Donde Nge Ndomo com¨ªa zanguango
Los pueblos de la sierra del Segura se?alizan las localizaciones de la loca comedia de Jos¨¦ Luis Cuerda
Si yo escribo: "?Alcalde, todos somos contingentes...!", usted, lector, puede a) pensar que ¨¦stas no son formas de empezar un texto o b) saber exactamente de lo que hablamos y rematar la cita con un sonoro "?...pero usted es necesario!". As¨ª funciona una pel¨ªcula de culto: el vecino del quinto no ha o¨ªdo hablar de ella en su vida, pero el del cuarto la puede recitar de carrerilla. Amanece, que no es poco, rodada en la sierra del Segura por Jos¨¦ Luis Cuerda, fue una peque?a pel¨ªcula de humor surrealista que dur¨® poco en los cines y que lleva la tira descatalogada. Sin embargo, 20 a?os despu¨¦s de su estreno, su p¨¢gina de Facebook tiene 7.690 fans que pasan el d¨ªa intercambiando sus di¨¢logos. Mujeres al borde de un ataque de nervios tiene s¨®lo 1.451 fans; El d¨ªa de la Bestia, 492, y ninguna de ellas tiene una ruta tur¨ªstica espec¨ªfica.
?Qui¨¦n no ha o¨ªdo hablar del tir¨®n tur¨ªstico de El se?or de los anillos en Nueva Zelanda? Es dif¨ªcil imaginar hordas de viajeros en Ayna, Li¨¦tor o Molinicos, los pueblos en los que se centra la reci¨¦n estrenada ruta de Amanece, que no es poco, pero, para compensar, se nota que ha sido creada con cari?o y no como la en¨¦sima operaci¨®n de marketing.
"Me parece bien esta ruta por dos cosas", dice Jos¨¦ Luis Cuerda, "porque es una locura, lo cual es coherente con el universo de Amanece... y porque le puede venir bien a la zona; lo merece". Seg¨²n el director albacete?o, "en contra de lo que dicen, cualquier tiempo pasado fue peor y ahora el lugar, sin tanto disparate arquitect¨®nico, est¨¢ precioso". Cuenta Cuerda que, puesto a rodar en su tierra, quiso ense?ar lo que m¨¢s sorprendiese, una sierra en La Mancha; que no hay nada como ver a las cabras bajar a beber al r¨ªo Mundo; y que durante el rodaje, un aut¨®ctono se acerc¨® con una escopeta. "Vengo a pegarle un tiro a los del cine, que me tienen harto", confes¨® a la Guardia Civil, que lo mand¨® para casa sin mayor aspaviento. Como para no rodar aqu¨ª una joya del surrealismo.
Ayna. Donde crecen hombres
La primera se?al que se encuentra el turista cin¨¦filo coincide con el final de la pel¨ªcula. Es una de las 30 cartelas verdes que se han colocado a lo largo de la ruta, cada una con un texto y un fotograma que casa casi exactamente con lo que uno est¨¢ viendo. En esta primera foto, a las afueras de Ayna, el elenco est¨¢ sentado en una pe?a viendo amanecer, que no es poco, porque el sol sale al rev¨¦s. Desde el Mirador del Diablo, la localizaci¨®n, no hace falta que el sol haga cosas raras para llevarse una sorpresa: Ayna, la suiza manchega le dicen, cuelga abrazado de la monta?a. Enfrente hace equilibrios sobre un risco imposible la Virgen de lo Alto, que ya se llamaba as¨ª antes de que la subiesen en helic¨®ptero unos obreros llamados Los Sinandamios. La carretera sinuosa que baja al pueblo es el recorrido del encierro; presumen en Ayna de que inventaron los sanfermines y tambi¨¦n de que salieron en V¨ªdeos de Primera cuando un mozo se despe?¨® para evitar la cornada y detr¨¢s salt¨® el toro. Todav¨ªa no hemos entrado al pueblo, y ya es todo medio raro. A la entrada hay otra parada con se?al y vistas privilegiadas donde est¨¢ planeado colocar en breve un sidecar de acero para que los turistas puedan hacerse la foto como si fuesen Antonio Resines y Luis Ciges cuando llegan, desde Oklahoma, a este punto surrealista de La Mancha.
A Jes¨²s Moreno, 28 a?os, encargado de Turismo en Ayna, su madre lo llev¨® tarde al casting. No lo cogieron, pero aun as¨ª ha visto la pel¨ªcula 60 veces y se nota que la ver¨ªa otras 60. El primer sitio al que te lleva es al huerto. "Tenemos una vega muy cuidada", dice, "cada huerto es un palacio". En uno de los perfectos bancales de Ayna se rod¨® la escena en la que un hombre adulto crece del suelo. "Entonces Marcelino, el due?o del huerto, ten¨ªa acelgas, ahora son patatas", explica Jes¨²s, erudito. Aqu¨ª se va a colocar un hombre de hormig¨®n, para que las viajeras lo bauticen como hac¨ªa Pastora Vega en el filme. A la ribera del r¨ªo Mundo, un bonito paseo plano de varios kil¨®metros, le han crecido se?ales que marcan escenas m¨ªticas, como la conversaci¨®n del labrador con la calabaza o la llegada de la muchacha comunal al pueblo. "Y todo el rato te acompa?a la banda sonora de agua y p¨¢jaros", dice Jes¨²s se?alando en el aire golorines y tordenchas. En los alrededores hay, adem¨¢s, una cueva rupestre, una ruta de senderismo (GR-67) y hasta doscientas v¨ªas de escalada.
"Lo m¨¢s divertido para el fan", dice Jes¨²s, "es que el de la pensi¨®n es el ni?o deprim¨ªo, el panadero, uno de los belgas...". Se refiere a los extras con frase, vecinos del pueblo. Jos¨¦ el de El Goter¨®n ten¨ªa 21 a?os cuando hizo de borracho y todav¨ªa le reconocen algunos clientes de su restaurante. ?Su frase? "?Qu¨¦ bien canta la jod¨ªa!", se la dec¨ªa a la soprano Elisa Belmonte, "como para olvidarla, tuve que repetirla doscientas veces...". La taberna donde la dec¨ªa era en realidad el s¨®tano de Carmelina Palacios, de 83 a?os: "Cuando vi la pel¨ªcula la primera vez me decepcion¨® un poco, porque no tiene ni pies ni cabeza, pero al tiempo le coges cari?o, como sale tu pueblo...".
Saliendo de Ayna, en una curva entre tomates negros y pimientos para secar, dos hombres han aparcado los scooters para beber vino de parriza en una bota. "Yo era el pendenciero n¨²mero tres, Jos¨¦ Lozano, para servirles", dice el m¨¢s dicharachero (no en vano tiene una orquesta). Para a todo el que pasa ofreciendo vino y olivas "de las que amargan" y as¨ª se va formando un grupillo que echa la tarde en una cuneta entre chistes y recuerdos (por ejemplo, en Amanece... pagaban 10.000 pesetas si ten¨ªas frase). "?ste es un pueblo precioso, que si otros m¨¢s fanfarrones lo tuviesen tan bonito habr¨ªa que irse", dice Jos¨¦ en t¨ªpico retru¨¦cano albacete?o. Pasa una se?ora en bata: "?Quita, yo no me voy de Ayna!, ?no dice la tele que fuera est¨¢ la enfermedad de los gorrinos?".
Li¨¦tor. Kalinka, en la ermita
En Li¨¦tor la casa del cura siempre est¨¢ abierta porque don Paco es el gu¨ªa / historiador / sereno del pueblo. Hasta una calle tiene con su nombre (Francisco Navarro). De su mano, y con sus llaves, se entra a la ermita de Nuestra Se?ora de Bel¨¦n, que por fuera no parece nada, pero por dentro es una joya de pintura popular del XVIII, ilustrada de suelo a techo (hasta las vigas) con trampantojos y coloridas escenas. "Cuerda ya lo dijo, esta iglesia no necesita pel¨ªcula alguna para hacerse valer...", dice don Paco. "En Nueva York, que no tienen Historia, entiendo que hagan rutas de cine para ense?arlo, ?pero aqu¨ª?", pregunta mirando las hermosas paredes pintadas. El tono es amable, la pel¨ªcula le hace gracia, Cuerda le parece un genio ("por eso no acierta nunca") y recuerda haberlo pasado "bomba" ense?ando a Cassen a dar misa. Aunque en el filme pasa de todo dentro de la iglesia (incluido un baile de cosacos rusos) no le parece ofensiva. De hecho, cuando el director le ofreci¨® el gui¨®n antes de pedirle la iglesia, don Paco no lo quiso leer: "Si haces algo reprobable dentro, ser¨¢ tu responsabilidad por hacerlo, no la m¨ªa por prest¨¢rtela".
Solo en fiestas el cura cuelga en su puerta un cartel de "cerrado por vacas". El chiste hace referencia al encierro, que acaba en la plaza ante 15.000 personas (el pueblo tiene unas 1.400). El resto del tiempo don Paco organiza el archivo documental de Li¨¦tor en un cuartito secreto tras el retablo barroco de la iglesia nueva. Ciento setenta y cinco carpetones que ha le¨ªdo y transcrito en muchos casos. No es la ¨²nica joya de esta iglesia que contiene adem¨¢s un estupendo ajuar andalus¨ª que escondi¨® una familia medieval pensando que podr¨ªan volver a por ¨¦l: cucharas, peines, hachas, candiles, aldabas del siglo X-XI. Pero lo mejor es el ¨®rgano de Jos¨¦ Llopis, construido en 1787, "con un sonido a esta?o casi virgen" y dos teclados de hueso partidos con infinidad de registros (flaut¨ªn, viol¨®n, gran corneta...). "Es como las quinielas", dice don Paco sac¨¢ndole algunos acordes, "hay miles de combinaciones". Desde hace 27 a?os, los ¨²ltimos dos fines de semana de mayo y los dos primeros de junio, se celebran conciertos gratuitos a las ocho de la tarde. Acuden organistas de renombre a tocar este ingenio de aire y melod¨ªas.
El patrimonio hist¨®rico de Li¨¦tor se completa con una ristra de casas se?oriales, con escudos en piedra que cuelgan de sus elegantes fachadas. En la casa del conde se rod¨® la asamblea de mujeres de Amanece, que no es poco, y los due?os la han conservado casi igual. Desde sus balcones, el ubicuo r¨ªo Mundo rasga el valle en su bajada desde su famoso nacimiento (en el cercano Ri¨®par), uno de los enclaves m¨¢s visitados de la provincia. Cuentan que en el Trivial hay una pregunta que dice: ?en qu¨¦ municipio hay un agujero por el que se ve el mundo? La respuesta es Li¨¦tor, porque en uno de sus muchos caprichos de piedra un ojal se asoma al r¨ªo.
Para hacer noche, a las afueras del pueblo, la finca Corral de Ramas ofrece lo mejor de la tierra: un paisaje amplio y vac¨ªo y una cocina poderosa a base de platos en los que alimenta hasta el nombre (zanguango, atascaburras o gachasmigas). "A la sierra del Segura hay que ir a mirar y a zampar...", recomienda Cuerda, "el paisaje es estupendo, los paisanos, muy vistosos, y hay un arte y una historia muy importantes..., y despu¨¦s zampa y zampa: ajopringue, moje, olla de aldea..., ?y esas chuletillas a la brasa!". Por lo visto, una noche, lleg¨® a comerse 19.
Molinicos. De orden del se?or alcalde
Cuando propusieron a Pepe Osuna, el polic¨ªa de Molinicos, presentarse a alcalde, fue a convencer a su amiga Paqui para que fuese su segunda. Conversaron durante horas, pero la decisi¨®n qued¨® pendiente. Cuando ya estaba en la cama, Paqui llam¨® a Pepe: "?Oye, que con qu¨¦ partido te presentas?". As¨ª funcionan las cosas en un pueblo donde entre semana viven unas quinientas personas. "Yo, como dice el alcalde de la pel¨ªcula, soy alcalde para todos, me viene el que tiene un problema sentimental y al que se le ha roto la tele", explica Pepe. Ah¨ª se acaban las semejanzas, porque el mun¨ªcipe real es joven, socialista y, como est¨¢ felizmente casado, no ha vuelto nunca al pueblo con un "pimpollo" con la estampa de La Bombi (Fedra Lorente) levantando gritos de "la novia que sea comunal, ?y turgente!". Pepe tampoco usa el balc¨®n de la vieja plaza del Ayuntamiento desde el que el alcalde ficticio ped¨ªa al pueblo que hiciese flash back. la plaza s¨ª es un viaje al pasado: en ella se pueden revivir algunas escenas clave de Amanece..., como el di¨¢logo entre el cura y el guardia civil sobre el libre albedr¨ªo o la lluvia de arroz de Calasparra. El viejo Ayuntamiento guarda adem¨¢s un coqueto museo micol¨®gico sobre las setas de la zona.
Un poco m¨¢s arriba, la calle de los Molinos, t¨ªpicamente en cuesta, est¨¢ pr¨¢cticamente igual, casi se puede ver al personaje negro, Nge Ndomo, bajando en zigzag ("porque as¨ª se piensa mejor d¨®nde va uno"). Hacia el pueblo, hay casas blancas con tiestos de flores; hacia el valle, la vega del r¨ªo, la espectacular pe?a Perico y el parque natural de los Calares del r¨ªo Mundo. Aquello ya no sale en el filme, pero merece la visita. ?sta es quiz¨¢s la clave de la ruta de Amanece, que no es poco: sirve de excusa para descubrir un paisaje ins¨®lito a trav¨¦s de una ficci¨®n m¨¢s ins¨®lita todav¨ªa.
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Gu¨ªa
Informaci¨®n
? Oficina de Turismo en Albacete (www.turismocastillalamancha.com; 967 58 05 22).
? Turismo de Ayna (www.ayna.es; 967 29 53 16).
? Turismo de Li¨¦tor (www.lietor.es; 967 20 09 06).
? Ayuntamiento de Molinicos
(967 43 70 01).
Dormir
? Central de reservas de la mancomunidad de la sierra del Segura (www.sierradealbacete.com; 967 41 11 00).
? Corral de Ramas. Li¨¦tor. (www.corralderamas.com; 967 58 40 04). La doble, 60.
Visitas
? Ermita de Bel¨¦n. Li¨¦tor. Para entrar, llamar al cura, don Paco (967 20 00 04), o preguntar en la casa de enfrente.
? Conciertos de ¨®rgano de Li¨¦tor. Los d¨ªas 23 y 30 de mayo, y 6 y 13 de junio, a las 20.00. Gratis.
Ciudades que inspiran 'pelis'
"?Dame tu mejor perfil!", espeta la directora de casting al aspirante. Hasta ah¨ª, todo normal, pero el aspirante es un inocente turista de la ruta Un Madrid de Pel¨ªcula (www.esmadrid.com); la gritona, una actriz, y ambos est¨¢n en plena plaza del Conde de Barajas. Hasta finales de mayo y de nuevo en septiembre, el Ayuntamiento de Madrid ofrece (7,65 euros) un paseo guiado por los escenarios capitalinos de Almod¨®var, Amen¨¢bar o ?lex de la Iglesia, que se interrumpe con peque?os sketches interpretados por un grupo de j¨®venes actores.
En Barcelona, la oficina de turismo y la Film Comission han organizado seis rutas, las Barcelona Movie Walks (www.barcelonamovie.com). Los paseos autoguiados recorren localizaciones de filmes como
Vicky Cristina Barcelona,
de Woody Allen;
El perfume, Manuale d'amore 2
o las espa?olas
Todo sobre mi madre
o
Salvador
(Puig Antich).
En Andaluc¨ªa, la M¨¢laga que marc¨® la adolescencia de Antonio Banderas y que ¨¦ste recorri¨® en
El camino de los ingleses
tiene su ruta, as¨ª como las ciudades de
Alatriste:
C¨¢diz, ?beda, Baeza y Sevilla.
Pe en Gran¨¢tula y 'hobbits' en El Berrueco
Con un pa?uelo en el pelo y rebequita, la ¨²nica actriz espa?ola con un Oscar limpia una tumba en Gran¨¢tula de Calatrava y masculla: "?El viento de los cojones!". El arranque de Volver, de Pedro Almod¨®var, ha llevado hasta este camposanto de Ciudad Real a gente que de otra manera nunca hubiese llegado. Al pueblo le ha salido, adem¨¢s, en plena plaza un zapatazo de tac¨®n de 1.400 kilos. Es una de las esculturas/homenaje que marcan la ruta de Almod¨®var en La Mancha (www.turismocastillalamancha.com), con paradas en Puertollano, Calzada de Calatrava o Almagro.
"El turismo cinematogr¨¢fico es especialmente atractivo para las localizaciones que est¨¢n un poco fuera de ruta", explica Piluca Querol, coautora de Cine y turismo: una nueva estrategia de promoci¨®n, publicado por la Andaluc¨ªa Film Commission (www.andaluciafilm.com). La regi¨®n es pionera del turismo cinematogr¨¢fico en Espa?a, ya que, desde principios de los noventa, Almer¨ªa tiene servicios tur¨ªsticos (Mini Hollywood, Western Leone) en el desierto de Tabernas, donde Sergio Leone rodaba con dos duros sus spaghetti westerns. Para este a?o se prepara La gran ruta del cine en Andaluc¨ªa, un portal donde el viajero podr¨¢ elaborar su propio movie map (mapa de cine), que incluir¨¢ informaci¨®n "a la carta", seg¨²n Querol: "Datos sobre las pel¨ªculas, sus directores, an¨¦cdotas de rodaje, tiros de c¨¢maras, historias de los localizadores... y detalles como d¨®nde tomarte el aperitivo como en Lawrence de Arabia". Entre las actuales propuestas llama la atenci¨®n la ruta de El coraz¨®n de la tierra, una peque?a pel¨ªcula del director onubense Antonio Cuadri que narra los hechos ocurridos en Riotinto a finales del XIX, cuando los mineros se rebelaron contra los explotadores ingleses. Muchos de los extras eran descendientes de aquellos trabajadores y el paraje se convierte as¨ª no s¨®lo en localizaci¨®n, sino tambi¨¦n en protagonista de la pel¨ªcula.
A veces, en esto de las rutas cin¨¦filas cualquier excusa es buena para aprovechar el tir¨®n. Hace un par de a?os, algunos alcaldes se sumaron a una propuesta que pretend¨ªa recrear El se?or de los anillos en la sierra norte madrile?a. El proyecto, bautizado La Sierra Media (por la Tierra Media), se basaba en la supuesta similitud de los escenarios de Tolkien con los parajes madrile?os. As¨ª, el Berrueco ser¨ªa Hobbiton, hogar de los hobbits; Torremocha del Jarama, Gondor, reino de los humanos, y Puebla de la Sierra, las minas de los enanos. Al final qued¨® en nada, pero la zona puede presumir de que all¨ª se rod¨® hace 34 a?os Zampo y yo, la pel¨ªcula que lanz¨® a Ana Bel¨¦n.
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