Suba al autob¨²s en la planta - 2

Mira a un lado y al otro del panel de informaci¨®n. El mismo en el que se indica que 28 l¨ªneas de autobuses van a cambiar de sitio antes del 17 de enero. "No, no est¨¢". Vuelve a girar, por si acaso. "?No vienen los horarios?", pregunta Javier Vilches. Est¨¢ en la planta -1 del viejo intercambiador de Moncloa, abierto al p¨²blico en Navidad tras 10 meses de remodelaci¨®n. El suelo brilla, los cristales que separan veh¨ªculos y pasajeros est¨¢n relucientes. Pero no todo funciona bien. El joven, de 21 a?os, ha volado desde Sevilla y quiere coger cuanto antes el 627 a Villanueva de la Ca?ada. "Estoy reventado", confiesa. Se le nota en la cara. Pero no hay horarios por ning¨²n sitio. Ni en el panel ni en ninguna de las pantallas negras situadas sobre las puertas de salida de la macroestaci¨®n, el ¨²ltimo proyecto subterr¨¢neo de la Comunidad de Madrid, que planea cuatro m¨¢s casi id¨¦nticos para los pr¨®ximos a?os.

Legazpi tendr¨¢ su parada subterr¨¢nea, como Chamart¨ªn o Conde de Casal

Las pantallas con los horarios de Moncloa a¨²n no funcionan

Los edificios son como franquicias, con los mismos colores y espacios

"Las pantallas no funcionan", confirma una planta m¨¢s abajo la chica del mostrador de informaci¨®n. "A¨²n no est¨¢n autorizadas". En menos de dos minutos, tres personas diferentes le preguntan por el autob¨²s a Villalba. La trabajadora se queja de que muchos acuden directamente a la ventanilla porque no miran los carteles, esos paneles enormes que escruta Vilches justo antes de que llegue por fin su autob¨²s y se abra la puerta. Moncloa ya es un intercambiador completo. En febrero abri¨® la parte nueva y el edificio viejo es desde el 26 de diciembre como un clon, remozadito de arriba abajo. Entre los dos engullen unos 5.000 autobuses diarios. Y permiten a los 360.000 viajeros que cruzan el gran vest¨ªbulo cada d¨ªa conectar con dos l¨ªneas de Metro (la 3, amarilla y la 6, circular) en el nivel inferior. La macroestaci¨®n de Moncloa, con sus colores chillones que diferencian cada una de las tres plantas (verde azulado, amarillo y naranja), con d¨¢rsenas separadas por puertas de los viajeros, con la lucernaria de cristal en superficie que ayer atravesaba la luz gris de un d¨ªa de invierno es igual que las macroestaciones nuevas o remodeladas en los ¨²ltimos cuatro a?os -Plaza El¨ªptica, Plaza de Castilla y Pr¨ªncipe P¨ªo-. El esquema de vest¨ªbulo abierto, planta comercial y t¨²nel subterr¨¢neo que conecta a los autobuses que entran y salen directamente con una autov¨ªa radial (en este caso la de A Coru?a, la A6) se volver¨¢ a repetir en los pr¨®ximos intercambiadores previstos por el Consorcio Regional de Transportes.

Como el de Avenida de Am¨¦rica, que ya hace tiempo que se qued¨® envejecido y que comenzar¨¢ su renovaci¨®n este a?o. La Comunidad de Madrid, que estudia ampliar el edificio con 8.000 metros cuadrados m¨¢s para construir una nueva rampa de salida del aparcamiento, escaleras y rampas de emergencia, un taller y un lavado de autobuses. Se convertir¨¢ en otra estaci¨®n franquicia -colores chillones, lucernarias, espacios amplios- 40 millones de euros y dos a?os de obras m¨¢s tarde. El Gobierno regional se compromete a hacer las reformas con el intercambiador abierto, sin cerrarlo al p¨²blico ni un solo d¨ªa.

Tambi¨¦n abrir¨¢n el suelo de Legazpi, donde est¨¢ prevista otra macroestaci¨®n m¨¢s para 250.000 vecinos del sur de la ciudad que unir¨¢ las l¨ªneas 3 y 6 de Metro con 26 l¨ªneas de autobuses. El proyecto ya est¨¢ dise?ado. Incluir¨¢ 14 d¨¢rsenas subterr¨¢neas y 11 en superficie para que aparquen los veh¨ªculos de ocho l¨ªneas interurbanas y 18 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), los urbanos. Incluir¨¢ casi 1.000 plazas de aparcamiento para coches y una conexi¨®n directa al vest¨ªbulo de Metro de Legazpi.

Para los pr¨®ximos a?os, el Gobierno regional recupera adem¨¢s dos proyectos que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid se comprometieron a tener listos en 2007 y que quedaron aplazados. Dos intercambiadores m¨¢s. El primero estar¨¢ en Conde de Casal, entre la glorieta del mismo nombre y la M-30 y bajo la Avenida del Mediterr¨¢neo. Esta infraestructura incluir¨¢ tambi¨¦n espacio para los autobuses de larga distancia. En Chamart¨ªn habr¨¢ tambi¨¦n un edificio nuevo con plantas subterr¨¢neas que convivir¨¢ con la estaci¨®n de trenes. La Comunidad no ofrece nuevos plazos de obras para estos ¨²ltimos que tambi¨¦n sacar¨¢n miles de autobuses de la superficie.