Las testigos se ratifican ante los implicados en la red de burdeles

Cinco testigos protegidas por el juzgado que investiga la red de prostituci¨®n en Lugo, en el marco de la Operaci¨®n Carioca, se ratificaron ayer en sus testimonios, en presencia de los 47 imputados, durante la prueba preconstituida celebrada en la Audiencia Provincial. Las testigos declararon tras un biombo, explicaron que el local en el que trabajaban (Colina, en Outeiro de Rei) era frecuentado por guardias civiles y alguna reconoci¨® sufrir serias amenazas.

Al t¨¦rmino de la prueba testifical que se adelant¨® al juicio por el riesgo de que las testigos abandonen el pa¨ªs antes de que ¨¦ste se celebre, la juez dej¨® en libertad con medidas cautelares a un polic¨ªa nacional que permanec¨ªa en la prisi¨®n de Monterroso, vinculado con esta causa, desde finales de noviembre. El agente, que ahora est¨¢ separado del servicio, es lucense pero estuvo destinado en el aeropuerto de Barajas. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, el aeropuerto madrile?o era un coladero por el que entraban las brasile?as destinadas a Lugo.

La audiencia lucense amaneci¨® tomada por polic¨ªas nacionales y el vest¨ªbulo se colaps¨® con periodistas, abogados y procuradores que representan a los 47 imputados en esta operaci¨®n. El caso Carioca, todav¨ªa en fase de instrucci¨®n, estall¨® la madrugada del 16 de noviembre de 2009, cuando la polic¨ªa entr¨® en cuatro clubes de alterne (Colina y tres de Lugo: Queen's, Volvoreta y Eros), ahora precintados.

En una habitaci¨®n aislada aguardaban las cinco ex trabajadoras del Colina que iban a prestar declaraci¨®n. Algunos abogados intentaron, sin ¨¦xito, la nulidad de la prueba testifical adelantada, al no disponer de la totalidad del sumario, puesto que ¨²nicamente se levant¨® el secreto de una m¨ªnima parte, la que hace referencia a la primera declaraci¨®n y las escuchas telef¨®nicas vinculadas a las cinco testigos.

Las mujeres no se dejaron intimidar por la presencia de sus antiguos jefes y de agentes del orden supuestamente implicados en la red, y se ratificaron en sus testimonios. Alguna admiti¨® que se hab¨ªa sentido "muy amenazada". Seg¨²n la parte del sumario que se ha conocido esta semana, trabajaban 12 horas al d¨ªa y eran multadas si fallaban.