El duende que te quita el 'sent¨ªo'
Tapas y un vinito. Buler¨ªas y caballos que bailan. El T¨ªo Pepe y Lola Flores. La noche se alarga en Jerez de la Frontera con toques flamencos, pero tambi¨¦n con sonidos 'indie rock'. Pura pasi¨®n
Jerez no se aclara: se?orial y bohemia, moderna y tradicional, monumental y de callejuelas, beata y rumbera. No le hace falta aclararse, porque acoge a todos. Extendida en la campi?a y a 15 minutos de la costa, la mayor ciudad de la provincia de C¨¢diz (206.000 habitantes) est¨¢ orgullosa de su patrimonio m¨¢s universal: el flamenco (es cuna de las buler¨ªas), el vino y los caballos (tres elementos muy presentes en su web tur¨ªstica: www.turismojerez.com). Tambi¨¦n conocida por el Mundial de Motociclismo y su elegante feria, esta urbe din¨¢mica presenta un casco antiguo con alma, m¨¢s de una decena de palacios y m¨¢s de treinta bodegas. Conocerla no es nada dif¨ªcil: Ryanair acaba de inaugurar la l¨ªnea Madrid-Jerez (es el aeropuerto de la provincia) a precios tan bajos que uno piensa que le est¨¢n tomando el pelo (ida y vuelta desde 52,18 euros).
09.00 Una mezquita entre 18
Si se empieza el d¨ªa por la calle Corredera, uno se va preparando para el espect¨¢culo de luz, arte de fachadas y bullicio que depara Jerez. Esta v¨ªa conecta las estaciones de tren y autobuses con el coraz¨®n de la ciudad. Tranquilidad, recr¨¦ese en puntos como la plaza de las Angustias (1), con un aire andaluz evidente. Como casi todo en esta ciudad de casas se?oriales y naranjos en las aceras. Pronto aparece la plaza del Arenal (2), con su fuente y su suelo ajedrezado. Detr¨¢s espera el alc¨¢zar ¨¢rabe del siglo XII (3). Si se entra a la fortaleza, el primer patio que se ve pertenece al Palacio de Villavicencio, construido en medio del monumento en el siglo XVIII. Dentro se puede visitar la mezquita (la ¨²nica que se conserva de las 18 que existieron en el Jerez musulm¨¢n), el alminar desde el que se llamaba a la oraci¨®n, los ba?os y los amplios jardines andalus¨ªes.
11.30 La tarta t¨ªpica lleva 37 especias
Unos pasos m¨¢s abajo y la Historia pasa veloz. Hay que levantar bastante el cuello por culpa de la enorme catedral (4), mezcla de g¨®tico, barroco y neocl¨¢sico. El edificio tiene su rareza: la torre de ascendencia mud¨¦jar que se sit¨²a en una esquina, separada del resto del templo. Posiblemente fue el minarete de la antigua mezquita. En la plaza del Arroyo (5), vemos otro palacio: el de Bertemart¨ª, del siglo XVIII. Barroco en movimiento.
Ahora se enfilar¨¢ la calle Consistorio. All¨ª se encuentra la famos¨ªsima pasteler¨ªa La Rosa de Oro (6) (Consistorio, 7), que vende la tarta t¨ªpica de Jerez (llamada as¨ª, tal cual). Elaborada seg¨²n una receta andalus¨ª del siglo XII, el dulce lleva pasas de Pedro Xim¨¦nez (ya habr¨¢ tiempo de hablar de los vinos), 37 especias y almendras. En la plaza del Cabildo (7) hay que disparar fotos: el antiguo Ayuntamiento tiene una fachada tan renacentista que uno puede pensar que est¨¢ en ?beda o Baeza. Otra sorpresa, esta vez g¨®tica pura, espera en mitad de la nada. En el kil¨®metro 5 de la carretera de Jerez-Algeciras se encuentra la cartuja de Santa Mar¨ªa, solitaria y enigm¨¢tica. La pena es que si no dispone de coche propio no podr¨¢ visitarla.
13.15 Alegres calor¨ªas
A esta hora Jerez hace ruido. Se?oras que van al mercado (el interior parece una estaci¨®n de tren decimon¨®nica), chavales modernos que vienen, trabajadores con chaqueta, hippies y j¨®venes de gomina y pelo hacia atr¨¢s. Algunos piensan que la ciudad es se?orita y m¨¢s cercana en idiosincrasia a Sevilla que a C¨¢diz, pero en estas calles hay sitios para todos. Es hora del aperitivo: olv¨ªdese de la cerveza. En la capital mundial del jerez (xeres o sherry), probarla ser¨ªa casi un sacrilegio. D¨¦jese llevar por las reputadas marcas de aqu¨ª: fino (T¨ªo Pepe y La Ina), Pedro Xim¨¦nez, con su caracter¨ªstico sabor a pasas (No¨¦) y dulce (Canasta Cream). Se puede meter en el bar Juanito (8) (Pescader¨ªa Vieja, s/n. 956 33 48 38) para comer pesca¨ªto frito, tortillitas de camarones, ri?ones al jerez, carne mechada o berza (cocido con garbanzos, chorizo, morcilla y tocino). Quitan el sent¨ªo. Alegres calor¨ªas de las que desprenderse calle Larga arriba, calle Larga abajo, donde se encuentra el bar y restaurante El Gallo Azul (9) (calle Larga, 2).
15.00 Taconeo y herraduras
Andar m¨¢s no vendr¨¢ mal. En la coqueta plaza de Rafael Rivero (10) se encuentra otro de los palacios m¨¢s renombrados, el de Luna. Ad¨¦ntrese por donde vea que no caben los coches. Lo mejor es mirar y sentir el duende. ?Lo notan? En la taberna El Arriate (11) (calle Francos, 43), con azulejos, una figura de cart¨®n de Lola Flores y fotos de Louis Armstrong, se oyen voces broncas que se arrancan a cantar en menos de lo que tarda una chispa en encenderse.
Las herraduras de los caballos arrastran las t¨ªpicas calesas con turistas. Jerez acoge la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre (12) (avenida del Duque de Abrantes, s/n. 956 31 96 35; www.realescuela.org) con sus pura sangre. Este complejo incluye un jard¨ªn bot¨¢nico, un palacio dise?ado por Charles Garnier (autor de la ?pera de Par¨ªs), el museo de carruajes y los potros entrenando. Cerca se ubica el Museo del Misterio de Jerez (13) (Cervantes, 3. 902 18 21 00), un pedag¨®gico paseo por la historia de los caldos de la tierra. Pero mejor es la pr¨¢ctica: un fino en Tradici¨®n (14) (calle de los Cordobeses, 3. 956 16 86 28), una bodeguita muy aut¨¦ntica, o una visita a T¨ªo Pepe (15) (calle Manuel Mar¨ªa Gonz¨¢lez, 12. 902 44 00 77, reservar con antelaci¨®n) o a cualquier otra bodega, por ejemplo la del rejoneador ?lvaro Domecq(reservas: 956 33 96 34), reci¨¦n abierta a las visitas y una de las m¨¢s antiguas de Jerez.
19.00 Un gui?o a 'La Faraona'
Las iglesias de la Merced y de Santiago indican el principio de otro baile de callejones, el barrio de Santiago, uno de los puntales jerezanos del flamenco, donde viven el desgarro jondo y la patada-metralleta por buler¨ªas. Detr¨¢s de estas fachadas nacieron Jos¨¦ Merc¨¦ y El Capullo. Habr¨¢ que ver, sin agobios, la plaza de San Juan (16) (con el Centro Andaluz de Arte Flamenco), las calles Chanciller¨ªa, el palacio Ponce de Le¨®n (blanco y con una ventana g¨®tica en la esquina como de Calixto y Melibea), la calle de la Pescader¨ªa Vieja, la plaza de San Mateo y el palacio Riquelme. Mucha cal y silencio.
Directos a los hammams andalus¨ªes (17) (calle de Salvador, 6. 956 34 90 66). Cuando se salga, ser¨¢ de noche, pero las luces amarillas aportan una atm¨®sfera extra?a al barrio de San Miguel, flamenco de pasi¨®n poderosa. Orgullo del barrio son La Paquera de Jerez y Lola Flores. La Faraona cuenta con una estatua de brazos encaracolados en la confluencia de las calles Empedrada y Cerrofuerte. Cerca est¨¢ la pe?a Los Cern¨ªcalos (18) (calle de S¨¢nchez Vizca¨ªno, 25). Otra opci¨®n es la pe?a T¨ªo Jos¨¦ de Paula (19) (calle Mercede, 11), en el barrio de Santiago. Antes habr¨¢ que cenar: la Casa del Arroz (calle de Francos, 10) no defrauda.
23.30 Jaleo improvisado
Uno sale de escuchar buler¨ªas con el esp¨ªritu caldeado. La noche jerezana se cuece en el Damajuana - (20) (Francos, 18). El jaleo m¨¢s alternativo hay que buscarlo en El Comedia (Clavel, 2), con sesiones de m¨²sica indie rock. De talante parecido, aunque con gente m¨¢s arreglada, es el Caf¨¦ Arenal (Caballeros, 38). El discotequeo chic se halla en las dos plantas de la sala Oxi (calle Zaragoza, s/n). Si uno se agobia, en las callejuelas se puede encontrar con alg¨²n grupo y una juerga improvisada. Palmeo, esa alegr¨ªa melanc¨®lica, el pellizco. Mire a ver si encuentra el duende.
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