El Deutsche Bank protagoniza otro esc¨¢ndalo de espionaje en Alemania

El mayor banco de Alemania, Deutsche Bank, ha puesto esta semana un nuevo eslab¨®n en la cadena de esc¨¢ndalos de espionaje interno en grandes empresas alemanas. Una nota de prensa del d¨ªa 22 reconoce que el banco vigil¨® "con dudosa legitimidad" a un miembro de su propia directiva, a otro de su Consejo de Vigilancia, a un periodista, a un accionista y a otra persona m¨¢s. La nota destacaba que no fueron "actividades sistem¨¢ticas" sino casos aislados. No obstante, los precedentes de otras grandes compa?¨ªas y los m¨¦todos utilizados por Deutsche Bank han causado un esc¨¢ndalo may¨²sculo. La prensa alemana recoge que Deutsche Bank envi¨® a Ibiza a una joven brasile?a de 23 a?os para que buscara "los puntos d¨¦biles" de un accionista inc¨®modo.

La entidad envi¨® a una joven brasile?a a Ibiza para seducir a un accionista

La compa?¨ªa apunta al jefe de su Consejo de Vigilancia como instigador del espionaje sufrido por el accionista Michael Bohndorf. El semanario Der Spiegel publica que Bohndorf recibi¨® en 2006, en su casa de Ibiza, la visita de al menos una "mujer joven" remitida por Deutsche Bank. La "atractiva joven brasile?a" sedujo a Bohndorf, de 66, para sonsacarlo.

Las cr¨ªticas de Bohndorf a la direcci¨®n durante las juntas de accionistas molestaban a los directivos. Sospechaban en el banco que Bohndorf form¨® causa com¨²n con el magnate Leo Kirch, que culpa a los ejecutivos de Francfort de la ruina de su imperio medi¨¢tico.

Preside Deutsche Bank el famoso y a menudo pol¨¦mico millonario suizo Josef Ackermann. Si bien el primero de los casos reconocidos por la compa?¨ªa sucedi¨® antes de su llegada a lo m¨¢s alto del banco, el resto de los esc¨¢ndalos ocurrieron durante su presidencia. Al parecer, el banco ya ha purgado a dos de sus ejecutivos a causa del presente esc¨¢ndalo. Uno de ellos, Wolfram Schmitt, encarg¨® directamente a una agencia de detectives el espionaje a Bohndorf, incluida la visita de la brasile?a. Seg¨²n Deutsche Bank, lo hizo tras "una conversaci¨®n con el presidente del Consejo de Vigilancia".

El jefe del Consejo de Vigilancia de Deutsche Bank era, entonces como hoy, Clemens B?rsig. Seg¨²n recordaba el viernes el diario S¨¹ddeutsche Zeitung, B?rsig hab¨ªa tratado de colocarse a s¨ª mismo como sucesor de Ackermann a principios de 2009. Casi todos contaban entonces con que Ackermann dejar¨ªa el banco en 2010, hasta que se anunci¨® en abril la renovaci¨®n de su contrato por cuatro a?os m¨¢s. El intento de B?rsig de alzarse a la presidencia, que el diario califica de "intentona golpista", podr¨ªa haber contribuido a la publicidad del esc¨¢ndalo de espionaje. La rivalidad entre Ackermann y B?rsig es conocida desde entonces. El esc¨¢ndalo salt¨® muy poco despu¨¦s. Ackermann y otros directivos han insistido en que aplicar¨¢n "tolerancia cero" a los implicados.

El banco se esmera en desviar la sospecha lejos de la actual directiva. Aseguran que nadie sab¨ªa de las actividades il¨ªcitas en los despachos directivos, donde el ¨²nico implicado ser¨ªa B?rsig. Ahora, B?rsig s¨®lo podr¨¢ defenderse implicando a otros, mientras en Alemania cunde una extrema sensibilidad respecto a las violaciones de la privacidad y al espionaje empresarial.

Hace unos meses, el jefe de Deutsche Bahn, Hartmut Mehdorn, dimiti¨® tras conocerse el esc¨¢ndalo de espionaje en el seno de la compa?¨ªa p¨²blica de ferrocarriles. Con la excusa de la lucha contra la corrupci¨®n, la empresa espi¨® las actividades de decenas de miles de empleados. Llegaron a borrar e-mails internos de los empleados. El a?o pasado, el gigante de telefon¨ªa y comunicaciones Deutsche Telekom reconoci¨® haber espiado las actividades de algunos de sus empleados. Como operadora de telefon¨ªa m¨®vil y de conexiones a Internet, las posibilidades de espionaje de Deutsche Telekom son formidables.