Cerrojazo informativo
Las autoridades bloquean Internet y las redes de telefon¨ªa
El Gobierno chino ha impuesto una estricta censura sobre la informaci¨®n que sale de Urumqi sobre los enfrentamientos del domingo y las manifestaciones de ayer, que se han saldado con m¨¢s de 150 muertos. Las autoridades han cortado las l¨ªneas de tel¨¦fono internacionales -tanto fijos como m¨®viles- y han bloqueado Internet y el servicio de mensajes Twitter. Un apag¨®n informativo que ha afectado no s¨®lo a los ciudadanos locales y las noticias que recibe el resto de China, sino tambi¨¦n a la prensa internacional, que, cuando comenz¨® a llegar el lunes a la capital de Xinjiang, se encontr¨® con que s¨®lo era posible conectarse a la Red en un hotel de la ciudad. De ah¨ª que los periodistas extranjeros se hayan concentrado en ¨¦l para poder enviar sus cr¨®nicas, aunque s¨®lo es posible hacerlo desde el centro de negocios. En las habitaciones no funciona la conexi¨®n.
El Gobierno regional organiz¨® ayer algunas conferencias de prensa y visitas a la zona donde se produjeron las revueltas. Li Zhi, secretario general del Partido Comunista en Urumqi, asegur¨® en una comparecencia que Internet ha sido bloqueado porque fue utilizado para instigar las protestas. "Tenemos pruebas de que fue as¨ª. Por eso ha sido censurado", declar¨®.
Los responsables municipales llevaron a los periodistas en minibuses para mostrarles los alrededores del gran bazar de la ciudad, donde estallaron los enfrentamientos. En un concesionario de la marca de coches Gee-ly yace una docena de veh¨ªculos totalmente calcinados. Al lado, una tienda de repuestos ha ardido por completo. Otros negocios tienen los cristales rotos e innumerables da?os.
Pero la visita se les fue de las manos. Al ver desembarcar a varias docenas de reporteros extranjeros, cientos de uigures, principalmente mujeres y ni?os, salieron a su encuentro al grito de "Al¨¢ es grande" y "Xinjiang no es China".
Mujeres con las fotos de sus familiares detenidos -hay m¨¢s de 1.400 arrestados-, se echaron al suelo, entre sollozos. "Se han llevado a mi hijo. S¨®lo tiene 16 a?os. No s¨¦ qu¨¦ ha sido de ¨¦l", dice una mujer con la cabeza cubierta con un pa?uelo. "No les cre¨¢is, env¨ªan a sus hijos por la noche a crear problemas y luego ellas salen por la ma?ana a llorar", afirm¨® Yang Guoqiang, un funcionario del Gobierno, mientras intentaba por todos los medios que los periodistas volvieran a los minibuses para alejarlos del lugar.
"El domingo vinieron los soldados y detuvieron a 300 hombres, algunos eran adolescentes", asegura un uigur que es m¨¦dico. "Los desnudaron delante de las puertas de las casas y se los llevaron". "La relaci¨®n entre uigures y la etnia han era buena antes. Pero cualquiera reaccionar¨ªa as¨ª si se llevaran a sus familiares", sostiene.
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