Los impresentables zombies de George A. Romero
Tim Burton homenajeaba en su tragic¨®mica y maravillosa Ed Wood a un hombre que tuvo el dudoso honor de ser reconocido como el peor director de la historia del cine. Destacaba su entusiasmo ¨¦pico y su inventiva, su generosidad en la amistad y su posibilismo surrealista, la ins¨®lita haza?a que supon¨ªa hacer una pel¨ªcula en tres d¨ªas, con actores grotescos y un director de fotograf¨ªa dalt¨®nico, su capacidad para liar a todo tipo de freakies con tal de que sus proyectos de contar historias en im¨¢genes salieran adelante, la indescriptible chapuza mental que distingu¨ªa a sus guiones y la indesmayable fe que ten¨ªa en sus posibilidades como creador. No he podido ver nunca la obra de Ed Wood, pero trato de imaginar los espantos que perpetraba.
Dudo que hasta los adictos al 'gore' disfruten con este tedioso engendro
En la jornada de ayer, observando con ilimitado pasmo y algo cercano a la alucinaci¨®n la demencial El regreso de los muertos pensaba que su director George A. Romero podr¨ªa rivalizar seriamente con Ed Wood en el t¨ªtulo al director m¨¢s lamentable de la historia. Con la diferencia a favor del segundo de que las locuras del tal Romero ni siquiera te hacen re¨ªr, que estos zombies se toman muy en serio su canibalesca actividad. Dudo que incluso los adictos al gore que est¨¦n excesivamente fumados puedan disfrutar m¨ªnimamente con este tedioso engendro. Y te preguntas qu¨¦ diablos pinta en la secci¨®n oficial de un festival con inocuas pretensiones art¨ªsticas una gilipollez de este calibre. La respuesta es que todo vale en la Mostra, a condici¨®n de que suponga un insulto para la inteligencia y el gusto de cualquier espectador que no haya perdido definitivamente la cabeza.
A George Romero le cabe la distinci¨®n de haber inaugurado hace 40 a?os el g¨¦nero de zombies con La noche de los muertos vivientes, pel¨ªcula de culto para bastante gente pero que si alguien medianamente l¨²cido se toma la molestia de revisar en DVD comprobar¨¢ que es transparentemente endeble. Pero con El regreso de los muertos se ha superado a s¨ª mismo. El argumento no existe aunque la incapacidad de Romero para crear tensi¨®n, asustar o simplemente entretener aqu¨ª alcanza niveles grandiosos. Lo ¨²nico que te produce este recital de mordiscos, v¨ªsceras desparramadas y continuo griter¨ªo es una irreprimible modorra y la certidumbre de que est¨¢s perdiendo el tiempo de forma imperdonable.
Michele Placido, adem¨¢s de actor habitual y muy popular en el cine italiano, tambi¨¦n dirige pel¨ªculas y en alg¨²n caso con notable resultado como en ese retrato de las guerras mafiosas titulado Romanzo criminale. En El gran sue?o describe con evidentes referencias autobiogr¨¢ficas la convulsi¨®n a lo largo del a?o 1968 que viven un grupo de estudiantes que acaba de entrar en la Universidad de Roma, la evoluci¨®n ideol¨®gica de un chaval con vocaci¨®n de actor y que se gana la vida como polic¨ªa al ser infiltrado como esp¨ªa en los c¨ªrculos revolucionarios, entre hijos de la burgues¨ªa que han adoptado como iconos a Mao, Lenin y el Che Guevara y cuya incendiaria contestaci¨®n empieza a preocupar seriamente al sistema. Es una pel¨ªcula blandita y en la que todo resulta previsible, incluida una historia de amor a tres bandas, rodada de forma simplona y con personajes y situaciones esquem¨¢ticas, pero al menos resulta entendible y no agrede a la vista ni al o¨ªdo. Tal como est¨¢ el panorama, me conformo con semejante levedad.
Tampoco provoca excesivas emociones la pel¨ªcula de la directora iran¨ª Shirin Neshat Mujeres sin hombres, que sigue los tristes pasos de cuatro se?oras machacadas por la vida, el marido o el hermano. La novedad es que est¨¢ situada en la ¨¦poca del Sha, lamentable constataci¨®n de que la condici¨®n femenina siempre ha sido problem¨¢tica en ese territorio, con la dictadura que pretend¨ªa occidentalizar a Persia y con el fundamentalismo isl¨¢mico.
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