Claves para un pacto
El papel de la escuela concertada, el estatuto docente o los c¨¢lculos electorales condicionar¨¢n la negociaci¨®n de un posible acuerdo educativo
La empresa que le ha encomendado el presidente del Gobierno al ministro de Educaci¨®n, ?ngel Gabilondo, parece un encaje de bolillos de sensibilidades e ideolog¨ªas contrapuestas, de reivindicaciones cruzadas, c¨¢lculos electorales y convicciones que se pisan, se tocan en algunos puntos y en otros se repelen. Al menos, todos los actores que est¨¢n empezando a dibujar un posible pacto social y pol¨ªtico por la educaci¨®n (partidos, comunidades aut¨®nomas, sindicatos, asociaciones de padres, patronales, etc¨¦tera) parecen sentir en la nuca el aliento de un porcentaje muy alto de la poblaci¨®n que les reclama que se pongan de acuerdo de una vez. Y, al menos, los principales objetivos est¨¢n claros: que ese enorme 32% de j¨®venes que dejan de estudiar despu¨¦s de la educaci¨®n obligatoria, buena parte de ellos sin el t¨ªtulo m¨¢s b¨¢sico, el de la ESO, consiga al menos el bachillerato o una FP de grado medio; y mejorar la calidad de la ense?anza, cuyas carencias quedan en evidencia en pruebas internacionales como la de Pisa (se puede discutir si Espa?a est¨¢ en la media o tiene resultados mediocres, pero lo que ya parece claro es que son insatisfactorios). ?stas ser¨¢n algunas de las claves de la negociaci¨®n.
-Libertad de elecci¨®n. ?La red de escuelas p¨²blicas debe ser la principal? ?Debe la concertada (privada subvencionada) ser subsidiaria y estar s¨®lo all¨ª donde no llegue la estatal? ?O debe haber tanta concertada como reclamen los padres? ?sta ¨²ltima es la idea del PP, que reclama m¨¢s conciertos. Su idea es que si un colegio privado tiene demanda de plazas y solicita un concierto, la administraci¨®n est¨¦ obligada a subvencionarla. Mientras, sindicatos y sectores de izquierda se niegan a pasar por lo que consideran privatizar la educaci¨®n en detrimento de la escuela p¨²blica. Colocan ah¨ª una l¨ªnea roja que no est¨¢n dispuestos a pasar. Adem¨¢s, reclaman que la concertada que existe (y tiene una fuerte presencia en comunidades como Pa¨ªs Vasco, Catalu?a o Madrid) escolarice al porcentaje de alumnos complicados que les corresponder¨ªa: por ejemplo, atienden al 26% del total del alumnado, pero al 14% de los inmigrantes; mientras en la p¨²blica estudian el 67% de todos los estudiantes, pero el 82% de los inmigrantes. Se suele poner este ejemplo, pero no se trata simplemente de los inmigrantes, sino que los sindicatos acusan a la concertada (en general, teniendo en cuenta que hay excepciones) de seleccionar a su alumnado dejando fuera a los m¨¢s desfavorecidos socioeconomicamente, dejando a la p¨²blica las situaciones m¨¢s dif¨ªciles. La concertada niega que est¨¦n seleccionando alumnos y asegura que dejar¨ªa de cobrar cuotas voluntarias si las subvenciones cubrieran "el coste real" de la educaci¨®n. Todo el mundo parece estar de acuerdo en que tanto una red como la otra reciban la financiaci¨®n necesaria, pero el temor de algunos sectores es que crezca la subvenci¨®n pero no desaparezcan las cuotas.
-Vertebraci¨®n y pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica. ?C¨®mo se vertebra el sistema educativo en el Estado de las autonom¨ªas? Aqu¨ª tambi¨¦n hay visiones muy distintas. Para el PP es necesario hacer curr¨ªculos (contenidos) mucho m¨¢s parecidos en todas las comunidades como l¨ªnea general de un discurso que rechaza que haya "17 sistema educativos distintos" en cada una de las 17 comunidades aut¨®nomas. Este planteamiento choca con los partidos nacionalistas y, en especial, con los catalanes. De hecho, el PP tiene presentado un recurso en el Tribunal Constitucional contra la ley educativa catalana. Adem¨¢s, el PP reclama garantizar la ense?anza en castellano en todo el pa¨ªs, lo que choca frontalmente con el modelo de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en catal¨¢n.
Por otra parte, otros sectores, desde el PSOE hasta la asociaci¨®n laica de padres Ceapa o CCOO, aseguran que lo vertebra el sistema educativo es una escuela p¨²blica fuerte, lo que choca con la extensi¨®n de los conciertos. La preocupaci¨®n del PP por la vertebraci¨®n "es poco coherente con su pol¨ªtica de privatizar el sistema p¨²blico de ense?anza, minando lo que ha sido hist¨®ricamente un eje vertebral en la construcci¨®n de los estados modernos y un instrumento de vertebraci¨®n social y de solidaridad", escrib¨ªa el profesor de la Universidad de valencia Jos¨¦ Gimeno Sacrist¨¢n.
-Estatuto docente. ?ste ser¨¢ el punto fundamental para que los sindicatos firmen un pacto: acordar un estatuto docente que fije una carrera profesional para los profesores en la que se pueda escalar acreditando m¨¦ritos. Pero sobre todo, la clave ser¨¢ que la jubilaci¨®n voluntaria anticipada contin¨²e m¨¢s all¨¢ de 2011, cuando est¨¢ previsto que se termine. Desde los a?os noventa, los docentes pueden jubilarse a los 60 a?os con compensaciones econ¨®micas. El acuerdo no ser¨¢ f¨¢cil en un momento en que el Gobierno ha lanzado la idea de aumentar de los 65 hasta los 67 a?os la edad oficial de jubilaci¨®n para asegurar el futuro del sistema de pensiones.
-Prestigio del profesorado. Todos parecen de acuerdo en que la base de la mejora de la educaci¨®n es el profesorado: mejorar sus condiciones, su formaci¨®n inicial y continua y conseguir devolverle el prestigio social perdido. El documento que el Ministerio de Educaci¨®n ha presentado como base del debate del pacto no lo ha recogido, pero la mayor¨ªa de sindicatos reclaman ya lo que empez¨® pidiendo Anpe: que se reconozca legalmente al profesor como autoridad publica, como se ha hecho en la Comunidad de Madrid. Por otra parte, en el lado opuesto, se reclama que los profesores rindan cuentas, que se les eval¨²e.
-Diagn¨®stico y reformas. El PP, los sectores cercanos y tambi¨¦n, es justo decirlo, muchos profesores con todo tipo de afinidades ideol¨®gicas, insisten en echar las culpas de los males educativos en Espa?a a la ley educativa que aprob¨® el Gobierno socialista en los noventa, la LOGSE. Rechazan lo que consideran unos excesos pedag¨®gicos que acabaron presuntamente con los valores cl¨¢sicos como el esfuerzo y llevaron a la situaci¨®n "catastr¨®fica" actual. En el otro lado, empezando por el PSOE, a¨²n reconociendo los problemas, responden que no hay tal desastre y que se deben reconocer los avances de la educaci¨®n espa?ola en las ¨²ltimas d¨¦cadas, empezando por la extensi¨®n de la escolarizaci¨®n obligatoria hasta los 16 a?os. El problema es si el PP quiere que con el pacto se reconozca un fracaso, algo que no est¨¢ dispuesto a hacer el PSOE, y el primero pretende reformas "de calado", algo a lo que el segundo tampoco est¨¢ dispuesto.
-Financiaci¨®n. Espa?a est¨¢ por debajo de la media de la UE en gasto educativo en relaci¨®n con el PIB. El documento del ministerio propone alcanzar la media europea de gasto educativo en 2015 (el 5,4% del PIB, ahora en Espa?a es el 4,92%). El PP advierte de que en el contexto actual de crisis y un PIB a la baja, con mantener el nivel actual de gasto, se alcanzar¨ªa el objetivo sin aumento de los presupuestos. En cualquier caso, el esfuerzo tiene que ser conjunto de comunidades y Gobierno central, ya que si bien la inmensa mayor¨ªa del gasto educativo lo hacen las primeras, el segundo tiene m¨¢s margen de actuaci¨®n con su parte. En cualquier caso, en medio de la crisis econ¨®mica, nadie habla de compromisos inmediatos. Pero entre los sectores educativos se empieza a repetir la idea de que quiz¨¢ es hora de gastar menos en infraestructuras y m¨¢s en educaci¨®n.
-Medidas. M¨¢s all¨¢ de bellos objetivos que proponen unos y otros (m¨¢s plazas p¨²blicas de educaci¨®n infantil hasta tres a?os, refuerzos educativos tempranos, flexibilizaci¨®n del sistema para que nadie se quede descolgado en caminos sin salida, el fomento de la exigencia, el m¨¦rito, el esfuerzo y la excelencia), una de las propuestas m¨¢s concretas ha sido la de hacer un Bachillerato de tres a?os, en lugar de los dos actuales. Distintos colectivos, a derecha e izquierda, lo reclaman. El PP es quien lo ha dicho con m¨¢s fuerza y lo que propone es quitarle un curso a la ESO para d¨¢rselo al Bachillerato.
El PSOE no est¨¢ dispuesto a reducir la formaci¨®n com¨²n (la equidad y la igualdad de oportunidades, dice, van en ello). La contraoferta del ministerio es hacer el ¨²ltimo curso de la ESO (4?) m¨¢s orientador: el alumno elegir¨ªa entre una v¨ªa orientada a la FP y otra, al Bachillerato, aunque ninguna condicionar¨¢ la decisi¨®n final del alumno a la hora de elegir sus estudios posobligatorios. Tendr¨ªan un tronco com¨²n de asignaturas y otro espec¨ªfico.
-Crisis y c¨¢lculos electorales. La crisis econ¨®mica tiene un tanto crispada la vida pol¨ªtica. No es un buen ambiente para el pacto. Casi a mitad de legislatura, con los sondeos dando ventaja al PP, los c¨¢lculos electorales podr¨ªan llegar a pesar m¨¢s que las razones educativas. ?A qui¨¦n beneficia electoralmente un pacto? ?A qui¨¦n le desgasta menos? ?Al PP le convendr¨ªa cerrar todos los frentes educativos que pueda antes de volver hipot¨¦ticamente a gobernar?, ?o prefiere esperar a recuperar el poder para dise?ar los cambios que le plazca?
Por otro lado, todos los grupos pol¨ªticos y actores educativos son conscientes de que hay una creciente presi¨®n social a favor de que haya acuerdos y que la educaci¨®n salga del debate partidista.
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