Volvo se maquilla para la venta
Ford da m¨¢s plazo para las ofertas por su filial, ahora que los resultados mejoran
Un periodista cometi¨® una vez la imprudencia de preguntarle a Stephen Odell si disfrutaba con su trabajo. "Un trabajo es ir a la oficina unas cuantas horas y luego irte a casa. Lo m¨ªo no es un trabajo. Es mi vida", respondi¨® entonces el ahora presidente de la sueca Volvo Cars.
Este londinense de 54 a?os se emplea a fondo actualmente en rentabilizar la marca. Volvo ha prescindido del 25% de la plantilla y ha recortado dr¨¢sticamente sus costes de producci¨®n. "Esa pobre gente no hizo nada malo; son s¨®lo v¨ªctimas de la situaci¨®n", lament¨® Odell esta semana durante una visita a Madrid.
Con esta pol¨ªtica, Volvo ha conseguido adelgazar las p¨¦rdidas del primer semestre del a?o hasta los 231 millones de d¨®lares (162 millones de euros) en el primer semestre. Malos resultados, "pero mejores que el semestre anterior", opina Odell, cuando se perdieron 850 millones de d¨®lares.
"Si se quiere vender es porque no encaja en la cartera de Ford", dice Odell
El objetivo es claro. Convertir a Volvo Cars en un producto atractivo y mejorar as¨ª las ofertas de compra, que estos d¨ªas baraja su matriz, Ford. "Yo trabajo para Volvo, y mi objetivo no es venderla, sino hacerla rentable y viable, pase lo que pase".
El grupo estadounidense ha ralentizado las negociaciones para lograr m¨¢s opciones y m¨¢s suculentas, seg¨²n public¨® el pasado viernes el rotativo estadounidense The Wall Street Journal. Seg¨²n el diario, hay tres grupos interesados por el momento. Uno es el omnipresente BAIH, que fue descartado en la venta de Opel, otro consorcio encabezado por Geely's Holding Group, tambi¨¦n de China, y un grupo de inversores europeos, de momento, an¨®nimos.
Odell es fiel a su compromiso de confidencialidad -se sienta a la mesa de las valoraciones- y no confirma ni descarta ninguna opci¨®n. En el turbulento panorama de adquisiciones en el sector entran en las pujas grupos heterog¨¦neos y ajenos al sector, como fondos de capital riesgo. "Los fondos de inversi¨®n dan un buen acceso a la liquidez y pueden aportar mucho al concepto del autom¨®vil", cuenta este ejecutivo.
Volvo ha reducido p¨¦rdidas con su ajuste de cintur¨®n y Ford logr¨® beneficios con la reestructuraci¨®n de su deuda y sin tener que pasar por el famoso taller del cap¨ªtulo 11 de la suspensi¨®n de pagos estadounidense, como ha hecho su competidor General Motors. El grupo de Alan Mullaly asegura tener suficiente liquidez para tirar adelante todas sus marcas, "incluyendo las perspectivas m¨¢s realistas", a?ade Odell. ?Por qu¨¦ quiere vender su premium Volvo? "Si se barajan las ofertas es porque la estampa sueca no encaja ya en la cartera de Ford", dice Odell. "La venta de Volvo es estrategia".
Ford esperar¨¢ todav¨ªa unas semanas antes de cerrar el plazo para recibir ofertas. Quiere vender Volvo, pero bien. "No queremos que se malvendan marcas, como ha sucedido ya. Es vergonzoso", dijo Odell en clara referencia a la sueca Saab, que General Motors coloc¨® a un precio simb¨®lico al fabricante de deportivos Koenigsegg.
Volvo prepara ahora su inmersi¨®n en el mercado ecol¨®gico. Lanzar¨¢ en 2012 su modelo h¨ªbrido, enchufable desde casa y con una autonom¨ªa de 100 kil¨®metros. Sus emisiones estar¨¢n por debajo de los 50 g/km CO2.
Ser¨¢ perfectamente compatible con las ayudas de los Gobierno para la compra de este tipo de veh¨ªculos, en caso de que todav¨ªa existieran. Odell, quien opina que las ventas no volver¨¢n a los niveles de 2007 hasta dentro de tres a?os, piensa que los Gobiernos prorrogar¨¢n las subvenciones porque funcionan. "No creo que las Administraciones detengan las ayudas cuando dicen que lo van a hacer", dice. Representan, seg¨²n ¨¦l, un beneficio no s¨®lo para el sector sino para el crecimiento de los productos interiores brutos de los pa¨ªses.
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