"Es nuestro, queremos verle"
Decenas de miles de indios se acercan a despedir a Vicente Ferrer - "Hizo un mundo mejor", dice la viuda, que tuvo que consolar a la gente
El adi¨®s a Vicente Ferrer en Anantapur, la ciudad donde vivi¨® y la tierra que le acoger¨¢ en su muerte, es la despedida a un padre. Dolorosa y sentida, pero tambi¨¦n serena, con mucha dignidad y esperanza. La marea humana que inund¨® el viernes la sede de la Fundaci¨®n que levant¨® el humanista catal¨¢n, tras conocerse su fallecimiento, se convirti¨® ayer en un r¨ªo, menos caudaloso y m¨¢s ordenado, pero constante.
La gente m¨¢s pobre de India se acercaba a mostrar su agradecimiento y a dejar constancia de que nunca olvidar¨¢n que Vicente Ferrer les ayud¨® a mejorar sus vidas. Muchos de los peregrinos que mostraban sus respetos eran campesinos descastados, enfermos de polio o mujeres que hab¨ªan ganado la dignidad arrebatada gracias a los programas de ayuda. Nadie quer¨ªa dejarlo marchar sin mostrar un ¨²ltimo agradecimiento. "Era de un pa¨ªs lejano, pero vino a trabajar incansablemente por los pobres, as¨ª que en est¨¢ en nuestro coraz¨®n, es nuestro, queremos verle", dec¨ªa Rana Krishna, que viaj¨® dos horas para llegar a la capilla ardiente.
"No soy s¨®lo yo quien ha perdido a su padre. ?l era del pueblo", dice el hijo
Frente al f¨¦retro lleno de guirnaldas, Anna Ferrer, su viuda, recib¨ªa las muestras de cari?o. "Para esta gente Vicente significa mucho: era el hombre que les ayudaba cuando lo necesitaban. ?l ha hecho un mundo mejor", aseguraban. La ex periodista inglesa que comparti¨® su vida con el cooperante tiene una mezcla de sentimientos. "Aunque me duele que Vicente ya no estar¨¢ f¨ªsicamente conmigo, estoy feliz porque ¨¦l ya no sufrir¨¢. Tambi¨¦n me siento privilegiada por poder seguir sus pasos. ?l dec¨ªa 'si no te olvidas de los pobres, nunca te equivocar¨¢s". Vestida de blanco, Anna Ferrer estaba serena, tanto que en algunas ocasiones era ella quien consolaba a los visitantes.
Al morirse, Ferrer ha dejado un enorme hueco en Anantapur. Pero, como Anna Ferrer, nadie duda de que el trabajo que emprendi¨®, seguir¨¢ adelante.
Aunque Vicente era la cara m¨¢s visible y la figura por excelencia y segu¨ªa participando, la organizaci¨®n marchaba ya por s¨ª misma, asegura Jordi Folgado, director general de la Fundaci¨®n en Espa?a y sobrino del cooperante. "Vicente ha sabido transmitir los valores esenciales de la humanidad: el mal vivir s¨®lo se puede acabar cuando se quieran los unos a los otros, es una frase muy sencilla, pero si se lleva a cabo da resultados incre¨ªbles", cuenta.
Y resume en una frase parte de la filosof¨ªa del fallecido cooperante, "los recursos son bienes escasos que no se pueden desperdiciar". El sobrino destacaba tambi¨¦n ayer el bueno humor que siempre adornaba al cooperante, convertido ya en una leyenda en India: "Se re¨ªa de s¨ª mismo y as¨ª como se tomaba las cosas en serio, se las tomaba en broma, y siempre riendo", recuerda.
Entre el ir y venir de peregrinos que no dejaban de llegar transcurri¨® el d¨ªa, impregnado de aromas de jazm¨ªn que se mezclaban con el sonido alegre de m¨²sica cl¨¢sica en vivo que celebraba la vida de Ferrer. Ya por la noche, decenas de personas cantaban y aplaud¨ªan frente a la capilla ardiente.
Moncho Ferrer, el hijo del fallecido, pas¨® todo el d¨ªa enrredado con los tr¨¢mites del sepelio. Muchos lo consideran como el succesor de la labor del cooperante, pero ¨¦l asegura que la sucesora es su madre. "Yo lo ser¨¦ en el futuro, pero todav¨ªa falta mucho", dice. Aunque reconoce que siempre debe seguir aprendiendo, piensa que est¨¢ preparado y que "es una suerte tener responsabilidad". Pero el reto se le antoja grande: los que lo conocieron aseguran que Vicente "no par¨® ni una hora en sus m¨¢s de 55 a?os en India de pensar en los dem¨¢s".
Moncho aseguraba ayer que a pesar de que estaba siempre volcado en la gente, tambi¨¦n como padre fue muy bueno. "No soy s¨®lo yo quien ha perdido a su padre, no era solo m¨ªo, era un hombre del pueblo", cont¨®.
Y entre risas, el hijo recuerda que de peque?o le llamaba "el salvaje de Anantapur", porque siempre andaba corriendo de un lado para otro en plena naturaleza. Y vuelve al funeral: "El ya no est¨¢ aqu¨ª en cuerpo, pero nos ha dejado su filosof¨ªa, su trabajo y las energ¨ªa para continuar".
Tal vez por ello, en la Fundaci¨®n contin¨²an hablando de Vicente Ferrer en presente: "El dice, el hace, el piensa", como si siguiera vivo.
El hombre que ense?¨® el camino
Deformado por la polio, Shankar Harain camina sin zapatos lo m¨¢s r¨¢pido que puede para honrar el cuerpo de Vicente Ferrer. "Desde que puedo trabajar y vivir independiente me respetan en mi aldea. En la Fundaci¨®n me dieron una casa y al mes recibo 150 rupias (poco m¨¢s de dos euros) de ayuda extra", relata. Este jornalero, que gana 32 rupias (medio euro) tras un d¨ªa de arduo trabajo en el campo, se ha librado de llevar una vida ser¨ªa "totalmente marginal".
"Las mujeres nos juntamos para hablar de cosas importantes y decidir nuestro futuro y el de nuestras familias, as¨ª hemos logrado un lugar en la sociedad", cuenta Isvarama, una campesina que participa en un grupo de microcr¨¦ditos. Utilizar¨¢ el dinero que ha ahorrado en la educaci¨®n de sus hijos. "Nos ha ense?ado el camino a una vida mejor", asegura. Como ella, poco a poco, los descastados se han dado cuenta de la importancia de que sus hijos vayan a la escuela y eso ayuda a disminuir la discriminaci¨®n, dice.
El enfoque de la Fundaci¨®n es "implicar a los beneficiarios desde el principio, en un trabajo conjunto, para que m¨¢s adelante logren la independencia", resume Maite Gasc¨®, una de las portavoces. Por eso se act¨²a en varias ¨¢reas a la vez.
Se espera un multitudinario entierro ma?ana en Batalapali, un pueblo cercano a Anantapur. El presidente del Congreso, Jos¨¦ Bono, embarc¨® ayer en un Falcon rumbo a la India para transmitir las condolencias oficiales. Lo acompa?aba la portavoz del PP, Soraya Sa¨¦nz de Santamar¨ªa.
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