Astronautas de la NASA SA
Estados Unidos quiere privatizar los vuelos espaciales y equipararlos con la aviaci¨®n comercial
Las empresas de transporte espacial existen desde hace d¨¦cadas, ya dependemos de ellas, los militares les conf¨ªan sus instrumentos y armas m¨¢s preciados y caros, los dem¨¢s les confiamos nuestros car¨ªsimos sat¨¦lites meteorol¨®gicos, de comunicaciones o cient¨ªficos. Ahora se trata de confiarles tambi¨¦n el transporte de personas a la ¨®rbita baja de la Tierra. Si no tenemos miedo de volar en un avi¨®n no hay por qu¨¦ temer hacerlo en un veh¨ªculo espacial comercial hasta los 300 ¨® 400 kil¨®metros de altura. Con estos argumentos, altos cargos del Gobierno de Obama y de la NASA defendieron ayer el nuevo rumbo que quieren imprimir a los vuelos espaciales tripulados, un giro estrat¨¦gico que llevaba a?os gest¨¢ndose pero que implica cambios tan grandes en la NASA que ning¨²n presidente se hab¨ªa atrevido a proponerlo.
Existen dudas sobre c¨®mo se va a garantizar la seguridad
Ha tenido que ser la necesidad de ahorrar en un marco de grave crisis econ¨®mica el factor determinante para la decisi¨®n de Obama. "?Qu¨¦ ganaremos?", se pregunt¨® ayer el director de la NASA, Charles Bolden. Y contest¨®: "Menos impuestos, muchos puestos de trabajo muy cualificados y que los empresarios financien el desarrollo comercial de los vuelos tripulados". ?Y ser¨¢n los astronautas tambi¨¦n empleados de las empresas? No es descabellado que lo sean, pero nadie respondi¨® ayer a esa pregunta, porque queda mucho por decidir, reconoci¨® Bolden. "El presidente nos ha pedido que elaboremos estrategias detalladas en cada ¨¢rea en las pr¨®ximas semanas", coment¨® en el National Press Club en Washington.
"Yo, y el presidente tambi¨¦n, estoy convencido de que este nuevo rumbo es el correcto en este momento", dijo John Holdren, asesor cient¨ªfico de Obama. "No es un retroceso respecto a lo anterior, es procurarnos nuevas oportunidades para llegar m¨¢s all¨¢ en el espacio, m¨¢s deprisa, con m¨¢s seguridad y con menos gastos".
El salto comercial, largamente deseado por el sector aeroespacial estadounidense, desmitifica los vuelos tripulados, basados en tecnolog¨ªas que llevan 50 a?os utiliz¨¢ndose en el sector civil y pueden seguir siendo desarrolladas por la empresa privada. Y adem¨¢s, reconoce tard¨ªamente que no se debieron abandonar los cohetes de un solo uso, como el Saturno que permiti¨® a EE UU alcanzar la Luna. Esa decisi¨®n, en favor de los transbordadores, hace que ahora el pa¨ªs tenga que depender de los veh¨ªculos rusos, basados en el mismo concepto, para ir y volver de la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS).
La vida de este laboratorio en ¨®rbita se quiere alargar hasta 2020, al tiempo que se fomenta su explotaci¨®n como base cient¨ªfica y tecnol¨®gica. Europa tambi¨¦n podr¨ªa mejorar su veh¨ªculo de carga ATV, ya probado, para transportar astronautas, pero no ha habido m¨¢s que conversaciones preliminares con Estados Unidos (que ni siquiera tiene todav¨ªa algo parecido), que no han llegado a nada.
Muchos dudan de que el pa¨ªs se ahorre dinero a corto plazo y que se creen muchos puestos de trabajo con el nuevo rumbo, pero el de la seguridad es el aspecto m¨¢s pol¨¦mico. ?C¨®mo garantizar¨¢ la NASA la seguridad de los tripulantes de la ISS, que es ahora el ¨²nico destino al que se puede ir en ¨®rbita baja de la Tierra? Seg¨²n Bolden, las empresas har¨¢n vuelos de demostraci¨®n, igual que en la aviaci¨®n civil, antes de ser autorizadas a hacer vuelos comerciales, ya sea contratadas por la NASA o para otros usos, como el turismo espacial. "Me comprometo a que todo se har¨¢ de forma eficiente y segura", dijo solemnemente.
La nueva estrategia gubernamental significa el sacrificio del programa Constellation del Gobierno Bush, cuyo objetivo era volver a la Luna en 2020. En los nuevos cohetes Ares y las c¨¢psulas Orion para tripulantes, que nunca volar¨¢n si el Congreso aprueba el plan de Obama, se han invertido ya 9.000 millones de d¨®lares (6.400 millones de euros). En 2011 se han presupuestado otros 2.500 millones para terminar el programa, con las indemnizaciones previstas en los contratos. El portavoz de la Oficina de Presupuestos asegur¨® ayer que no ten¨ªa sentido seguir con un programa que significaba repetir lo que ya se ha hecho (pisar la Luna) y que, adem¨¢s, iba retrasado y no dispuso nunca de los fondos suficientes.
En vez de eso, se incrementan los fondos para un salto tecnol¨®gico que la NASA considera imprescindible. Un salto en sectores como el de materiales, la propulsi¨®n y las comunicaciones que no es f¨¢cil ni siquiera imaginar, a pesar del optimismo de los responsables de la agencia espacial respecto a las "osadas ideas y conceptos" que proponen "las mejores mentes del pa¨ªs".
"Reharemos la base de la exploraci¨®n espacial y estableceremos nuevas formas de negocio para hacerla sostenible", asegur¨® Bolden. A continuaci¨®n, present¨® a "los pioneros" con los que est¨¢n trabajando. Son las empresas que ya ten¨ªan contratos con la NASA para avanzar hacia la comercializaci¨®n de vuelos, por mandato del Congreso, y las nuevas que acaban de recibir contratos centrados en el desarrollo de c¨¢psulas para astronautas. "La colaboraci¨®n con empresas no es una idea nueva, ya se estaba haciendo, pero ha llegado el momento de hacerlo a lo grande", dijo el ex astronauta. ?Y cu¨¢l es la nueva misi¨®n de la NASA? Pues adelgazar¨¢ mucho, desde luego, y se concentrar¨¢ en los grandes desaf¨ªos, en dar instrumentos para la exploraci¨®n de nuevas fronteras, seg¨²n la versi¨®n oficial.
Space X y Orbital Sciences son las dos empresas que llevan varios a?os desarrollando cohetes y veh¨ªculos de carga para la ISS, con contrato con la NASA, y sus representantes se mostraron ayer optimistas sobre el futuro, ya que pretenden hacer los primeros vuelos en 2010. Sin embargo, ni siquiera los cohetes se han probado todav¨ªa.
Boeing y Lockheed
Ahora, con los fondos destinados a la recuperaci¨®n econ¨®mica, la NASA ha dado contratos por valor de 50 millones de d¨®lares, que son pocos pero constituyen los primeros pasos para desarrollar c¨¢psulas tripuladas. Una de las empresas pretende hacer una c¨¢psula hecha ¨ªntegramente con materiales compuestos (fibra de carbono), como los aviones m¨¢s avanzados. Tambi¨¦n se desarrollar¨¢n sistemas de vigilancia y de escape para los astronautas en caso de que algo vaya mal, as¨ª como sistemas para el soporte de vida.
Mientras, los gigantes del sector -Boeing y Lockheed Martin - ven m¨¢s cerca su ya antiguo sue?o de utilizar las versiones m¨¢s pesadas de sus cohetes m¨¢s nuevos, el Delta y el Atlas, para llevar astronautas. Cuando se hicieron los primeros lanzamientos de esos cohetes, encargados por la Fuerza A¨¦rea de Estados Unidos, ambas empresas ten¨ªan la esperanza de que la NASA les solicitara esta misi¨®n, pero falt¨® la iniciativa pol¨ªtica que impidiera la situaci¨®n actual: EE UU se quedar¨¢ en unos meses sin medios propios para alcanzar la ¨®rbita baja, cuando se retire el transbordador tras los cinco vuelos que le faltan. Y la NASA calcula que hasta 2016, como pronto, no habr¨¢ recambio "hecho en Am¨¦rica", como dijo ayer Bolden.
Salto tecnol¨®gico
Nuevos contratos de la NASA para c¨¢psulas tripuladas con nuevas tecnolog¨ªas:
- Blue Origin : Mitigaci¨®n de riesgos. 3,7 millones de d¨®lares.
- Boeing : C¨¢psula para siete personas. 18 millones.
- Paragon : Sistema de soporte de vida. 1,4 millones.
- Sierra Nevada : Avi¨®n espacial Dream Chaser para cohete Atlas. 20 millones.
- United Launch : Sistema de emergencia para cohetes Atlas y Delta. 6,7 millones.
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