Salvad al trabajador alem¨¢n
El plan de Magna prev¨¦ despidos en la planta de Arag¨®n para generar empleo en la alemana de Russelheil, rompiendo el sindicalismo europeo de Opel
Opel no es una marca cualquiera de autom¨®viles. No lo es en Arag¨®n, donde genera el 5% del PIB de la regi¨®n y es el motor del 55% de sus exportaciones. Pero tampoco lo es en Europa, donde Opel representaba la bandera de un sindicalismo continental, gracias al trabajo de un ejemplar Comit¨¦ de Empresa europeo. En Opel, con f¨¢bricas en Alemania, Espa?a, Inglaterra, B¨¦lgica, Polonia y Hungr¨ªa, la interlocuci¨®n entre la empresa (norteamericana, por otra parte, porque la propietaria es el gigante General Motors, GM) y trabajadores hab¨ªa superado las fronteras nacionales.
Hasta ahora.
Tras la puesta en venta de la firma por la quiebra de GM, el europe¨ªsmo de Opel est¨¢ a punto de romperse ante la existencia de un plan industrial en el que sobran unos 10.500 trabajadores de un total de 45.000. Cuando representantes del Gobierno espa?ol y de la comunidad de Arag¨®n acudieron a una reuni¨®n con sus hom¨®logos alemanes hace unas semanas para tratar asuntos importantes del futuro de la compa?¨ªa, se toparon con un detalle muy desagradable: en la mesa hab¨ªan colocado una ¨²nica bandera alemana y el portavoz alem¨¢n exig¨ªa que la reuni¨®n se celebrase en su idioma. No era una an¨¦cdota.
Fabricar un coche en Zaragoza es 600 euros m¨¢s barato que en Alemania
Desde 1993 s¨®lo ha habido una huelga, de dos horas, en Figueruelas
En tiempo de recesi¨®n, la solidaridad entre europeos amenaza quiebra. La situaci¨®n es muy sencilla: Opel est¨¢ en venta y m¨¢s del 50% de sus trabajadores son alemanes. Opel es una marca alemana. Y el Gobierno alem¨¢n, sin consultar a nadie, ofrece un pr¨¦stamo de 1.500 millones de euros adem¨¢s de 300 millones en efectivo supeditados a que Magna (con financiaci¨®n de un banco ruso, Sberbank) compre la compa?¨ªa. Magna es un holding canadiense, especializado en componentes y marcas blancas para la industria de la automoci¨®n con f¨¢bricas en Austria y que suele trabajar para Mercedes, BMW y Volkswagen. Curioso: todo firmas alemanas. Ese dinero, m¨¢s la posibilidad de un cr¨¦dito de hasta 4.500 millones, es para Magna y s¨®lo para Magna.
GM tiene que elegir entre Magna y un fondo de inversi¨®n belga. La presi¨®n alemana es tan fuerte (hay una campa?a electoral de por medio) que GM termina aceptando que Magna inicie las gestiones de compra. Cuando Magna explica su plan industrial se desvela sus intenciones: cierre de la f¨¢brica de Amberes (2.321 trabajadores), reducciones en Luton (Gran Breta?a) y un recorte de 1.672 empleos que puede ser letal en la f¨¢brica m¨¢s productiva de la marca, la de Figueruelas (Arag¨®n). ?Y las plantas alemanas?: la de Bochum pierde 2.045 empleos pero la de Russelheil, gracias al desmantelamiento de una l¨ªnea de producci¨®n precisamente en Figueruelas, ganar¨¢ empleo.
En una foto de estos d¨ªas puede apreciarse c¨®mo, detr¨¢s de un portavoz de Magna, aplaude el presidente del comit¨¦ de empresa europeo de Opel. Es Klaus Franz. Alem¨¢n por m¨¢s se?as.
A ninguno de los otros cuatro representantes del comit¨¦ de empresa (un espa?ol, un ingl¨¦s, un belga y un polaco) se le hubiera ocurrido aplaudir. Un sindicalista no puede aplaudir una reducci¨®n de empleo. Tampoco la aplauden los Gobiernos afectados: Alemania ha jugado en solitario esta partida. Por eso, el detalle de una sola bandera y un solo idioma en una reuni¨®n entre altos cargos de dos gobiernos es tan ilustrativo.
Los representantes sindicales espa?oles en Figueruelas no quieren hablar de una rotura del principio de solidaridad europea en el que tanto cre¨ªan. "Hab¨ªamos conseguido un alto nivel de interlocuci¨®n a escala europea, hab¨ªamos llegado a acuerdos para todas las plantas", recuerda Pedro Bona, miembro espa?ol del comit¨¦ europeo. Prefieren esperar acontecimientos, que acabe la campa?a electoral alemana, y que el asunto se pueda reconducir. "?Hubi¨¦ramos hecho nosotros lo mismo?", se pregunta Bona, "?si el dinero fuera espa?ol?, ?habr¨ªamos defendido exclusivamente a los trabajadores espa?oles?". Una idea de Europa se rompe en Opel.
La cuesti¨®n principal es la existencia de un plan industrial que, hasta donde se conoce, se traduce en una amenaza de muerte para Figueruelas y para la econom¨ªa de Arag¨®n. Figueruelas es una de las 10 plantas m¨¢s competitivas del mundo, seg¨²n el informe Harbour, una empresa independiente que mide la productividad de las empresas. Es la n¨²mero uno de GM. Un coche fabricado en Zaragoza puesto en destino es 600 euros m¨¢s barato que uno elaborado en Alemania. Era adem¨¢s una f¨¢brica poco conflictiva: desde 1993 s¨®lo ha sufrido una huelga de dos horas.
Si como anuncia el plan industrial, 1.672 de los 7.400 trabajadores espa?oles de Opel (lleg¨® a haber 9.370) se tienen que ir a casa, si se elimina una l¨ªnea de producci¨®n porque parte de la fabricaci¨®n del Corsa tres puertas se traslada a Alemania, adem¨¢s de la totalidad del Opel cinco puertas, si lo ¨²nico que va a producir Figueruelas es el Opel Meriva y algunas partidas del Combo, los ingenieros, los economistas y los l¨ªderes sindicales han hecho sus cuentas y saben que eso significa que Figueruelas se va al garete en cuatro a?os.
Una crisis que se cuece en despachos de Frankfort y Zurich est¨¢ minando la moral de los trabajadores espa?oles. El proceso dura meses y las noticias no han dejado de ser desalentadoras. Se han celebrado asambleas en las f¨¢bricas sin incidentes, pero el clima social se est¨¢ tensando: hay gente con ganas de barricada. Tantos a?os de esfuerzo, de tensi¨®n por ser los mejores, de conflictividad nula en beneficio de la productividad para acabar en el paro puede provocar la radicalizaci¨®n. Figueruelas es una caldera en ebullici¨®n.
Lo siente Jos¨¦ Juan Arceiz, l¨ªder del comit¨¦ de empresa espa?ol: "La gente est¨¢ cansada y muy harta, pero todav¨ªa hay que esperar acontecimientos, la reacci¨®n de otros gobiernos". Arceiz est¨¢ preocupado porque la ira de los trabajadores y de la prensa aragonesa se dirija contra Magna. "Se est¨¢ queriendo culpabilizar a Magna, que no deja de ser un inversor, un socio industrial. Y sin socio industrial, Opel no tiene futuro". Sin embargo, no acaba de entenderse que haya que desguazar la planta m¨¢s rentable.
Y herida de muerte Figueruelas, una parte sensible de la industria aragonesa (adem¨¢s de algunas plantas en La Rioja y Navarra) sufrir¨¢. Cada trabajador de Figueruelas genera de 8 a 15 puestos de trabajo en la industria auxiliar porque el 78% de las piezas de un coche (un modelo puede tener de 3.000 a 5.000 piezas) se hacen fuera de la f¨¢brica y la tendencia ser¨ªa la de reducir ese porcentaje. Si cae Figueruelas cae el 25% de la industria aragonesa y casi el 60% de su capacidad exportadora. Una bomba en Arag¨®n.
Movilizaci¨®n en la capital aragonesa
Miles de personas se manifestaron ayer por las calles de Zaragoza contra el plan de Magna para la planta de Opel en Figueruelas, encabezados por los representantes de los trabajadores de la fabrica y acompa?ados por pol¨ªticos de todos los partidos.
La manifestaci¨®n parti¨® a las doce del mediod¨ªa de la plaza de San Miguel tras una pancarta con el lema "Opel y auxiliares: por un plan industrial viable. Significa empleo y futuro para Arag¨®n".
El presidente de Arag¨®n, Marcelino Iglesias, aprovech¨® su intervenci¨®n ante el Comit¨¦ Federal del PSOE para pedir a todo el partido y a su secretario general, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, apoyo para que la planta no pierda producci¨®n. "Nos preocupa que se deslocalice a otras factor¨ªas menos eficientes de la UE", afirm¨®, seg¨²n fuentes socialistas. En presencia del comisario europeo de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, Joaqu¨ªn Almunia, pidi¨® tambi¨¦n que hagan todo lo posible para que se respeten las normas europeas de ayudas p¨²blicas en el caso de Opel.
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