El legado creativo de Juantxu Rodr¨ªguez
Una exposici¨®n muestra todos los temas que inspiraron al fot¨®grafo asesinado en Panam¨¢ hace 20 a?os
Ya se han cumplido 20 a?os desde su muerte, el 21 de diciembre de 1989. Ese d¨ªa perdi¨® la vida Juantxu Rodr¨ªguez, colaborador de EL PA?S y el primer fot¨®grafo espa?ol asesinado durante un conflicto b¨¦lico. Las balas de un marine cortaron en seco una vida dedicada a contar historias detr¨¢s de la c¨¢mara. Fue en Panam¨¢, en plena calle. La ilegal invasi¨®n estadounidense le sorprendi¨® cuando se dirig¨ªa junto a la periodista Maruja Torres a realizar un reportaje sobre los jesuitas asesinados en El Salvador.
La imagen de Juantxu muerto, tomada por un c¨¢mara de la televisi¨®n sueca, dio la vuelta al mundo. Y aunque ¨¦l no era un reportero de guerra ni estaba all¨ª para retratar la invasi¨®n, su nombre ha quedado ligado al conflicto. La Escuela de Fotograf¨ªa Centro de Imagen de Madrid, EFTI (Fuenterrab¨ªa, 4), ha querido hacer coincidir el aniversario de la muerte del fot¨®grafo con una amplia exposici¨®n que se podr¨¢ ver hasta el 26 de enero en la que se recupera un legado que habla de tipos marginales, de perdedores y de mundos cargados de conflictos humanos.
La exposici¨®n lleva por t¨ªtulo Fotograf¨ªas que hablan solas. Muestra el mundo que le interesaba retratar a Juantxu, un mundo enfocado hacia temas estrictamente humanos.
La exposici¨®n arranca con una selecci¨®n de los muchos trabajos que realiz¨® en Estados Unidos, pa¨ªs al que viaj¨® para retratar espa?oles. Hizo esos retratos de compatriotas, pero sobre todo captur¨® el mundo de la calle. El Bronx neoyorquino le fascin¨®: el interior de los edificios abandonados y repletos de basuras que s¨®lo se atreven a pisotear los yonquis, los grupos de indigentes negros calent¨¢ndose frente al fuego en plena calle. Im¨¢genes tambi¨¦n menos duras, como el grupo multi¨¦tnico de ni?os que miran fascinados un grupo de maniqu¨ªes infantiles en un escaparate; la fiesta de comuni¨®n de unas ni?as negras disfrazadas de princesas; ejecutivos esperando el autob¨²s...
De Madrid, predominan im¨¢genes de boxeo y travestis. Es un mundo nocturno, siempre cargado de humo que, de repente, se suaviza por la presencia de un ni?o.
La serie dedicada a la margen izquierda de Bilbao est¨¢ muy ligada con las primeras im¨¢genes que impactaron a Rodr¨ªguez. Nacido en Casilla de Coria (C¨¢ceres), emigr¨® con su familia a Portugalete (Vizcaya) con s¨®lo cuatro a?os. Con los altos hornos como tel¨®n de fondo, su mundo se puebla de playas convertidas en muelles, de sardineras arrastrando enormes sacos de pescado en la lonja, de trabajadores arrastrando tambi¨¦n grandes sacos y de estampas de j¨®venes que intentan evadirse de la falta de horizonte con la m¨²sica y las drogas.
La serie m¨¢s amable es la de retratos de gente de la cultura y la ciencia realizados en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo. Impresiona la mirada de Antonio Saura o de Antonio L¨®pez; sorprende el aire canalla de Miquel Barcel¨® e impone la fuerza de Octavio Paz.
Todo un legado en la l¨ªnea de los mejores fot¨®grafos.
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