Los venezolanos se lanzan a comprar tras la devaluaci¨®n del bol¨ªvar
Ch¨¢vez pide al Ej¨¦rcito y al pueblo que eviten la subida de precios
Hugo Ch¨¢vez ha declarado la guerra total, incluso con los fusiles, al alza general de precios en Venezuela tras devaluar el bol¨ªvar un 50% el viernes pasado. "Quiero que el pueblo y la Guardia Nacional se vaya a la calle a luchar contra la especulaci¨®n y a tomar medidas. No podemos permitir que algunos burgueses, oligarcas, est¨¦n diciendo que por las medidas anunciadas el viernes tienen que incrementar todos los precios. ?De ninguna manera lo vamos a aceptar!", dijo ayer el presidente-comandante durante su programa dominical de radio y televisi¨®n Al¨® Presidente.
Y si los precios se siguen disparando y no se rinden, amenaz¨®, ser¨ªa incluso capaz de expropiar los negocios a los comerciantes para entreg¨¢rselos a los "trabajadores". "Se tratar¨ªa de una transferencia de propiedad. Estoy seguro de que los trabajadores no van a robar al pueblo, van a controlar los precios y hasta los bajar¨ªan".
Para el presidente venezolano, la devaluaci¨®n de la moneda no justifica el aumento de los costes, pues la mayor¨ªa de las mercanc¨ªas que est¨¢ ahora en venta "fue importada con el precio viejo del d¨®lar" de 2,15 bol¨ªvares. El viernes en la noche, Ch¨¢vez decret¨® dos nuevas referencias para el cambio de divisas: una de 2,60 bol¨ªvares fuertes (la moneda impuesta en enero de 2008 por Ch¨¢vez) por d¨®lar para importaciones esenciales como alimentos y medicinas; y otra de 4,30 bol¨ªvares por d¨®lar para todos los dem¨¢s sectores, entre los cuales se cuentan el comercio, el autom¨®vil y las telecomunicaciones.
El s¨¢bado, las tiendas amanecieron abarrotadas de clientes que quer¨ªan llev¨¢rselo todo ante el temor a una escalada de precios. Son las llamadas "compras nerviosas". Es una marea tan c¨ªclica como la pol¨ªtica y la econom¨ªa del pa¨ªs, que inunda las tiendas cuando se sospechan aumentos de precios o en v¨ªspera de elecciones presidenciales o cuando hay rumores de golpe de Estado.
S¨®lo que esta vez los venezolanos no compraron enlatados, ni harina, ni arroz. Cargaban con televisores de plasma, equipos de sonido, hornos de microondas. "Porque el lunes todo costar¨¢ el doble, y porque en este pa¨ªs es mejor tener el dinero en equipos que en el banco", se justificaba por la televisi¨®n uno de estos compradores compulsivos. Algunas venezolanas, preocupadas por la belleza y un hipot¨¦tico bloqueo de importaciones, ten¨ªan una inquietud adicional: "?Cu¨¢nto van a costar un champ¨², si ac¨¢ todo es importado? ?Llegar¨¢ un momento, como en Cuba, en que no haya ni champ¨² para comprar?".
La devaluaci¨®n tom¨® por sorpresa a los comerciantes, que en otras circunstancias hubiesen reajustado los precios al nuevo tipo de cambio. Hacerlo, alegan algunos, no habr¨ªa sido fraude, pues mucha de esa mercanc¨ªa ya hab¨ªa sido comprada al precio del d¨®lar paralelo -que la semana pasada cerr¨® en 6,20 bol¨ªvares fuertes- "por culpa" de los retrasos de la Comisi¨®n Nacional de Administraci¨®n de Divisas al entregar a los importadores los d¨®lares a precio preferencial.
Desde que anunci¨® la medida, Hugo Ch¨¢vez se ha cuidado de no llamarla "devaluaci¨®n" sino "ajuste cambiario". A su pol¨ªtica de ahorrar divisas a trav¨¦s de la reducci¨®n de importaciones -que en 2008 llegaron hasta los 55.000 millones de d¨®lares- la ha bautizado "reimpulso de la econom¨ªa". Y a las voces de la oposici¨®n que vaticinan la ca¨ªda de su Gobierno como consecuencia de la crisis las tach¨® de "ap¨¢tridas".
"Hice un anuncio y andan compar¨¢ndolo con el viernes negro. (...) Dijeron ahora s¨ª ser¨¢ el final de Ch¨¢vez (...). P¨®nganse a esperar", ha dicho el presidente. Aunque el tipo de cambio anterior era insostenible, los analistas criticaron que Ch¨¢vez haya tomado esta medida para recibir m¨¢s dinero sin importarle el impacto del alza de los precios. "El Estado recibir¨¢ ahora el doble por sus exportaciones, pues importa a 2,6 bol¨ªvares y recibe 4,3 bol¨ªvares por cada d¨®lar", ha dicho el economista Orlando Ochoa.
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La devaluaci¨®n, una vieja tradici¨®n
Hugo Ch¨¢vez no ha sido el primer presidente venezolano que ha restringido la venta de divisas para anclar el tipo de cambio. Pero, en los ¨²ltimos 30 a?os y a pesar de la larga duraci¨®n que han tenido los controles, nunca como en su Gobierno se hab¨ªa devaluado la moneda local en forma tan vertiginosa.
Desde que Hugo Ch¨¢vez asumi¨® la presidencia, en febrero de 1999, hasta ahora, el bol¨ªvar se ha depreciado un 87%, o superior al 90% si se toma el tipo de cambio del mercado paralelo. En 1999, cada d¨®lar costaba 576 bol¨ªvares. En la actualidad, y tras la reconversi¨®n monetaria de enero de 2008, cuesta 4,30 bol¨ªvares fuertes (m¨¢s de 6 en el mercado negro), que equivalen a 4.300 bol¨ªvares antiguos. Ni siquiera el reciente boom petrolero, por el que el crudo venezolano se pag¨® a 126,4 d¨®lares por barril en julio de 2008, logr¨® detener la ca¨ªda de la moneda.
La devaluaci¨®n actual s¨®lo es comparable con la del Gobierno anterior, del presidente Rafael Caldera (1994-1999), cuando el bol¨ªvar se depreci¨® el 81% frente al d¨®lar. Pero el precio del petr¨®leo venezolano descendi¨® hasta a 9 d¨®lares por barril. Tambi¨¦n el presidente Luis Herrera Campins (1979-1984) decret¨® una devaluaci¨®n (67%) similar a la de Ch¨¢vez el viernes. En menos de 27 a?os, el bol¨ªvar ha perdido el 99,9% de su valor.
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