Ana Mar¨ªa Zapata, ¨²ltima hija del revolucionario mexicano
Luch¨® por conseguir que las mujeres pudieran votar
No fue la ¨²nica ni la primera, pero ha sido la m¨¢s longeva de los cerca de 15 hijos que tuvo Emiliano Zapata, el l¨ªder campesino que luch¨® por la reforma agraria en la revoluci¨®n mexicana (1910-1917). Ana Mar¨ªa Zapata falleci¨® el 28 de febrero, a los 94 a?os, en el coraz¨®n de M¨¦xico, localidad de Cuautla, en el Estado de Morelos. Su madre era Petra Portillo, una de las nueve mujeres que dieron descendencia al revolucionario. Cinco o seis de estos hijos llegaron a ser considerados leg¨ªtimos, pero s¨®lo Anita Zapata consigui¨® el reconocimiento de las autoridades mexicanas. Con su muerte se extingue la primera generaci¨®n de los Zapata, aunque contin¨²an la estirpe m¨¢s de 40 nietos.
Ten¨ªa cuatro a?os cuando a su padre lo mataron en una emboscada. Dos salvas a quemarropa se llevaron al Caudillo del Sur, y entre los muchos hu¨¦rfanos que dej¨® estaba Ana Mar¨ªa. En los a?os treinta, tras una infancia de miseria, entr¨® en pol¨ªtica como presidenta de la Asociaci¨®n Nacional Femenina Revolucionaria, organizaci¨®n que exig¨ªa pensiones para las viudas de la revoluci¨®n.
Militante del PRI en Morelos, el Estado donde su padre hab¨ªa iniciado la rebeli¨®n campesina, organiz¨® la campa?a electoral que hizo presidente a Manuel ?vila Camacho, quien gobern¨® con el PRI durante seis a?os. En 1958, Ana Mar¨ªa Zapata se convirti¨® en una de las primeras diputadas de la democracia mexicana.
Ni tierras ni fortuna
Entre las fundadoras de la Uni¨®n de Mujeres Americanas, destac¨® en sus presiones para conseguir el sufragio universal, que no llegar¨ªa hasta 1953. Vecina de Cuautla, se ocup¨® de esconder las urnas en las elecciones de 1939, cuando un grupo de esbirros apareci¨® para robarlas. Pero con el tiempo no pudo escapar al descr¨¦dito causado por la corrupci¨®n imperante en su partido.
La hija del que grit¨® "La tierra para el que la trabaja" y ocup¨® las fincas de los caciques, nunca tuvo tierras ni fortuna. Era due?a de un bar en Cuautla y madre de siete hijos. "Mi padre no nos dej¨® nada, s¨®lo un nombre sagrado que hemos sabido respetar", dijo en una entrevista. Y en se?al de respeto la visit¨® hace a?os el subcomandante Marcos, al frente de la revuelta neozapatista de Chiapas. Ana Mar¨ªa le regal¨® una zamarra de su padre.
Desde que comenz¨® este a?o 2010, bicentenario de la independencia de M¨¦xico y centenario de su revoluci¨®n, han muerto los ¨²ltimos hijos de los dos hombres que revolucionaron el pa¨ªs: Emiliano Zapata y Pancho Villa, el Centauro del Norte, que tambi¨¦n termin¨® sus d¨ªas en una emboscada. Ernesto Nava Villa, su ¨²ltimo hijo, falleci¨® en Nochevieja, despu¨¦s de toda una vida pasada en California por miedo a los enemigos que se granje¨® su padre.
Ana Mar¨ªa Zapata deja inconclusa su lucha por conseguir ayudas del Gobierno para las viudas de la revoluci¨®n, 33 mujeres entre 90 y 105 a?os, que viven en la pobreza. Las autoridades federales no acudieron a su funeral, frente al mausoleo donde descansan los restos del que prefiri¨® morir de pie a vivir arrodillado.
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