La alarma de la prisi¨®n no funcionaba por el lugar donde huyeron los presos
Los internos saltaron el muro por los 150 metros con el dispositivo desconectado
El lugar exacto por donde se escaparon los dos internos de la prisi¨®n Sevilla-1 la semana pasada estaba en el tramo de 150 metros de muro que ten¨ªa la alarma apagada la noche de la fuga. El per¨ªmetro del muro exterior es de alrededor de un kil¨®metro, pero los presos huyeron por el ¨²nico trecho donde los sensores volum¨¦tricos estaban desconectados. La Guardia Civil custodia la seguridad del muro exterior de la c¨¢rcel desde el cuerpo de guardia. Cuando al d¨ªa siguiente de la fuga los inspectores de Instituciones Penitenciarias revisaron los protocolos de seguridad, comprobaron que el dispositivo no hab¨ªa dado aviso durante toda la noche. Entonces conectaron la alarma y comprobaron sorprendidos que funcionaba. Sencillamente estaba desconectada.
Al d¨ªa siguiente, un inspector conect¨® la alarma y comprob¨® que funcionaba
La Guardia Civil supervisa el muro desde un control de sensores y c¨¢maras
La valla met¨¢lica que coincide con el muro sirvi¨® a los presos para sortear los cinco metros de pared de ladrillos, y sobre el alambre de espino que corona el muro abandonaron sus chaquetas. Poco antes de esta escalada sobre el muro deber¨ªan haber saltado los sensores volum¨¦tricos que se activan por la presencia de seres humanos. Pero no lo hicieron porque estaban desconectados. La Guardia Civil supervisa la alarma desde un habit¨¢culo que cuenta con un sistema de control de los sensores y las c¨¢maras. Adem¨¢s de la vigilancia con agentes desde las torres de control, un coche con dos agentes patrulla permanentemente alrededor del per¨ªmetro. Hasta una revisi¨®n en la celda a las 8.00 del d¨ªa siguiente nadie, ning¨²n agente o funcionario se percat¨® de la huida.
Instituciones Penitenciarias ha remitido las conclusiones preliminares de la investigaci¨®n a la Direcci¨®n General de la Guardia Civil "para que adopte las medidas que considere oportunas". Al margen de este informe de los inspectores, la Guardia Civil ha realizado su propio atestado de la huida, que ha sido enviado al juzgado sevillano que instruye la evasi¨®n. Un portavoz de la Guardia Civil rechaz¨® ayer hacer una valoraci¨®n de los fallos en la seguridad del per¨ªmetro.
Tras la sorprendente fuga, Instituciones Penitenciarias ha despedido al subdirector de seguridad de la prisi¨®n. "Es el responsable directo de velar por el cumplimiento de los procedimientos y de la supervisi¨®n y verificaci¨®n de los sistemas de seguridad", argument¨® el organismo en las conclusiones preliminares de la investigaci¨®n abierta. Asimismo, Instituciones Penitenciarias ha abierto expediente a los dos funcionarios y al jefe de servicio responsables de la vigilancia del m¨®dulo 7 desde donde huyeron los internos.
Los sindicatos protestaron ante las medidas adoptadas por la direcci¨®n general. "Es una cacicada m¨¢s para desviar la atenci¨®n. Sin los medios de seguridad adecuados y la carencia de c¨¢maras en funcionamiento la fuga no pod¨ªa haberse evitado", manifest¨® un portavoz del sindicato Acaip. Los sindicatos critican que el Ministerio del Interior realiza una pol¨ªtica "de escaparate" y descuida las inversiones en seguridad, tan necesarias en una prisi¨®n creada en 1989.
El informe de los cuatro inspectores sobre la fuga determina que la evasi¨®n "se produjo en buena parte por una secuencia de fallos humanos, y una cierta dejadez en la revisi¨®n de los sistemas de seguridad". Mientras, la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles record¨® que la garita m¨¢s cercana al lugar por donde huyeron los presos est¨¢ a 400 metros de distancia y sus cristales no se limpian por el exterior desde hace una d¨¦cada.
El hecho de que los sensores volum¨¦tricos estuvieran desconectados en el tramo junto a la principal entrada de la c¨¢rcel por donde huyeron los presos, se une a un "conjunto de desprop¨®sitos", seg¨²n fuentes de la prisi¨®n. Un an¨®nimo alert¨® a la direcci¨®n del penal el pasado septiembre de que el Rafi planeaba fugarse. Se dict¨® una orden "de especial seguimiento" con el frecuente cambio de celdas, el incremento de las rondas y los cacheos. En uno de ellos se le incaut¨® un tel¨¦fono m¨®vil d¨ªas antes de su huida. Pero nada pudo evitar su fuga.
Una evasi¨®n f¨¢cil por los errores t¨¦cnicos y humanos
La sucesi¨®n de fallos t¨¦cnicos y humanos que ocurrieron la noche del 4 de febrero en la prisi¨®n sevillana hace que el relato de la fuga parezca inveros¨ªmil. Adem¨¢s de la alarma desconectada en el tramo por donde huyeron los reclusos, tres de las 24 c¨¢maras no funcionaron durante esa madrugada. Fuentes de la prisi¨®n matizan que ninguna de las c¨¢maras inactivas esa noche abarcaba el recorrido trazado por los presos en su huida, pero lo cierto es que ambos pudieron eludir la c¨¢mara instalada en el punto exacto del muro por donde huyeron.
Tras romper unos ladrillos de la pared de la celda, el compa?ero del Rafi logr¨® huir por el hueco entre celda y celda donde est¨¢ el registro de fontaner¨ªa y electricidad. Sali¨® al pasillo de la galer¨ªa en la planta baja y con un barrote del somier forz¨® la puerta de la celda para que el delincuente cordob¨¦s pudiera salir al pasillo. Juntos se dirigieron al final del pasillo, donde forzaron los barrotes de "hierro dulce" de una ventana del m¨®dulo que da al exterior. En su huida los internos abandonaron parte de la estructura del somier junto a la ventana, pero ninguno de los tres funcionarios responsables de la seguridad del m¨®dulo se percat¨® en sus rondas nocturnas de los restos del somier abandonados. Tampoco de que la puerta de la celda hab¨ªa sido forzada.
Los reclusos tuvieron tiempo de completar su huida y atravesaron la c¨¢rcel por sus tejados y patios sin ser vistos por los funcionarios y guardias, y sin que ning¨²n sensor volum¨¦trico se activara, pese a que antes de escapar por un punto muy cercano a la entrada principal hab¨ªan intentado huir por otra zona cercana al campo de f¨²tbol. La lluvia contribuy¨® a que sus pasos y maniobras no fueran o¨ªdos. La voz de alarma s¨®lo se dio a las 8.00 del d¨ªa siguiente, cuando los reclusos ser¨ªan ya inalcanzables.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.