje y su coraje que a las prestaciones del R28
Su gran m¨¦rito fue no perder la moral cuando las cosas se le hab¨ªan torcido el s¨¢bado en la cronometrada. Porque en Renault plantearon una estrategia agresiva, con un primer stint muy corto con los peores neum¨¢ticos -los m¨¢s blandos- y los dos siguientes largos y con los mejores. Tuvieron suerte, pero la buscaron. Y, cuando se le apareci¨®, Alonso no la desaprovech¨®. Condujo con precisi¨®n, rozando los muros en las curvas, entrando a matar en los adelantamientos, sacando todo lo que su coche pod¨ªa darle y m¨¢s. Y gracias a ello pudo mantenerse en el liderato y no perderlo ni siquiera cuando el safety car apareci¨® por segunda vez y le arrebat¨® de golpe la ventaja de m¨¢s de 23 segundos que hab¨ªa atesorado.
El Renault funcion¨® esta vez. Pero la cabeza de Alonso estaba en ebullici¨®n. Nadie pod¨ªa frenarle. Y se encaram¨® a lo m¨¢s alto del podio con la satisfacci¨®n de haber superado con su R28 a los coches que se disputan el t¨ªtulo mundial: Ferrari y McLaren. Pero en las pr¨®ximas carreras todo debe volver a la situaci¨®n real. Alonso volver¨¢ a luchar por la sexta o la s¨¦ptima posici¨®n. Porque Renault ha mejorado y est¨¢ cerca de BMW, pero todav¨ªa no lo ha alcanzado. Y no creo que en circuitos que requieren potencia, como los de Jap¨®n, China y Brasil, Alonso sea capaz de salvar las diferencias que todav¨ªa existen entre su Renault y los coches m¨¢s punteros. A pesar de que Ferrari parece dispuesto a ayudar bastante a todos sus rivales con sus constantes e imperdonables errores, como el de ayer con Felipe Massa.
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