Ataque suicida contra las tropas espa?olas
Dos soldados muertos y cuatro heridos por una furgoneta bomba en Afganist¨¢n - Los talibanes reivindican el acto terrorista y dicen que su objetivo era EE UU
Con semblante serio y flanqueada por el jefe de la c¨²pula militar, el general Julio Rodr¨ªguez, la ministra Carme Chac¨®n compareci¨® al filo de las dos de la tarde de ayer en la sede de su departamento para dar cuenta de las primeras muertes de soldados espa?oles en acci¨®n de guerra desde que asumi¨® la cartera de Defensa, en abril pasado.
"Todos los espa?oles nos sentimos unidos ante el dolor [de las familias de las v¨ªctimas], que es nuestro dolor", dijo en una breve declaraci¨®n, tras la que no admiti¨® preguntas.
Por la tarde, Chac¨®n despeg¨® en un Airbus 310 de la Fuerza A¨¦rea desde la base de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid), rumbo a Afganist¨¢n, para repatriar hoy mismo a tres de los cuatro heridos en el ataque y los cad¨¢veres de los dos fallecidos: el brigada Juan Andr¨¦s Su¨¢rez Garc¨ªa, de 41 a?os, natural de Mieres (Asturias), y el cabo Rub¨¦n Alonso R¨ªos, de 30 a?os, nacido en Vigo (Pontevedra). Ambos ser¨¢n condecorados con la Cruz del M¨¦rito Militar con distintivo rojo.
El 'kamikaze' embisti¨® contra el ¨²ltimo blindado de una columna
La unidad atacada no dispon¨ªa de los nuevos blindados antiexplosiones
Chac¨®n viaj¨® a Herat para repatriar a los heridos y los cad¨¢veres
Tras haber escapado indemnes a decenas de ataques en los ¨²ltimos meses, la suerte volvi¨® ayer la espalda a las tropas espa?olas. El atentado suicida se produjo a las 12.30 hora local (nueve de la ma?ana en Madrid) en el conflictivo distrito de Shindand, a unos 80 kil¨®metros al sur de Herat, donde se encuentra la principal base espa?ola.
Los soldados no tuvieron oportunidad de defenderse. Una furgoneta cargada con un arsenal de explosivos -desde municiones hasta proyectiles de artiller¨ªa- se lanz¨® contra el Blindado Medio de Ruedas (BMR) que cerraba una columna formada por 12 camiones afganos y siete veh¨ªculos espa?oles. La furgoneta, una Toyota blanca, qued¨® pr¨¢cticamente volatilizada, mientras que la onda expansiva desplaz¨® el BMR, de 15 toneladas de peso, a una decena de metros de la carretera.
Adem¨¢s del kamikaze, cuyos restos quedaron esparcidos 150 metros a la redonda, dos de los militares espa?oles que viajaban en el blindado murieron en el acto, mientras que los otros cuatro resultaron heridos, tres de car¨¢cter leve. El ¨²nico grave, el cabo primero Jos¨¦ Antonio Cures Garc¨ªa, de 27 a?os y natural de Lyon (Francia), fue intervenido quir¨²rgicamente de fractura abierta en una pierna en el hospital de campa?a espa?ol (Role 2) en Herat y trasladado luego al centro hospitalario del Ej¨¦rcito estadounidense en Kandahar, dotado de m¨¢s medios.
El hecho de que la furgoneta explotase antes de colisionar con el BMR y de que el ataque se produjera en un lugar abierto evit¨® que las consecuencias fuesen a¨²n m¨¢s graves.
El atentado fue reivindicado por los talibanes a trav¨¦s de una p¨¢gina web, que lo atribuy¨® a un tal mul¨¢ Habibullah e identific¨® a los muertos como estadounidenses. En la columna iban dos veh¨ªculos estadounidenses, pero no resultaron afectados.
Con los fallecidos ayer se elevan a 87 los miembros del Ej¨¦rcito espa?ol que han perdido la vida en la misi¨®n de Afganist¨¢n, donde Espa?a tiene casi 800 soldados. Aunque las ¨²ltimas bajas se produjeron en septiembre de 2007, este a?o est¨¢ siendo el m¨¢s sangriento desde la invasi¨®n en 2001, con m¨¢s de 4.000 muertos en acciones violentas, muchos de ellos civiles.
Los fallecidos proced¨ªan de la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat), con base en Figueirido (Pontevedra), y formaban parte de uno de los dos Equipos Operativos de Instrucci¨®n y Enlace (OMLT, por sus siglas en ingl¨¦s), con 52 instructores en total, enviados a Afganist¨¢n en septiembre de 2007 para mejorar la preparaci¨®n del Ej¨¦rcito afgano y propiciar a medio plazo la retirada de las tropas extranjeras.
El equipo atacado se ocupaba de la formaci¨®n de un batall¨®n de apoyo log¨ªstico. La columna mixta regresaba a su base de Camp Stone, a unos 15 kil¨®metros de Herat, tras llevar suministros a un cuartel del Ej¨¦rcito afgano en la provincia de Farah.
Los militares espa?oles pernoctaron el s¨¢bado en la sede del Equipo de Reconstrucci¨®n Provincial (PRT), bajo responsabilidad de EE UU, y emprendieron ayer el regreso a su base. La columna se cruz¨® en una recta con el suicida, que circulaba en direcci¨®n contraria, y, siguiendo el procedimiento establecido, le oblig¨® a pararse en el arc¨¦n. Cuando pasaba el ¨²ltimo blindado, arranc¨® y se lanz¨® hacia ¨¦l.
El contingente espa?ol sufri¨® un ataque similar en noviembre de 2006, tambi¨¦n en Shindand, pero en aquella ocasi¨®n el suicida se precipit¨® al activar su carga y s¨®lo hubo heridos leves.
Entre los veh¨ªculos espa?oles que formaban parte de la columna atacada ayer no hab¨ªa ninguno de los nuevos blindados Lince, dise?ados para resistir los ataques con minas y artefactos explosivos improvisados.
Los primeros 17 Lince adquiridos por Defensa est¨¢n ya en Afganist¨¢n, pero han sido desplegados en el destacamento de Qal-i-Naw. Fuentes militares indicaron que se ha dado prioridad a la sustituci¨®n de los Vamtac, que son m¨¢s vulnerables, frente a los BMR, m¨¢s robustos.
Los veh¨ªculos van equipados con inhibidores de frecuencia, pero ¨¦stos s¨®lo sirven para artefactos activados por control remoto. "Por m¨¢s medidas que se tomen, la seguridad absoluta no existe y mucho menos frente a quienes est¨¢n dispuestos a inmolarse", agregan expertos militares.
"En estos momentos somos a¨²n m¨¢s conscientes de hasta qu¨¦ punto nuestros soldados exponen su vida por el bienestar y la libertad de un pueblo distante y tambi¨¦n por nuestra propia seguridad", subray¨® Chac¨®n ayer. Su tarea, cuando comparezca pr¨®ximamente en el Congreso, ser¨¢ convencer de que los resultados compensan tan alto riesgo.
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