Robben defiende al Madrid
El buen partido del holand¨¦s y el gol de Higua¨ªn salvan a los de Juande ante un Valencia en el que fall¨® Villa
Robben y nada m¨¢s. Robben y, como en el Camp Nou, el Madrid bajo el techo de Casillas, refugiado ante un Valencia que se entreg¨® por el costado de Del Horno, un mu?eco para el extremo holand¨¦s. Como ant¨ªdoto a Robben, el equipo de Emery present¨® a Joaqu¨ªn, que hizo un nudo a Marcelo, pero Villa no tuvo su noche. De Robben a Joaqu¨ªn, el Valencia manej¨® las teclas del partido. Su adversario le concedi¨® todo el paisaje y le entreg¨® la pelota. Este Madrid no se siente gobernador. Al margen de Guti, le faltan jugadores con escuadra y cartab¨®n, y una vez que cruza la frontera del medio campo todo se supedita al aceler¨®n de Robben. Por la otra orilla, Drenthe es Drenthe. Sin flujo, se activ¨® Gago, que barri¨® cuanto pudo y sostuvo al Madrid. Este equipo tiene tantas costuras que entroniza a su medio tap¨®n. O a un central como Metzelder, que ha adquirido un inesperado papel protagonista. As¨ª se conduce este Madrid.
REAL MADRID 1 - VALENCIA 0
Real Madrid: Casillas; Salgado, Metzelder, Cannavaro, Marcelo (Torres, m. 71); Robben, Guti, Gago, Drenthe (Ra¨²l, m. 46); Van der Vaart (Palanca, m. 55); e Higua¨ªn. No utilizados: Dudek; J. Garc¨ªa, Bueno y Saviola.
Valencia: Renan; Miguel, Albiol, Marchena, Del Horno (Silva, m. 62); Fernandes, Albelda; Joaqu¨ªn, Baraja (Maduro, m. 62), Mata (Vicente, m. 76); y Villa. No utilizados: Guaita; Zigic, Michel y Morientes.
Gol: 1-0. M. 3. Robben regatea a Del Horno y encuentra en la frontal a Higua¨ªn, que marca con un zurdazo a la escuadra.
?rbitro: Ram¨ªrez Dom¨ªnguez. Expuls¨® a Marchena por acumular dos tarjetas amarillas (m. 66). Amonest¨® a Del Horno, Salgado, Marcelo, Albiol, Robben y Palanca.
Unos 60.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
Griposo Ra¨²l, Juande recurri¨® de inicio a Van der Vaart, un fantasma cuando no tiene oportunidad de disparo. Su absentismo con el bal¨®n en tr¨¢nsito es pat¨¦tico, por m¨¢s que se maquille con alg¨²n chupinazo desde el balc¨®n del ¨¢rea, como el que se estrell¨® en el poste derecho de Renan en la primera parte. No hubo m¨¢s noticias del ex futbolista del Hamburgo, que fracas¨® una vez m¨¢s. Hoy, ni se merece el puesto de Palanca. Para merecimientos los de su compatriota Robben, que ejecut¨® al Valencia en apenas tres minutos, los que tard¨® en desabrocharse de Del Horno y Marchena y conectar con Higua¨ªn, que arm¨® un zurdazo enroscado imposible para el meta brasile?o del equipo levantino. Con Schuster o Juande, el Madrid est¨¢ colgado de Robben, el ¨²nico capaz de percutir en carrera, de agrietar a las defensas rivales en los duelos individuales. Otra cosa es cuando tiene que asistir y se toca la nuez con la barbilla. Un chup¨®n imprescindible para un Madrid sin br¨²jula, sin autoridad en el centro, con una defensa atrincherada y una escasa bater¨ªa de delanteros.
Si Robben fue un martillo para Del Horno, por mucho que este jugador en excedencia hiciera de pistolero ante la complacencia arbitral, Joaqu¨ªn result¨® inalcanzable para Marcelo, un marciano, tan d¨¦bil en defensa como inocuo en ataque. Nada nuevo: esa ha sido su trayectoria en el club desde su intrascendente llegada. La veta de Joaqu¨ªn mantuvo con vida al Valencia y en vilo al Madrid, que, como en el Camp Nou, acab¨® a hombros de Casillas, junto a Robben la mejor noticia de la era Ramos. El portero est¨¢ de vuelta, cosa seria para cualquiera que se mida al Madrid. Lo comprob¨® Villa, casi siempre fiable ante el gol. Al igual que Baraja, al que desvi¨® un cabezazo al poste. Pero el Valencia tiene un aire atribulado que le delata. Vive en transici¨®n, con un ancla en el pasado de Albelda y Baraja, y una puntada con Mata y alg¨²n otro porvenir. Entre unos y otros, tambi¨¦n tiene ascetas como Fernandes, que va por libre. En Chamart¨ªn tuvo, salvo Robben, todo a favor, pero se mostr¨® como un equipo sin pujanza, con el dep¨®sito justo y sin tener muy clara cu¨¢l es su graduaci¨®n. Fracas¨® con estr¨¦pito en Barcelona ante el l¨ªder y le faltaron recursos y agallas en su paso por Madrid. Al Valencia se le apag¨® la luz en cuanto Marchena fue expulsado. Se fue del campo tras la ¨²nica falta que no merec¨ªa tarjeta; todas las dem¨¢s, que fueron unas cuantas, merecieron, como m¨ªnimo, el arresto. Ocurre que los ¨¢rbitros tienen sus propios ritmos.
Condenado Marchena, el Madrid respir¨®. Palanca mejor¨® a Van der Vaart e Higua¨ªn exigi¨® a Renan, al que no hab¨ªa echado un vistazo desde el gol. Sin Marchena sobre el campo, el Madrid se vio obligado a cambiar de gui¨®n. El Valencia se rindi¨®, y le toc¨® la batuta. Ni as¨ª evit¨® que el encuentro se mantuviera en el alambre. Al equipo le falta fe. Sin talentos e institucionalmente inestable desde el inicio del curso, s¨®lo la puede encontrar en los resultados. Anoche logr¨® uno, aunque fuera con alfileres y con un contrario que le apur¨® hasta el final incluso con diez futbolistas. El Madrid no est¨¢ para mucho m¨¢s; pero tiene a Robben, que le defiende. El Valencia, tampoco; pero ayer le falt¨® Villa, quien le encumbra.
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