Brasil aburre pero golea

Brasil aburre, pero golea. No entusiasma, pero golpea sin piedad a los rivales, siete goles en dos partidos, aunque fueran adversarios de perfil bajo. Sobre todo el de ayer, Estados Unidos, que ofreci¨® todo tipo de facilidades .

A Brasil le faltaba ox¨ªgeno, se quej¨® Dunga tras el semirrid¨ªculo ante Egipto, sus jugadores estaban acusando el cansancio de la larga temporada y de los cambios constantes de temperaturas, argument¨® el seleccionador. Y entr¨® Maicon en la alineaci¨®n en sustituci¨®n de Dani Alves para anunciar la llegada del s¨¦ptimo de caballer¨ªa. Con esa manera casi rob¨®tica de correr, arras¨® lo que se le puso por delante en el carril derecho y, desde all¨ª, impuls¨® a un Brasil que necesitaba un buen achuch¨®n. No es que el equipo de Dunga recuperara las esencias de su f¨²tbol de sal¨®n, pero al menos dio algunas muestras de querer intentarlo. Lo hizo en algunos momentos de la segunda parte, cuando Estados Unidos ya se hab¨ªa quedado con uno menos por la expulsi¨®n de Kljestan.

Se asociaron Maicon, Ramires y Kak¨¢, y trenzaron un gol bell¨ªsimo, en una incursi¨®n por la derecha que acab¨® con el tanto del lateral derecho. Era el tercero de la tarde y el primero en jugada elaborada. Empieza a ser una novedad que Brasil marque en una acci¨®n elaborada. Casi siempre en este torneo, suele hacerlo a bal¨®n parado o al contragolpe. El poder¨ªo a¨¦reo de la canarinha se est¨¢ revelando amenazante para los contrarios, que ya saben que, de sus siete goles, suma tres con la cabeza: Luis Fabiano y Juan marcaron ante Egipto, y ayer Felipe Melo repiti¨® frente a Estados Unidos.

Ramires, por cierto, tambi¨¦n fue una de las novedades positivas en la alineaci¨®n de Dunga. Frente a la indefinici¨®n de Elano ante a Egipto, Ramires, reciente fichaje del Benfica, de 22 a?os, le dio velocidad y recorrido al centro del campo brasile?o, como demostr¨® en la contra que condujo hasta las mismas barbas de Ronbinho, que aprovech¨® el regalo.

Esa jugada retrat¨® la inocencia de Estados Unidos, que perdi¨® el bal¨®n en un c¨®rner a favor y se repleg¨® tan mal que fue un pasillo de honor para el contragolpe culminado por Robinho. Lo extra?o es que Estados Unidos pusiera en tantos apuros a Italia en el primer partido. Desde que organizara el Mundial de 1994, hace ya 15 a?os, el gigante norteamericano apenas ha evolucionado. Se la est¨¢ esperando desde entonces, pero sigue transmitiendo ese aroma de amateurismo que tambi¨¦n emite Nueva Zelanda, las dos selecciones peores del torneo.