Xavi como s¨ªntoma
Hasta ahora, el l¨ªder de la selecci¨®n no ha podido marcar el ritmo de los partidos porque a su alrededor se ha impuesto la ansiedad - Espa?a debe despejar su horizonte recuperando su molde
A salvo en los cuarteles de Potchefstroom tras una primera fase ag¨®nica, la selecci¨®n espa?ola tiene tiempo para mirarse en el espejo antes de que pasado ma?ana se cite con Cristiano Ronaldo. O que la imbatida Portugal se rete con Villa, que en este Mundial ha provocado m¨¢s desvelos que CR. Espa?a necesita rebobinar sus dos a?os anteriores al trompic¨®n con Suiza. El Mundial ya le ha dado una lecci¨®n. Est¨¢ en la g¨¦nesis de este torneo, no hay campe¨®n que salte con una pierna. Penalizada en el primer partido, Espa?a ya ha pagado su deuda. El equipo ha tenido que luchar contra sus angustias y, de manera involuntaria, lastrada por los fantasmas, ha cambiado de formato. Es bueno tener variantes, m¨¢s de un registro, pero tambi¨¦n que prevalezca un gui¨®n, el dictado que ha llevado a esta selecci¨®n a perder dos encuentros desde el 15 de noviembre de 2006.
Sobran los reproches, una tacha no ensucia una trayectoria como la espa?ola
En Sud¨¢frica, el equipo ha perdido encanto y se ha sostenido por las bravas. Sobran los reproches, una tacha no emborrona una trayectoria como la espa?ola. El equipo ha respondido cuando ha llegado la tormenta, un ejercicio de madurez que, ante los excelentes resultados, no hab¨ªa habido tiempo de comprobar. Un pelda?o m¨¢s en el tr¨¢nsito de un equipo que en las buenas fue un prestidigitador y en las malas, un resistente.
Pero nada le despeja m¨¢s el horizonte a esta selecci¨®n que recuperar su molde, irreconocible por el momento en su versi¨®n m¨¢s genuina. No hay mayor s¨ªntoma de ello que la palidez de Xavi, el maestro de su mejor partitura, el gran ide¨®logo, el jugador m¨¢s premiado de la Eurocopa 2008, el gu¨ªa, junto a Messi, de un Bar?a de leyenda. Quiz¨¢ el mejor jugador espa?ol que haya existido; el m¨¢s influyente, sin duda. Sin el modelo Xavi, al azulgrana le han cambiado el sastre, no se encuentra como siempre ni le encuentran lo suficiente como para imantar de nuevo el juego. Cabe descartar un problema individual, porque el propio futbolista ha subrayado siempre que sus ¨¦xitos dependen del colectivo. No le falta raz¨®n. No es un gran regateador, no es un goleador y menos un fajador. Lo mismo da, es un jugador maravilloso, el mejor director posible, pero no es un solista y necesita una orquesta afinada. Precisa ser ¨¦l quien d¨¦ las puntadas al juego, quien maneje el reloj, los pulsos de unos y otros.
A Xavi le engrandecen los jugadores que buscan la pelota al pie, que aceleran cuando deben, que se le ofrecen al espacio, que le vienen en corto y le hacen un gui?o con las luces largas. Poco de todo eso ha sucedido en este Mundial. Espa?a ha ido a impulsos, ha tenido varias caretas: una posesi¨®n in¨²til y demasiado barroca durante una hora frente a Suiza, muchos remates en la segunda parte con los helv¨¦ticos y en un largo tramo ante los hondure?os y menos llegadas pero m¨¢s punter¨ªa frente a los chilenos. Hasta ahora, Xavi no ha podido marcar el ritmo de los partidos, porque a su alrededor se ha impuesto la ansiedad. En la primera fase, como se ha visto, el Mundial perdona un patinazo, desde octavos no hay remedio que valga. No se trata solo de que la pelota se acurruque al pie de unos y otros. Xavi, como ya hizo en la Eurocopa, sabe manejarse cuando el equipo se despliega con m¨¢s decibelios. Lo importante, la clave para Espa?a, es que ¨¦l sea protagonista. En su per¨ªmetro, todos ser¨¢n mejores. Y Espa?a habr¨¢ vuelto con su mejor cara.
El juego bacheado estaba justificado por un traspi¨¦. Solventado, es hora de que el equipo se suelte, que la selecci¨®n rompa a jugar, descargada la mochila. Ya no hay demonios que exorcizar. Ha llegado la hora de los futbolistas, de debatir sobre el f¨²tbol, no sobre las alineaciones, coartada para m¨¢s de uno. Xavi nunca las busc¨®. No es cuesti¨®n de d¨®nde juegue. En el Bar?a, por ejemplo, lo ha hecho con Keita y Tour¨¦, o junto a Iniesta y menos pivotes, con y sin extremos, con arietes como Eto'o, Ibrahimovic o Messi, que nada tienen que ver unos y otros. ?l acostumbra a dar con el hilo por encima de la alineaci¨®n de turno. Lo importante es el discurso. Y el de Xavi no tiene r¨¦plica. No hay nadie como ¨¦l. Espa?a lo supo y la sabe. Que se ponga a sus pies.
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