El otro Bill Gates
Es peque?o, casi enclenque, gafudo, arr¨ªa los pantalones a la antigua usanza, con el cinto calzado casi en el estern¨®n. Que le dar¨ªas una limosna. Es humilde, gentil, escucha. Que parece un fil¨®sofo. Es multimillonario, pero sobre todo es el emprendedor de ¨¦xito, con 105.000 empleados, en su mayor¨ªa ingenieros, que "ha cambiado la percepci¨®n antip¨¢tica que los indios ten¨ªan de los empresarios", comenta Toni Joseph, consejero delegado de Mindworks Global Media Services. "Es el Bill Gates de la India, el que hizo de su ciudad de Bangalore un Silicon Valley", le define su amiga Bachi Karkaria, periodista del Times of India. Es Narayana Murthy (1946), el fundador y presidente de Infosys, uno de los siete empresarios m¨¢s admirados (y premiados) de todo el mundo. Un tipo capaz de contratar 25.000 ingenieros en un solo ejercicio, pero que sigue viviendo frugalmente en su domicilio de siempre.
Murthy, empresario l¨ªder en tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, mitad fraile mitad multimillonario
Su trayectoria viene a cuento porque 2009 ha sido el a?o de los emergentes pa¨ªses BRIC, con China afianz¨¢ndose en la locomotora de la econom¨ªa mundial, Brasil consolidando su hegemon¨ªa latinoamericana y todos ellos cortando el bacalao en la cumbre de Copenhague. Porque conviene a los espa?oles, ah¨ªtos de traficantes y negociantes, recordar que existen verdaderos empresarios. Y porque almorzar con ¨¦l es una experiencia que se debe compartir.
Murthy fund¨® Infosys en 1981 con seis amigos y los ahorrillos de su esposa. Iba en ciclomotor. Estallaba la revoluci¨®n de los ordenadores personales, de alto poder y bajo coste, y empezaban a ser fiables para las finanzas, telecos, control de producci¨®n o servicios al cliente, relata. "Algunos nos dimos cuenta de esa revoluci¨®n y sab¨ªamos que ten¨ªamos talento, decenas de miles de ingenieros en paro, que podr¨ªan proporcionar soluciones a las necesidades de los pa¨ªses del G-7", rememora.
La empresa de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n creci¨® a borbotones sobre todo desde la liberalizaci¨®n econ¨®mica india en los noventa, y tras el estallido de la burbuja de las puntocom, cuando muchas compa?¨ªas norteamericanas deslocalizaron a mansalva sus desarrollos de software y backoffice (administraci¨®n/gesti¨®n interna). Primera empresa de su pa¨ªs en cotizar en el Nasdaq, en 1999, factura 2.000 millones de d¨®lares anuales, obtiene unos beneficios trimestrales de 317 millones, y est¨¢ implantada en m¨¢s de veinte pa¨ªses. No en vano el 90% de sus pedidos proceden del exterior, frente a la l¨ªder, Tata Consultancy Services (3.000 millones), orientada al mercado interior y los contratos gubernamentales.
Murthy explica esos resultados por la explotaci¨®n del recurso "talento": "Hemos creado una cadena de valor a?adido de talento, entrenando a nuestra gente a ser innovadores, a plantearse problemas y sus soluciones". Y por una visi¨®n globalista del negocio que permite convertir lo negativo en positivo. Como la invenci¨®n de una nueva jornada laboral: "Combinando los horarios de trabajo en India y Am¨¦rica, el d¨ªa de 24 horas permit¨ªa resolver los problemas de los clientes cuando ¨¦stos dorm¨ªan", como ya formul¨® en el IESE barcelon¨¦s, del que es asiduo visitante, en 2007.
Mientras unos apuestan a que China, por tama?o, disciplina y desigualdades menores ostentar¨¢ el liderazgo asi¨¢tico a medio plazo, otros votan por India, porque pese a sus mayores desigualdades, sociales, ¨¦tnicas y religiosas, el capitalismo (emergente) se da ah¨ª la mano con la democracia (imperfecta), evitando el trauma de enterrar una dictadura y bautizar un Estado de derecho. Para Murthy, los cimientos de la fortaleza de su pa¨ªs los puso Nehru, "nuestro ¨¦xito es tributario de su apuesta por la educaci¨®n y la formaci¨®n". Pero considera como requisito indispensable para su potencia el logro de una paz duradera en la regi¨®n (Paquist¨¢n, Sri Lanka, Bangla Desh...). Mientras, su sector ha aportado a la econom¨ªa india el 40% de los empleos creados en el ¨²ltimo decenio; ha multiplicado por seis la educaci¨®n en ingenier¨ªas; genera al a?o unos ingresos de 47.000 millones de d¨®lares, y el 33% del comercio exterior. Y se las promete felices, porque para 2020, el mercado mundial de externalizaci¨®n por software, hoy de 400.000 millones de d¨®lares, se triplicar¨¢.
Pero la India-potencia econ¨®mica sigue teniendo pies sociales de barro, reconoce. "Una buena parte de mis conciudadanos no se beneficia de esos extraordinarios resultados", la mitad no tienen acceso a los servicios sanitarios, el 80% no dispone de cuenta corriente en el banco; cerca del 45% de la distribuci¨®n alimentaria falla.
Por eso ejerce, como Gates, de fil¨¢ntropo militante con la Fundaci¨®n Infosys. Y es que, multimillonario de vida frailuna, este "capitalista desde la raz¨®n", admirador sin recato de Milton Friedman, se confiesa tambi¨¦n un "socialista de coraz¨®n". Como empresario notorio, su filosof¨ªa es sencilla: "Actuar lleva a ser reconocido; el reconocimiento trae el respeto; el respeto acarrea poder. La humildad en el uso del propio poder realza la dignidad de una organizaci¨®n". Igual que aqu¨ª, ?verdad?
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