La marcha, en manos de las mujeres
Por primera vez en 32 a?os, Espa?a no coloca ni a un finalista en los 20km masculinos
La medalla fundacional la consigui¨® Jordi Llopart, oro en los Europeos de Praga, en 1978 en los 50 kil¨®metros. Desde entonces, la marcha ha sido para el atletismo espa?ol un refugio, un puerto de salvaci¨®n llegada la hora del recuento de ¨¦xitos, una estad¨ªstica a veces falsa sobre su estado. Lo que pas¨® ayer en los 20 kil¨®metros masculinos, con el veterano Juanma Molina, noveno, como mejor clasificado, ser¨ªa, pues, exagerado instalarlo como s¨ªntoma de mala salud del atletismo espa?ol, aunque, de todas maneras, no deja de ser un dato doloroso. Pasados los tiempos de Llopart, Mar¨ªn, Prieto, Plaza, Massana, en suspenso los de Paquillo, la prueba de los 20 kil¨®metros, que hab¨ªa ofrecido para los recuentos un finalista al menos desde 1978, y un medallista desde 1982, se qued¨® a cero de ambos. El primer oro de los Europeos de Barcelona lo gan¨® el adolescente ruso Stanislav Elmeyanov, de 19 a?os, que hundi¨® en la miseria al favorito, al campe¨®n ol¨ªmpico italiano Alex Schwazer, plata.
Despu¨¦s de un a?o "muy duro", ah¨ª est¨¢, con 34 a?os, la eterna Mar¨ªa Vasco
"Estoy muy fuerte de cabeza, me veo bien", confiesa la medallista ol¨ªmpica
Molina, que fue bronce en M¨²nich 2002, ha pagado su frustrado moment¨¢neamente -el viento y la altitud de Chihuahua le frenaron a la primera- salto a los 50 kil¨®metros. "Adem¨¢s", dijo el marchador de Cieza, "pequ¨¦ de conservador y al final, cuando fui a remontar, me falt¨® velocidad". Cinco puestos m¨¢s atr¨¢s qued¨® su paisano Miguel ?ngel L¨®pez, campe¨®n de Europa sub 23. "Me pas¨¦ de valiente", dijo el murciano.
"Pero nos quedan las mujeres, que tienen m¨¢s posibilidades", dijo Josep Mar¨ªn, uno de los hist¨®ricos de la marcha espa?ola, director t¨¦cnico de la federaci¨®n y entrenador de la barcelonesa Beatriz Pascual, campeona de Espa?a y sexta en los Juegos Pek¨ªn y en los Mundiales de Berl¨ªn. Con ella, la campeona de Espa?a Mar¨ªa Jos¨¦ Pov¨¦s, y Mar¨ªa Vasco. La eterna Mar¨ªa Vasco.
Para ella es otra historia. Con 34 a?os cumplidos, consciente de que estos pueden ser sus ¨²ltimos Europeos, la catalana ha preparado con mimo esta competici¨®n. "Estoy muy fuerte de cabeza, me veo bien, pero l¨®gicamente me cuesta m¨¢s recuperarme que antes y a estas alturas me conozco muy bien, conozco mi cuerpo, hasta d¨®nde puedo llegar", confiesa la medallista ol¨ªmpica, la primera del atletismo femenino espa?ol, hace ya 10 a?os, parece un mundo.
La suya ha sido una temporada at¨ªpica que resume en un tatuaje de una paloma en vuelo en la mu?eca izquierda. Libertad. "Ha sido un a?o muy duro personalmente, me he llevado palos muy fuertes y he sacado fuerzas de donde no ten¨ªa. Ahora me siento liberada", explica esta mujer diminuta, de ojos azules y expresivos, azotada por la enfermedad de su madre y otros problemas en los que no quiere entrar. Lo da todo por cerrado.
Ahora toca hablar de atletismo, de la marcha, de esa disciplina a la que lleva dedicada desde los 10 a?os. Tambi¨¦n en lo deportivo su a?o ha sido extra?o. Tras la decepci¨®n del Mundial de Berl¨ªn, donde se retir¨® extenuada, sin fuelle, ha hecho una temporada at¨ªpica. Ha competido poco y bien -el triunfo en Chihuahua le dio una tonelada de confianza- y acaba de terminar la puesta a punto en Sierra Nevada, 25 d¨ªas en altura para poner a punto el hematocrito. "Est¨¢ todo calculado", sonr¨ªe; "y no estoy tan nerviosa como otras veces".
En sus piernas y en sus caderas, y en las de Pov¨¦s y Pascual, en esas calles que tan bien conoce y con permiso de rusas y portuguesas, tal vez las chicas hagan olvidar la ausencia de Paquillo.
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