En el filo de la navaja
La deuda p¨²blica espa?ola ha vuelto a situarse en zona de grave riesgo. La crisis de la deuda p¨²blica griega ha arrastrado a aquellos pa¨ªses de la Zona Euro en los que el mercado financiero tiene una menor confianza. Espa?a todav¨ªa est¨¢ muy lejos de la prima de riesgo que los inversores internacionales asignan a Grecia, m¨¢s de 600 puntos b¨¢sicos, e incluso se ha visto menos afectada que otros pa¨ªses como Portugal, cuyo diferencial con el bono alem¨¢n se sit¨²a en 200 puntos b¨¢sicos. Pero al haber superado la barrera de los 100 puntos b¨¢sicos, la deuda p¨²blica espa?ola se aleja en su valoraci¨®n de la de los pa¨ªses centrales de la Zona Euro y supera en riesgo a pa¨ªses de alto endeudamiento como Italia o B¨¦lgica.
Las medidas adoptadas no han sido ni son suficientes. Estamos ante una emergencia fiscal
En poco m¨¢s de dos a?os, Espa?a ha dejado de ser uno de los alumnos m¨¢s aventajados de la Zona Euro. La p¨¦rdida de confianza en la deuda p¨²blica espa?ola no tiene su base en el endeudamiento acumulado. De hecho, el esfuerzo presupuestario realizado entre 1997 y 2007 permiti¨® que el volumen de la deuda p¨²blica espa?ola se situara entre las m¨¢s bajas de la Zona Euro. La p¨¦rdida de confianza tiene su origen en el d¨¦ficit p¨²blico. Con el inicio de la crisis, este se descontrola, y Espa?a se convierte en el pa¨ªs de la OCDE donde el agujero presupuestario crece m¨¢s deprisa. Este fuerte y r¨¢pido aumento del d¨¦ficit se explica por un mayor incremento del gasto, como consecuencia de un desempleo que crece m¨¢s que en el resto de la UE, y unos menores ingresos ante el derrumbe del sector inmobiliario y del consumo.
Pero el mercado no castiga s¨®lo el crecimiento del d¨¦ficit en 2008 y 2009. La mayor¨ªa de los pa¨ªses, para hacer frente a la crisis, han incurrido en fuertes desfases durante estos dos a?os, aunque bien es cierto que no con la magnitud de Espa?a. Lo que verdaderamente est¨¢ penalizando el mercado son las dificultades de reducci¨®n de este d¨¦ficit p¨²blico en un plazo razonable. A los inversores internacionales les surgen dudas sobre la sostenibilidad de la deuda p¨²blica espa?ola.
Hasta ahora la actitud del Gobierno y las medidas adoptadas no han sido ni son suficientes. Estamos ante una verdadera emergencia fiscal. Hay que adoptar las medidas adecuadas y dar se?ales claras e inequ¨ªvocas de que el ajuste fiscal es prioritario. Adem¨¢s, debemos sanear las cuentas p¨²blicas porque comprendemos la necesidad del equilibrio presupuestario para favorecer el crecimiento econ¨®mico. El ajuste no debe ser s¨®lo una respuesta a la amenaza de los mercados, sino algo de lo que estamos convencidos.
Desde la CEOE creemos que a¨²n tenemos margen, que a¨²n estamos a tiempo. Es preciso dar a conocer a la opini¨®n p¨²blica la gravedad de la situaci¨®n. Los espa?oles deben conocer que en estos momentos la Hacienda P¨²blica necesita una profunda reforma, y que si no la llevamos a cabo, antes o despu¨¦s podemos caer en una crisis de deuda.
En las pr¨®ximas semanas, los empresarios vamos a hacer propuestas que creemos pueden contribuir a solucionar este problema. Sabemos que la soluci¨®n debe venir primordialmente por la reducci¨®n del gasto y no a trav¨¦s de la subida de impuestos. La experiencia de todos los pa¨ªses muestra c¨®mo los ajustes fiscales s¨®lo tienen ¨¦xito cuando se realizan a trav¨¦s del gasto, especialmente del corriente, ya que las subidas de impuestos reducen la actividad, comprometen la recuperaci¨®n y dificultan la salida de la crisis.
La sociedad espa?ola debe decidir cu¨¢les son sus pol¨ªticas prioritarias y recortar en los programas m¨¢s secundarios. Los precios deben reflejar mejor el verdadero coste de las cosas, y as¨ª poder ajustar mejor los escasos recursos existentes. En los programas prioritarios se deben mejorar la eficiencia del gasto, elevando la productividad de la Administraci¨®n p¨²blica, y debemos reordenar un sector p¨²blico que ha crecido desmesuradamente en los ¨²ltimos a?os. El presupuesto debe recortarse lo menos posible en aquellas partidas que elevan la productividad y la capacidad de crecimiento, y simult¨¢neamente se debe mantener la red b¨¢sica de protecci¨®n para los sectores sociales m¨¢s vulnerables.
Muy probablemente no recuperemos plenamente los niveles de ingresos que ten¨ªamos antes de la crisis. En buena parte, los ingresos p¨²blicos estaban inflados por los propios desequilibrios que presentaba la econom¨ªa espa?ola. El crecimiento extraordinario del sector inmobiliario y el inmenso d¨¦ficit por cuenta corriente provocaban una recaudaci¨®n artificialmente elevada. La crisis ha provocado una reducci¨®n permanente de los ingresos p¨²blicos respecto a la recaudaci¨®n que ten¨ªamos en 2007.
Por otro lado, el important¨ªsimo crecimiento del desempleo y de la deuda p¨²blica incrementa de forma estructural los gastos del sector p¨²blico. La combinaci¨®n de una ca¨ªda estructural de los ingresos y de un crecimiento, tambi¨¦n estructural, del gasto lleva a un d¨¦ficit permanente, que es el que est¨¢n detectando los mercados financieros.
Por ello, el ajuste presupuestario no s¨®lo precisa de un inmediato recorte del gasto, sino que se hace a su vez imprescindible un conjunto de reformas estructurales que eleven el potencial de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola. Con una tasa de paro del 20%, que no se espera que se reduzca de forma sustancial en los pr¨®ximos a?os, es imposible corregir las cuentas p¨²blicas. La reforma laboral es una magn¨ªfica oportunidad de cambiar esta situaci¨®n. Esta favorecer¨¢ que se necesite menos crecimiento para crear empleo y que con el mismo crecimiento se creen m¨¢s puestos de trabajo. Junto con la reforma laboral se precisa un amplio conjunto de reformas en la educaci¨®n, en las administraciones p¨²blicas, en la justicia, etc¨¦tera, que permitan ayudar a mejorar la productividad y la competitividad de la econom¨ªa espa?ola. Tambi¨¦n es necesario dar un impulso a la gesti¨®n privada de los servicios p¨²blicos. La gesti¨®n privada ahorra costes a igualdad de servicios.
En definitiva, s¨®lo mediante la combinaci¨®n de un importante programa de ajuste del sector p¨²blico y unas reformas estructurales en profundidad que faciliten el crecimiento y la creaci¨®n de empleo se puede revertir la delicada situaci¨®n de la Hacienda P¨²blica. No actuar de forma inmediata es permanecer en el filo de la navaja.
Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n es presidente de la patronal CEOE.
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