El oasis se queda seco
El temor a un 'crash' inmobiliario en Dubai alarma al mundo - El vecino emirato de Abu Dabi promete ayudar
Amir M. compr¨® un piso hace cuatro a?os en una de las nuevas urbanizaciones de la Sports City de Dubai, en el ensanche de esta ciudad-Estado. Entonces, la gente hac¨ªa cola ante las inmobiliarias y nada m¨¢s firmar el contrato ya encontraban quien les ofrec¨ªa un 10% m¨¢s por la propiedad. As¨ª que Amir no tuvo reparo en entregar a cuenta la mitad del importe de un proyecto del que s¨®lo vio los planos. No buscaba especular, sino un refugio para su familia y su dinero en caso de que las cosas se pusieran mal en su Ir¨¢n natal. Sin embargo, con el 80% del piso pagado, a¨²n no se han puesto los cimientos.
"Ten¨ªan que haberme entregado el piso a finales de 2008, pero cuando estuve all¨ª este verano s¨®lo hab¨ªa arena", declara sin esconder su frustraci¨®n.
Al inicio de la crisis ya hubo avisos del riesgo de no poder refinanciar la deuda
No es el ¨²nico. Decenas de miles de inversores y profesionales de medio mundo se han sentido atra¨ªdos en los ¨²ltimos a?os por el milagro en el desierto de un emirato que tres d¨¦cadas atr¨¢s pocos pod¨ªan localizar en el mapa y sin apenas petr¨®leo. Al abrigo de sus generosas pol¨ªticas fiscales, las infraestructuras y el empe?o de sus l¨ªderes en convertirlo en un centro mundial de negocios, ha florecido una peculiar, y acomodada, clase media multinacional entre la ¨¦lite de los nativos (menos del 10% de sus tres millones de habitantes) y el ej¨¦rcito de trabajadores inmigrantes en condiciones de semiesclavitud.
Al mismo tiempo, un cuidadoso marketing transmit¨ªa estabilidad en una regi¨®n cuya imagen internacional est¨¢ lastrada por las guerras, el terrorismo y la violencia sectaria. Sus extravagantes centros comerciales y su ocio se convirtieron en la mejor promoci¨®n. Dubai, el m¨¢s din¨¢mico de los siete Estados que integran la federaci¨®n de Emiratos ?rabes Unidos (EAU), se asocia hoy al edificio m¨¢s alto del mundo (que se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo enero), el hotel con m¨¢s estrellas o una pista de esqu¨ª cubierta en pleno desierto. Los jeques lograron atenci¨®n y dinero. Junto a capitales brit¨¢nicos y estadounidenses, llegaron tambi¨¦n los de muchos iran¨ªes y otros ciudadanos de pa¨ªses inestables de la zona, como Pakist¨¢n, Afganist¨¢n o Irak.
El caso de Ir¨¢n es significativo porque, seg¨²n fuentes de este pa¨ªs, un 20% de las inmobiliarias de Dubai est¨¢n en manos de alguno de los 400.000 iran¨ªes que viven en el emirato y que controlan activos por 200.000 millones de d¨®lares (133.441 millones de euros). Claro que eso era antes de que los problemas crediticios del consorcio Dubai World, y en particular de Nakheel, su subsidiaria inmobiliaria, pusieran en cuesti¨®n el valor de esas inversiones.
La noticia de que ese fondo soberano, que concentra el 75% de la deuda del emirato, ha solicitado una refinanciaci¨®n de sus pagos ha reavivado el temor a un crash inmobiliario. Al inicio de la crisis financiera global ya hubo observadores que avisaron del riesgo de que las constructoras de Dubai no pudieran refinanciar las deudas de miles de millones que hab¨ªan contra¨ªdo para financiar megaproyectos de islas artificiales en forma de palmeras y continentes. Desde entonces, 25.000 millones de d¨®lares (16.680 millones de euros) del Gobierno federal de EAU han ayudado a mantener la certeza de que el Estado no permitir¨ªa el derrumbe.
En esta ocasi¨®n, Abu Dabi, el emirato que extrae el 90% del petr¨®leo que convierte a EAU en el tercer exportador mundial, se ha mostrado m¨¢s cauto. Una fuente oficial asegur¨® ayer a la agencia Reuters que van a "estudiar los compromisos de Dubai y a decidir caso por caso", lo que significa que Abu Dabi no va a cubrir todas sus deudas. El anuncio supone una llamada de atenci¨®n a los inversores que durante a?os han asumido que el hermano mayor iba a actuar de red de seguridad para las piruetas en el aire de su vecino.
"Quienes s¨®lo invirtieron para especular est¨¢n teniendo perdidas porque con el baj¨®n econ¨®mico algunos proyectos no valen ni la mitad de lo que han pagado por ellos", afirma un analista. De hecho, s¨®lo hay que coger la secci¨®n inmobiliaria de cualquier peri¨®dico local para darse cuenta que en algunas zonas de Dubai el metro cuadrado ha pasado de 200.000 a 50.000 dirhams (de 36.000 a 9.000 euros).
Escaso consuelo para Amir M. Si resulta dif¨ªcil vender un piso, mucho m¨¢s uno por levantar. Tampoco la constructora est¨¢ en condiciones de devolverle las entregas a cuenta. S¨®lo le queda esperar que los petrod¨®lares vuelvan a salir al rescate del sue?o de Dubai, que el susto sirva para que sus dirigentes redimensionen sus ambiciones y que su apartamento vea la luz, incluso a riesgo de que valga menos de lo pagado.
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