Historiadores reclaman la ense?anza no confesional de las religiones
Un manifiesto rechaza que la catequesis sustituya estos contenidos
"Quien s¨®lo conoce una religi¨®n no conoce ninguna", proclam¨® el iniciador del estudio de la historia comparada de las religiones, el alem¨¢n Max M¨¹ller. Lo recuerdan ahora investigadores de diversas universidades en un manifiesto sobre la necesidad de ense?ar la historia de la religi¨®n en todos los niveles educativos. El texto se hace p¨²blico pensando en el llamado proceso de Bolonia (reforma de las universidades europeas para darles una estructura com¨²n) y ante el pacto educativo que ultima el Gobierno y cuyo documento final est¨¢ previsto que se presente el pr¨®ximo jueves.
Gran parte de los j¨®venes espa?oles reciben educaci¨®n religiosa a manos de docentes elegidos por las jerarqu¨ªas confesionales. S¨®lo en la escuela p¨²blica ejercen esa funci¨®n unos 15.000 profesores de catolicismo. Pero los chicos son "unos ignorantes totales" en religi¨®n, seg¨²n los historiadores.
Ram¨®n Teja Casuso, catedr¨¢tico de Historia Antigua en la Universidad de Cantabria y presidente de honor de la Sociedad Espa?ola de Ciencias de las Religiones, expone su experiencia con alumnos que piensan que "el rey Herodes es ese se?or que aparece en los belenes por Navidad". Hay centros docentes en los que los alumnos reciben sobresaliente general en Religi¨®n, aunque no pocos hayan suspendido las dem¨¢s asignaturas. La explicaci¨®n es sencilla: la nota confesional, que ahora es evaluable y cuenta para todo, es el cebo que algunas di¨®cesis regalan para hacer atractivas sus clases frente a una asignatura alternativa en la que la calificaci¨®n ha de ganarse estudiando.
El manifiesto hecho p¨²blico ahora con el t¨ªtulo El plan Bolonia y la ense?anza de la historia de las religiones en la universidad espa?ola ha sido pactado en una reuni¨®n convocada por Teja en Cosgaya (Cantabria). Lo firman Santiago Montero, Gonzalo Bravo, Fernando Am¨¦rigo y Julio Trebolle (los cuatro de la Complutense de Madrid); Jos¨¦ Vilella y Juan Antonio Jim¨¦nez (Barcelona); Pablo de la Cruz D¨ªaz (Salamanca); Victoria Escribano (Zaragoza); Santiago Castellanos (Le¨®n); Jos¨¦ Fern¨¢ndez Ubi?a y Purificaci¨®n Ubric (Granada); Pedro Castillo (Ja¨¦n); Francisco D¨ªez de Velasco (La Laguna); Giorgio Vespignani (Bolonia); Ra¨²l Gonz¨¢lez Salinero (UNED), y Juana Torres, Mar Marcos y Silvia Acerbi (Universidad de Cantabria). Estas son algunas de sus conclusiones:
- Instrumento para el di¨¢logo. El estudio de la historia de las religiones no es s¨®lo un elemento cultural, sino un instrumento fundamental para el di¨¢logo democr¨¢tico y la soluci¨®n de conflictos en un mundo globalizado tanto entre los diversos pa¨ªses como para la integraci¨®n de las diferentes comunidades en un mismo pa¨ªs.
- Texto com¨²n b¨¢sico. La educaci¨®n en el conocimiento de las religiones debe comenzar en los primeros niveles de la ense?anza, pero es imprescindible que venga impulsada desde la educaci¨®n superior universitaria. En una cumbre reciente Alemania-Francia (4 febrero 2010) Angela Merkel y Nicolas Sarkozy han propuesto la elaboraci¨®n de un texto com¨²n b¨¢sico de Historia de Europa para los estudiantes de todos los pa¨ªses del continente.
- Sobre la catequesis. El fen¨®meno religioso no est¨¢ contemplado en la organizaci¨®n did¨¢ctica de Espa?a. Por el contrario, la denominada "ense?anza de la religi¨®n cat¨®lica" est¨¢ confiada a la Iglesia cat¨®lica y se concibe como la extensi¨®n al ¨¢mbito escolar de la catequesis de ¨¦sta u otras confesiones religiosas. Aunque no se discute este derecho, resulta inaceptable que la catequesis confesional sustituya a la ense?anza p¨²blica pues, al adecuarse a determinados sistemas teol¨®gicos, no puede contribuir a la integraci¨®n y a la convivencia.
- Formar investigadores. Espa?a necesita formar investigadores y docentes en Historia y en Ciencias de las Religiones capaces de dinamizar socialmente y trasladar estas disciplinas a la sociedad y al sistema educativo. La entrada en vigor del EEES (Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior), m¨¢s conocido como Plan Bolonia, significa una oportunidad ¨²nica para introducir en los planes de estudio (m¨¢ster y doctorado) estas disciplinas y su homologaci¨®n con titulaciones similares de otros pa¨ªses europeos.
El manifiesto denuncia que algunas universidades espa?olas se muestran reacias a la implantaci¨®n del aut¨¦ntico esp¨ªritu de Bolonia y concluye con una cita de uno de los m¨¢s grandes historiadores de la religi¨®n de comienzos del siglo XX, Salomon Reinach. Dice: "Antes o despu¨¦s la historia de las religiones se ense?ar¨¢ en las escuelas junto a la historia, a la filosof¨ªa y a las ciencias. No se ense?ar¨¢n ni la fe ni el escepticismo, sino hechos ciertos. Se ense?ar¨¢ a los escolares a reflexionar sobre temas tan importantes y a prestarles toda la atenci¨®n, dir¨¦ mejor, todo el respeto que merecen".
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