Una choza que mola 'mazo'
Se imaginan un hotel donde sogas, cajas de cerveza o pal¨¦s se usan como muebles y dan forma a la recepci¨®n, la cocina o los espacios de descanso? Superbude (Superchoza), este audaz hotel-albergue de 74 habitaciones inaugurado hace meses en Hamburgo, es la respuesta. El resultado del uso de materiales cotidianos por parte de los autores, el estudio de arquitectura alem¨¢n 3Meta, con el arquitecto Armin Fischer a la cabeza, deriva en un interiorismo muy innovador y de claro aire povera (pobre). Baste como ejemplo que el tradicional desatascador para el ba?o, al que se le han hecho tres agujeros en el palo, encuentra un nuevo uso como perchero en las habitaciones.
El Superbude, galardonado en 2008 con el European Hotel Design Award, est¨¢, parad¨®jicamente, clasificado con una estrella. Las ventajas de esa aparente, y s¨®lo aparente, falta de glamour son muchas: esp¨ªritu joven y espacios sorprendentes; pero la fundamental: unos precios pensados para cualquier bolsillo (se puede dormir en las habitaciones m¨²ltiples desde 16 euros la noche, y el desayuno cuesta 7 euros). En el patio interior, por el que se accede al hotel, llama la atenci¨®n una instalaci¨®n a base de cubos. A continuaci¨®n, en el vest¨ªbulo se descubren los pal¨¦s como estructura de los sof¨¢s. Id¨¦ntica idea sirve para los sof¨¢s forrados a base de vaqueros desechados. Y gruesas sogas enrolladas hacen las veces de mesas y asientos. En el bar-recepci¨®n, si alzan la vista, descubrir¨¢n que las l¨¢mparas est¨¢n hechas con tazas. No se termina aqu¨ª la cosa, ya que cajas de la m¨ªtica cerveza Astra se usan como asientos alrededor de las grandes mesas comunes del comedor. El propio Armin Fischer reconoce que el encargo hac¨ªa hincapi¨¦ en conseguir un hotel de dise?o innovador y heterog¨¦neo e interior de aire portuario -que, adem¨¢s, no puede negar un inconfundible look n¨®rdico- y precios asequibles. Para conseguirlo, Fischer juega con algunos clich¨¦s relacionados con su ¨¦poca estudiantil -?qu¨¦ Erasmus no ha usado cajas de cerveza como sillas hasta poder comprarse las que le gustaban?- y la intensa actividad portuaria hamburguesa. Por ejemplo: en la cocina, los m¨®dulos son enormes cajas de madera como las que transportan los barcos. Adem¨¢s, en los ba?o, los espejos redondos recuerdan a ojos de buey. Superm¨¹de (supercansado), dice la divertida web del hotel -a?¨¢danle a eso superdise?o y superprecios-; entonces... moraleja: la creatividad y la profesionalidad son las mejores consejeras (tanto si hay presupuesto como si no).
Superbude. Spaldinstrabe, 152. 20097 Hamburgo. 49 (0) 403 80 87 80; www.superbude.de. C¨®mo llegar: un taxi desde la estaci¨®n central cuesta 6 euros.
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