V¨ªctor Vald¨¦s, el alem¨¢n
El portero descubri¨® a Kahn, su ¨ªdolo, cuando ejerc¨ªa de recogepelotas del Barcelona
"Lo he comentado con muchos compa?eros y el momento concreto en el que reconoces a tu ¨ªdolo existe. Aparece un buen d¨ªa, sin saber por qu¨¦, pero lo ves, te impresiona, te gusta y ya no olvidas esa imagen, te acompa?a toda la vida. A m¨ª, ese momento me lleg¨® el d¨ªa que vi jugar a Oliver Kahn en el Camp Nou". Habla V¨ªctor Vald¨¦s (L'Hospitalet, 1982) que no ha olvidado cuando le lleg¨® a ¨¦l ese momento: ten¨ªa 14 a?os, jugaba en el cadete del Bar?a, con Pepe Reina, Arteta, Fernando Navarro y, de vuelta al Barcelona, viv¨ªa en La Mas¨ªa, as¨ª que los d¨ªas de partido ejerc¨ªa de recogepelotas.
"El ambiente all¨ª abajo era muy bonito, especial; era genial vivirlo. Recuerdo uno de los primeros partidos en el c¨¦sped, contra el Sevilla, de la Copa de la UEFA. Llov¨ªa a mares y el portero de los andaluces era... Juan Carlos Unzue. Lo hemos recordado. Aguantamos los dos como animales bajo la lluvia. Les ganamos", sonr¨ªe Vald¨¦s. Eso fue el martes 5 de diciembre de 1995. Meses despu¨¦s, tras eliminar al PSV Eindoven, el Bayern M¨²nich lleg¨® al Camp Nou para jugarse el pase a la final de aquella UEFA. En la porter¨ªa, Kahn. Detr¨¢s, V¨ªctor.
"El bal¨®n iba muy, muy fuerte y Kahn lo bloc¨®. Me pareci¨® un tipo grande, enorme"
El azulgrana utiliza una toalla roja como recuerdo a su otro referente, Ca?izares
Fue la noche del 16 de abril de 1996, en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa de Europa, y ah¨ª estaba de nuevo V¨ªctor Vald¨¦s, apostado detr¨¢s de la porter¨ªa del gol norte, dispuesto a vivir una noche m¨¢gica. "El jefe de los recogepelotas sab¨ªa que yo era portero y siempre me pon¨ªa en alguno de los goles, normalmente, en el norte", recuerda V¨ªctor. Y ah¨ª estaba Oliver Kahn, "un portero grande, o por lo menos, entonces, a m¨ª me pareci¨® enorme", rememora Vald¨¦s. En ¨¦sas, el Barcelona se acerc¨® al ¨¢rea alemana. En este punto, Vald¨¦s no atina a recordar quien, pero alguno de los futbolistas azulgrana remat¨® a porter¨ªa con un tiro seco, duro. "El bal¨®n iba muy, muy fuerte y Kahn lo bloc¨®. Esa acci¨®n me impact¨® para siempre. No lo puedo olvidar, la par¨® justo como a m¨ª me hubiera gustado parar esa pelota".
Desde entonces, Vald¨¦s es fan confeso del portero de Karlsruhe, Bal¨®n de Bronce en el a?o 2001, mejor portero de Europa cuatro temporadas, despu¨¦s de ganar ocho t¨ªtulos de la Bundesliga, seis Copas de Alemania, una Liga de Campeones (2001), otra de la UEFA (1996), una Eurocopa (1996) y un subcampeonato del mundo en Jap¨®n-Corea 2002.
"Para m¨ª es especial jugar contra el Bayern M¨²nich", dice Vald¨¦s. "Siempre me ha gustado enfrentarme a equipos alemanes y m¨¢s si toca hacerlo en el campo donde ha jugado ¨¦l". La devoci¨®n por Kahn se hace extensiva a la escuela alemana de porteros. "Suelen ser fuertes de piernas, blocan muy bien, son valientes, me gustan", dice. "Usan mucho la mano cambiada, porque lo trabajan de ni?os. En mi caso, cuando uso ese recurso es algo instintivo, pero me parece ¨²til".
Vald¨¦s, que tuvo "la suerte" de jugar una vez contra su ¨ªdolo en un amistoso disputado en el Arena de M¨²nich, guarda de aquel amistoso -un gol de Messi decidi¨® el Trofeo Franz Beckenbauer- el recuerdo del saludo con King Khan tras el duelo. No le pidi¨® la camiseta, por una cuesti¨®n de respeto, seguramente. El mismo que le profesan sus compa?eros y que para nada ha respetado Matth?us al decir recientemente: "El Barcelona es favorito para la Champions, pero necesita un portero". "Los alemanes son muy grandes, muy importantes, pero a veces tambi¨¦n se equivocan", terci¨® Guardiola, tan entregado a la causa de su portero que un d¨ªa asegur¨® que en el Bar?a juegan Vald¨¦s "y diez m¨¢s".
"El m¨ªster es un poco exagerado y se pas¨® un poco, pero se lo agradezco". No estaba muy contento con ¨¦l al inicio del campeonato, cuando decidi¨® cambiar a una defensa en zona en las jugadas a bal¨®n parado y, sobre todo, elimin¨® el defensa en el primer palo. "Bueno, te acostumbras pronto a la zona, pero reconozco que a veces ajusto un poco al compa?ero al primer palo", explica. Pero defiende la opci¨®n de la zona: "En el c¨®mputo general, hemos evitado muchos m¨¢s goles de los que hemos encajado", advierte un hombre convencido al que sus compa?eros se?alan por una fortaleza mental imprescindible, propia de un alem¨¢n. "Vald¨¦s ya no nos sorprende en ese sentido", asumi¨® ayer Puyol.
Tipo supersticioso -"uso recursos para ganar seguridad a nivel psicol¨®gico", dice- Vald¨¦s volver¨¢ a mirar las fotos que tiene pegadas en su taquilla mientras se viste -"son las fotos de las plantillas de cada a?o; lo hago como s¨ªmbolo de respeto a las personas que han sido mis compa?eros"-; saltar¨¢ al campo santigu¨¢ndose, con una toalla roja en el hombro -homenaje a Santiago Ca?izares, otro de sus ¨ªdolos: "siempre que la saco ha funcionado y sirve para secarme los guantes" aclara- y no pisar¨¢ ninguna raya blanca: "?Nunca! ya es instintivo", proclama.
Entonces, tocar¨¢ el larguero y tal vez mire al cr¨ªo que recoge los balones detr¨¢s de la porter¨ªa acord¨¢ndose de Kahn, de aquella noche del 96, de aquel bal¨®n blocado que ilumin¨® al ¨ªdolo, por qu¨¦ no, y de lo que ha sufrido para llegar donde est¨¢.
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