"En muchos institutos a¨²n se ense?a como en el siglo XIX"

El presidente de Ceapa, Pedro Rasc¨®n (Orense, 1956), est¨¢ a favor de alcanzar un acuerdo social y pol¨ªtico por la educaci¨®n, pero se define como "pactoesc¨¦ptico". Hace unos d¨ªas, Ceapa, mayoritaria en la escuela p¨²blica, se quej¨® junto a otros grupos de izquierda (IU, el sindicato Stes, Sindicato de Estudiantes o Europa Laica, entre otros) del poco caso que se les estaba haciendo en la negociaci¨®n del pacto educativo, centrada, seg¨²n ellos, en las conversaciones con el PP. El Ministerio de Educaci¨®n contest¨® que se han reunido con todos ellos y que tienen en cuenta tambi¨¦n sus aportaciones.

Rasc¨®n es partidario de la flexibilidad que propone el Gobierno, con caminos de ida y vuelta entre la ESO, la FP y el bachillerato. Aunque cree que hay que modernizar el sistema y solucionar la gran tasa de fracaso escolar, niega rotundamente que la educaci¨®n espa?ola sea un desastre.

Pregunta. ?Habr¨¢ pacto?

Respuesta. Pues va a depender mucho de lo que estemos dispuestos, no a ceder, sino a no incluir en la negociaci¨®n. Est¨¢ claro que si hablamos de principios, ninguno va a querer ceder; hay dos asociaciones de padres porque hay principios distintos. Podemos estar dispuestos a aparcar algunos de ellos.

P. ?Es necesario reformar el sistema?

R. Creo que hay que hacerle ajustes, pero no soy partidario de hacer una nueva ley. Quiz¨¢ hay que modernizar el sistema, pero creo que el marco sirve.

P. ?Cu¨¢l es el problema de la secundaria?

R. En muchos institutos, la secundaria se sigue dando como en el siglo XIX, con un profesor que suelta el rollo y dice: "Pasado ma?ana, examen". El informe Pisa

[que eval¨²a a alumnos de medio centenar de pa¨ªses del mundo] nos dice que nuestros estudiantes fallan a la hora de aplicar los conocimientos, y adquieren muchos conocimientos. Lo que dice la ley es que se deben ense?ar competencias, pero luego los curr¨ªculos de algunas comunidades se hacen con el esp¨ªritu anterior. Y a veces no es que legislen cosas distintas, es que son diametralmente opuestas. Algunos se quejan de que en este pa¨ªs hay 17 sistemas educativos diferentes, y son precisamente ellos los que ahondan en esas diferencias.

P. ?Estar¨ªan dispuestos a dejar fuera del debate algunas cosas para conseguir un pacto? Por ejemplo, lo relacionado con la religi¨®n.

R. Nosotros estamos a favor de una educaci¨®n laica, y de que la asignatura de religi¨®n salga del horario lectivo, y de que los s¨ªmbolos religiosos desaparezcan de los espacios p¨²blicos, empezando por los centros escolares. Pero tambi¨¦n queremos que pueda haber un acuerdo, porque la sociedad lo reclama. As¨ª, seguiremos apostando porque la religi¨®n est¨¦ fuera, pero seguramente en este momento, si no habl¨¢ramos de ello en el pacto, no pasar¨ªa nada.

P. ?Con qu¨¦ asuntos s¨ª pasar¨ªa algo?

R. Con la libertad de elecci¨®n de centros. Yo respeto que cada madre y cada padre lleve a sus hijos donde quiera, pero no todos los centros privados se tienen que pagar con fondos p¨²blicos. La escuela p¨²blica es la que tiene que vertebrar el conjunto y, donde haga falta el concierto [subvenci¨®n a colegios privados], que se concierte, pero no a todo el que lo solicite. As¨ª que, libertad de elecci¨®n, s¨ª; que la tengamos que pagar todos, no.