El futuro de Seat
A mediados de los sesenta la situaci¨®n de Seat era grave. Los problemas de su socio, la italiana Fiat, repercutieron sobre ella. La crisis de Fiat provoc¨® la presentaci¨®n por parte de Agnelli de un plan de reestructuraci¨®n con muchos despidos en las plantas de Tur¨ªn. La reacci¨®n sindical italiana consigui¨® que, antes de discutir cierres en Italia, Fiat se desprendiera de Seat, con lo cual ¨¦sta qued¨® en manos de Gobierno espa?ol, ya que su propietario ¨²nico pas¨® a ser el INI. Se entr¨® en una din¨¢mica de recesi¨®n y las p¨¦rdidas anuales empezaron a ser considerables, o m¨¢s claramente, inasumibles por el INI.
Se plante¨® cerrar ya que, al dejar de formar parte del grupo Fiat, Seat no ten¨ªa productos ni tecnolog¨ªa propios, y adem¨¢s su volumen de producci¨®n era muy peque?o para poder competir con otras marcas de veh¨ªculos de gama media-baja. Mercedes, Jaguar o BMW pueden ser rentables fabricando unos cientos de miles de veh¨ªculos al a?o, pero Renault, Volkswagen, Nissan, Citro?n o Fiat deben fabricar millones de coches. Seat compet¨ªa con estos segundos, pero con un volumen de producci¨®n como los primeros. La disyuntiva era simple: o integrarse en un grupo mayor, o cerrar, con grandes costes de empleo para Espa?a y sobre todo para Catalu?a.
Los criterios de localizaci¨®n son de costes, productividad y clima laboral, y as¨ª se conceden ayudas a cambio de garant¨ªas
Despu¨¦s de un periodo de tanteos se lleg¨® a alcanzar un acuerdo con el grupo Volkswagen (VW). Este acuerdo supuso la venta, haci¨¦ndose cargo el Gobierno de todas las p¨¦rdidas acumuladas y garantizando VW la continuidad de producci¨®n y el volumen de empleo. Para conceder las ayudas que pidi¨® VW, el Ministerio de Industria exigi¨® a cambio que, adem¨¢s de fabricar en Espa?a veh¨ªculos de VW (por ejemplo el Polo), Seat desarrollara y fabricara modelos propios, para lo que hubo que crear un centro tecnol¨®gico de desarrollo en Martorell.
El acuerdo se cerr¨® en 1987 y funcion¨® a satisfacci¨®n de ambas partes. Seat pas¨® de ser un fabricante de veh¨ªculos creados en Italia a convertirse poco a poco en una empresa que concibe y fabrica sus propios modelos. Probablemente el de mayor ¨¦xito ha sido el Ibiza, pero no hay que olvidar el C¨®rdoba, el Le¨®n, el Altea... Seat es una empresa del grupo VW, pero con marca, comercializaci¨®n y, lo m¨¢s importante, tecnolog¨ªa propias, y ha permitido la aparici¨®n a su alrededor de una potente industria de componentes de automoci¨®n.
Ahora que vientos de crisis sacuden la industria automovil¨ªstica, aparecen peligros para el empleo en las f¨¢bricas espa?olas porque las actuaciones de las multinacionales pasan por fusiones, ventas, reducciones de plantillas o cierres. Los gobiernos de los territorios donde est¨¢n situadas las plantas no quedan al margen de ello, pues las repercusiones laborales son muy importantes. Se ven presionados por la opini¨®n p¨²blica, especialmente la sindical, y al mismo tiempo son objeto de petici¨®n de ayudas por las multinacionales, que aprovechan en su favor esta presi¨®n. Los criterios de localizaci¨®n son sobre todo de costes, de productividad y de clima laboral, y as¨ª se conceden ayudas y se aceptan sacrificios a cambio de garant¨ªas de continuidad en el empleo e inversiones de mejora de productividad.
Siempre he cre¨ªdo que deber¨ªa introducirse un nuevo criterio: la exigencia de situar, junto a las f¨¢bricas, centros de desarrollo, tanto para la concepci¨®n de nuevos modelos y componentes como para la mejora en los sistemas de producci¨®n. Pienso que, junto a la productividad (que es imprescindible), nada ayuda m¨¢s a fijar una actividad en un territorio que la proximidad del conocimiento y el talento necesarios para llevarla a cabo. La existencia de centros generadores de conocimiento e innovaci¨®n, sean instituciones universitarias, empresas suministradoras o centros de la propia empresa, es un criterio clave en las decisiones de localizaci¨®n.
Fue una gran noticia la decisi¨®n de situar en Martorell la pr¨®xima fabricaci¨®n del Audi Q3 y a ello contribuyeron los sindicatos y los gobiernos catal¨¢n y espa?ol. La noticia reciente de que el presidente de Seat, James Muir, propone crear en Martorell un nuevo centro de I+D sobre eficiencia energ¨¦tica y medioambiental es para m¨ª una noticia todav¨ªa m¨¢s importante, dada la trascendencia que estos temas tendr¨¢n en el coche del futuro. Si el Q3 es clave a corto plazo, este centro puede serlo a medio y a largo. Los gobiernos, especialmente el catal¨¢n, deber¨ªan poner esfuerzos y recursos, si hace falta, para conseguir que esta iniciativa se convierta en realidad.
Joan Maj¨® es ingeniero y ex ministro.
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