"Las pruebas son irrefutables"
La polic¨ªa hall¨® el ADN de la joven en una chaqueta del ex novio
El juez instructor del caso por la muerte de la joven sevillana Marta del Castillo dispone de "pruebas s¨®lidas e irrefutables", seg¨²n la polic¨ªa, recabadas contra los cuatro imputados de supuesto asesinato. Miguel Carca?o golpe¨® supuestamente a Marta en la cabeza y dej¨® m¨²ltiples restos de sangre de su ex novia. En la chaqueta donde se guard¨® el arma del crimen (un cenicero seg¨²n ¨¦l) antes de arrojarla al r¨ªo, pero tambi¨¦n en la colcha de su cama, la silla del escritorio y la mesa de ordenador en su dormitorio, escenario donde Miguel presuntamente atac¨® a la adolescente el pasado 24 de enero.
Adem¨¢s de otras pruebas pendientes de an¨¢lisis por la polic¨ªa cient¨ªfica, un indicio fundamental es que los tres j¨®venes involucrados en el crimen (Miguel, su amigo ¨ªntimo Samuel Ben¨ªtez y el menor Francisco Javier G. M. de 15 a?os) coincidieron en llevar a los investigadores por separado y en diferentes d¨ªas a un mismo punto desde el que supuestamente arrojaron al r¨ªo a Marta, en el puente junto al Charco de la Pava en Sevilla.
La polic¨ªa piensa "al 99,9%" que el cad¨¢ver se encuentra en el Guadalquivir
El af¨¢n de Miguel por librarse del cenicero result¨® fundamental
Por ello, la polic¨ªa piensa "al 99,9%" que el cad¨¢ver de la chica se encuentra en aguas del Guadalquivir.
El papel jugado en el crimen por el hermano mayor de Miguel, Francisco Javier D. M., guarda de seguridad de profesi¨®n y con una hija, parece decisivo a tenor del auto de prisi¨®n del magistrado instructor, Francisco de As¨ªs Molina. Mientras los j¨®venes arrojaban a Marta al r¨ªo envuelta en una manta, el hermano mayor se afanaba en limpiar la casa para hacer desaparecer restos y huellas. Para su imputaci¨®n como c¨®mplice ha sido decisiva la declaraci¨®n del menor, al cual el hombre amenaz¨®, y cuyo relato resulta extremadamente cre¨ªble para el juez. Su explicaci¨®n fue muy convincente en la reconstrucci¨®n de los hechos, realizada en la casa de Miguel el pasado mi¨¦rcoles.
Miguel, Samuel y su hermano Francisco Javier D. M. est¨¢n ya en prisi¨®n por orden del juez. Otro magistrado envi¨® al menor de 15 a?os Francisco Javier G. M. a un centro cerrado, ya que suministr¨® el coche de su madre para transportar a Marta y durante tres semanas encubri¨® el supuesto asesinato hasta su detenci¨®n.
El jefe superior de la polic¨ªa en Andaluc¨ªa Occidental, Enrique ?lvarez Riestra, aclar¨® ayer a los periodistas las pocas lagunas que a¨²n permanec¨ªan en el aire para completar el relato de esta tr¨¢gica historia: Miguel golpe¨® a Marta en el dormitorio y la envolvi¨® en una manta con la ayuda de Samuel. "Miguel dice que no ha limpiado la sangre y las llamadas de tel¨¦fono sugieren que su hermano estaba en la casa", subray¨® ?lvarez Riestra. Lo que indica la participaci¨®n activa de Francisco Javier D. M. El caso est¨¢ abierto y la polic¨ªa no descarta nuevas detenciones por encubrimiento. "Queda un ingente trabajo de an¨¢lisis, pesquisas y procesamiento de pruebas e incluso nuevas declaraciones", aclar¨® el jefe superior. Durante esta semana de ardua b¨²squeda no ha aparecido ning¨²n cad¨¢ver, pero s¨ª dos mantas que la polic¨ªa cient¨ªfica analiza.
La investigaci¨®n ha resultado muy laboriosa porque desde el principio hab¨ªa pistas y testigos fiables que aseguraban haber hablado con la chica, testimonios que apuntaban a una posible fuga de la adolescente. Por ello los agentes trabajaron en dos direcciones, y pese a los avances que apuntaban hacia el c¨ªrculo de su ex novio, se investigaban las numerosas llamadas de todo el pa¨ªs que aseguraban haber visto a Marta. Finalmente, el af¨¢n de Miguel por librarse del cenicero con el que supuestamente golpe¨® a Marta result¨® fundamental para la investigaci¨®n, ya que llev¨® el cenicero en el bolsillo de su chaqueta, y el objeto la impregn¨® con el ADN de la joven.
Ese d¨ªa, en el puente del Charco de la Pava Miguel cogi¨® el cuerpo de Marta por los brazos y Samuel por las piernas antes de arrojarla al r¨ªo. La inc¨®gnita de si Marta respiraba entonces es vital para acusarles de asesinato, homicidio o detenci¨®n ilegal. Y s¨®lo se resolver¨¢ si el r¨ªo quiere devolver a Marta.
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