Tecnolog¨ªa espacial para operar

"Esta tecnolog¨ªa la inventaron la NASA y el Ej¨¦rcito estadounidense para intervenir quir¨²rgicamente a los astronautas en ¨®rbita. Y, al final, para lo que ha servido es para operar el c¨¢ncer de pr¨®stata". El doctor Gaspar Ibarluzea (M¨¦xico DF, 1951), cirujano en la bilba¨ªna cl¨ªnica de la Virgen Blanca y en el Hospital de Galdakao, reflexiona mientras se?ala la consola de mandos del robot cirujano Da Vinci, uno de los protagonistas del segundo simposio sobre cirug¨ªa rob¨®tica y nuevas tecnolog¨ªas en urolog¨ªa que ayer concluy¨® en Bilbao.

Junto a los doctores Ander Astobieta y Jos¨¦ Gregorio Pereira, Ibarluzea ha sido uno de los directores del congreso que ha reunido durante dos d¨ªas en el Museo Mar¨ªtimo de la capital vizca¨ªna a cirujanos de varios pa¨ªses. Han repasado el uso de unas tecnolog¨ªas y unos instrumentos, que, como destaca Ibarluzea, evitan secuelas como la impotencia en los pacientes operados de c¨¢ncer de pr¨®stata, el segundo m¨¢s com¨²n entre los hombres.

"La cirug¨ªa rob¨®tica es el futuro para tratar el c¨¢ncer de pr¨®stata"

Cada uno de los robots Da Vinci cuesta casi dos millones de euros

Nueve cl¨ªnicas y hospitales espa?oles disponen de robots cirujanos en esta especialidad y cuatro de ellos (muy pronto ser¨¢n cinco) se encuentran en Euskadi. La cl¨ªnica de la Virgen Blanca fue en enero de 2006 la primera en adquirir uno de ellos, que se usa casi en exclusiva para tratar el c¨¢ncer de pr¨®stata y otros problemas urol¨®gicos. Desde entonces se han sumado la Policl¨ªnica Guip¨²zcoa, tambi¨¦n privada, y, en los ¨²ltimos tres meses, dos hospitales p¨²blicos: el de Basurto, en Bilbao, y el de Txagorritxu, en Vitoria. En pocas semanas, el Hospital Donostia contar¨¢ tambi¨¦n con el suyo.

"Osakidetza se ha dado cuenta de que la cirug¨ªa rob¨®tica es el futuro para tratar el c¨¢ncer de pr¨®stata", apunta Ibarluzea, para quien los beneficios son obvios: "Es una revoluci¨®n. Se han conseguido reducir casi al 100% las dos secuelas asociadas a estas intervenciones: incontinencia urinaria e impotencia". En la mayor¨ªa de casos se trata de pacientes relativamente j¨®venes, sobre los 50 a?os, que "deber¨ªan poder mantener su vida sexual". Por ello, el cirujano cree que Sanidad debe invertir en una tecnolog¨ªa que garantiza los mejores resultados: "Cada una de estas m¨¢quinas cuesta casi dos millones de euros y en cada intervenci¨®n se gastan otros 3.000 euros en material desechable, pero al a?o la sanidad p¨²blica invierte millones de euros en pr¨®tesis para la rodilla, por ejemplo".

Los robots Da Vinci se convierten en los ojos y las manos de los cirujanos, multiplicando sus posibilidades, y ofrecen una visi¨®n tridimensional del interior del paciente. Gracias a un sistema de retransmisi¨®n v¨ªa sat¨¦lite, los congresistas pudieron ver en directo siete operaciones realizadas con esta t¨¦cnica que se realizaban a casi cuatro kil¨®metros, en la cl¨ªnica de la Virgen Blanca.