El juez se?alado por Camps como m¨¢s que amigo le salv¨® del banquillo

Tienen en com¨²n sus posiciones conservadoras. Pero no por eso estuvieron de acuerdo. Juan Luis de la R¨²a, presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) y de la propia Sala de lo Civil y Penal, se aline¨® con Jos¨¦ Francisco Ceres, un magistrado de accidentado nombramiento (fue desestimado por el Supremo y posteriormente objeto de una repesca no exenta de cr¨ªticas) frente a Juan Montero, catedr¨¢tico que ha compartido con el instructor de la causa, Jos¨¦ Flors, muchas publicaciones de an¨¢lisis de leyes. La Sala de lo Civil y Penal ten¨ªa en sus manos el futuro de Francisco Camps, el presidente valenciano, y Montero, que acabar¨ªa redactando un voto particular, no estuvo dispuesto a aceptar cualquier argumentaci¨®n para archivar el caso.

El primer d¨ªa de deliberaci¨®n, el martes 28, ya qued¨® clara la intenci¨®n de cerrar el caso. Pero el jueves, la insuficiente argumentaci¨®n del ponente, Ceres, abri¨® una brecha con Montero que result¨® insalvable. M¨¢s a¨²n despu¨¦s de conocer que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) se inhib¨ªa en favor del de Valencia para que incorporara a la causa al cabecilla de la trama corrupta, Francisco Correa, y a dos de sus hombres, ?lvaro P¨¦rez y Pablo Crespo.

La trama habr¨ªa pagado los trajes que recibieron el presidente Francisco Camps; el secretario general de los populares valencianos, Ricardo Costa; el ex vicepresidente de la Generalitat, V¨ªctor Campos; y el ex jefe de la consejer¨ªa de Turismo, Rafael Betoret, los cuatro imputados, pero tambi¨¦n otros 14 cargos del Gobierno auton¨®mico recibieron regalos, como revelaba un documento que adjunt¨® el tribunal madrile?o, que advert¨ªa que quedaba documentaci¨®n por analizar que pudiera tener relaci¨®n con el caso. Montero asumi¨® una posici¨®n de prudencia y plante¨® que, ante la duda de si los hechos fueron o no delito, lo mejor era llegar hasta el final y que el valor de las pruebas decidiera. Su voto no era decisivo.

De la R¨²a, especialmente, y Ceres, que en el auto recurre incluso al derecho alem¨¢n para vestir la interpretaci¨®n del art¨ªculo 426 sobre el cohecho pasivo impropio, no se movieron de su intenci¨®n de cerrar el caso. Y eso a pesar de que la discusi¨®n fue tensa y dura.

La intervenci¨®n del presidente del TSJ, a quien Camps llam¨® "m¨¢s que amigo", salv¨® a los imputados de ir a juicio. De la R¨²a estaba en la deliberaci¨®n porque el otro miembro de la sala, el magistrado Juan Climent, se encontraba de vacaciones. Eso hizo que s¨ª interviniera, aunque el presidente no suele participar en los llamados tr¨¢mites intermedios de las causas como son los recursos.