EE UU retira la ¨²ltima brigada de combate
El Ej¨¦rcito concluye la campa?a iraqu¨ª y mantendr¨¢ una peque?a fuerza hasta fin de mes - Unos 50.000 soldados permanecer¨¢n hasta 2011 para tareas de entrenamiento
Siete a?os, cinco meses y 4.419 soldados fallecidos despu¨¦s, la cuarta brigada de blindados Stryker, de la II Divisi¨®n de Infanter¨ªa del Ej¨¦rcito estadounidense, cruz¨® ordenadamente la frontera, saliendo de Irak y entrando en Kuwait al alba, en la madrugada de ayer. Abandonaba as¨ª el pa¨ªs la ¨²ltima brigada estadounidense de combate que ha tomado parte en la guerra de Irak. Acababa de este modo formalmente la segunda guerra del Golfo, declarada por EE UU en marzo de 2003 y sobre la que George W. Bush clam¨® victoria al cabo de 40 d¨ªas, pero cuyo final a¨²n deb¨ªa demorarse 87 meses, con un coste para el Pent¨¢gono de 784.000 millones d¨®lares (611.000 millones de euros).
Esa brigada, que ya est¨¢ de regreso a su base en el Estado de Washington, llevaba meses preparando el repliegue, centrada en su ¨²ltima operaci¨®n b¨¦lica: retirarse a trav¨¦s de 500 kil¨®metros de desierto, en territorio hostil. Lo hizo sin incidentes. A su marcha, ha perdido a 34 de sus 4.000 miembros en Irak. Fue uno de los destacamentos que lleg¨® a aquel pa¨ªs durante el rearme y refuerzo de 20.000 soldados ordenado por Bush y orquestado por el general David Petraeus en 2007, una operaci¨®n que el Pent¨¢gono considera que facilit¨® la posibilidad de culminar la retirada este mismo mes. Entre otras operaciones, esos soldados libraron combates en Bagdad y en la provincia de Diyala, un nido de insurgentes.
Han muerto unos 100.000 civiles iraqu¨ªes y 4.419 militares de EE UU
En el momento culminante de la guerra hab¨ªa 176.000 soldados desplegados
Quedan ahora en Irak 56.000 soldados. De ellos, 6.000 que no est¨¢n asignados a operaciones de combate, se marchar¨¢n la semana pr¨®xima. En septiembre quedar¨¢ en Irak el resto, seis brigadas y un destacamento de 4.500 soldados de la divisi¨®n de operaciones especiales, que no se replegar¨¢n hasta el a?o que viene, pues el presidente Barack Obama ha ordenado que permanezcan en Irak, en una misi¨®n ya bautizada como Operaci¨®n Nuevo Amanecer, para labores de apoyo a la misi¨®n diplom¨¢tica estadounidense y de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes. Tambi¨¦n se har¨¢n cargo del espacio a¨¦reo hasta que las Fuerzas Armadas iraqu¨ªes puedan asumir ese cometido. Seg¨²n un acuerdo entre Washington y Bagdad, ning¨²n soldado estadounidense podr¨¢ quedarse en Irak despu¨¦s del 31 de diciembre de 2011.
Al tomar posesi¨®n de su cargo, en 2009, Obama reafirm¨® una de sus promesas electorales: acabar la guerra de Irak. La fecha elegida fue la del 31 de agosto de 2010. En 18 meses, 90.000 soldados han regresado a casa. En su punto m¨¢ximo, hubo 176.000 tropas estadounidenses en aquel pa¨ªs. Muchas de las que ahora abandonan Irak, as¨ª como el equipo b¨¦lico que ya no se necesita en aquel frente, se encauzar¨¢n hacia Afganist¨¢n, donde el presidente ha ordenado un rearme para ganarle el pulso a la insurgencia orquestada por Al Qaeda y los talibanes. En enero de 2009, hab¨ªa 33.000 soldados de EE UU en Afganist¨¢n. A finales de mes, habr¨¢ 96.000.
La guerra de Irak se convirti¨® en un testamento pol¨ªtico para el ex presidente Bush, que encontr¨® una fuerte oposici¨®n tanto en la comunidad internacional como en la opini¨®n p¨²blica estadounidense. A d¨ªa de hoy, y seg¨²n la ¨²ltima encuesta de la consultora Gallup al respecto, el 54% de los norteamericanos sigue pensando que fue un error mandar tropas a Irak. El punto m¨¢ximo de rechazo lleg¨® en los ¨²ltimos meses de presidencia de Bush. En abril de 2008 hab¨ªa un 63% de estadounidenses que criticaban la invasi¨®n. Cifras semejantes no se han visto en las estimaciones de opini¨®n de la otra guerra que queda abierta, la de Afganist¨¢n.
La guerra de Irak les ha costado a los contribuyentes de EE UU 784.000 millones de d¨®lares, seg¨²n cifras del Pent¨¢gono. Es el segundo conflicto m¨¢s caro de la historia b¨¦lica estadounidense, tras la II Guerra Mundial, que cost¨® 4.100 billones. Supera a la guerra de Vietnam en 46.000 millones. Tras el final de las operaciones b¨¦licas, Washington deber¨¢ seguir pagando compensaciones a los veteranos de guerra. Unos 450.000 -una cifra que incluye tambi¨¦n a los que han regresado de Afganist¨¢n- han pedido ya pensiones por invalidez.
La marcha de EE UU no significa que Irak quede pacificado. La violencia contra civiles ha descendido notablemente desde sus cotas m¨¢s altas, en 2006 y 2007. Pero sigue habiendo tensi¨®n interna: ¨¦tnica, entre la mayor¨ªa ¨¢rabe y la minor¨ªa kurda, y religiosa, entre la mayor¨ªa chi¨ª y la minor¨ªa sun¨ª, a la que pertenec¨ªa el dictador depuesto Sadam Husein.
Cinco meses despu¨¦s de las pasadas elecciones generales, el pa¨ªs sigue sin un acuerdo pol¨ªtico que permita formar un Gobierno estable. La insurgencia radical islamista sigue fuerte -julio fue el mes m¨¢s sangriento en los dos ¨²ltimos a?os- en numerosos puntos del pa¨ªs. El pasado martes, un terrorista suicida mat¨® a 60 reclutas y soldados iraqu¨ªes en Bagdad, en uno de los atentados m¨¢s graves de los ¨²ltimos meses. A los 665.000 soldados iraqu¨ªes les corresponder¨¢ ahora prevenir y responder a ataques como ese.
El propio Ej¨¦rcito iraqu¨ª no tiene muy claras sus posibilidades. La semana pasada, su jefe militar, el teniente general Babakir Zebari, asegur¨® en una reuni¨®n de altos mandos que ser¨¢ una tarea muy dif¨ªcil defender al Gobierno y a los civiles despu¨¦s de esta retirada norteamericana. Dijo que Bagdad no podr¨ªa acometer una tarea semejante hasta, por lo menos, dentro de una d¨¦cada. La Casa Blanca no ha respondido a esa petici¨®n.
Formalmente, la retirada comenz¨® en realidad hace poco m¨¢s de un a?o, el 30 de junio de 2009, cuando los batallones estadounidenses abandonaron los principales n¨²cleos urbanos y les cedieron el testigo en ellos al Ej¨¦rcito y la Polic¨ªa Nacional iraqu¨ªes. Tambi¨¦n comenzaron entonces los soldados de EE UU las labores que asumir¨¢n exclusivamente a partir de septiembre: entrenamiento y supervisi¨®n. En enero de 2009, Bagdad y Washington firmaron un acuerdo bilateral en materia de seguridad, seg¨²n el cual el Pent¨¢gono renunci¨® a la posibilidad de acometer operaciones de combate en solitario y sin el permiso y asistencia del Gobierno leg¨ªtimo del pa¨ªs. A partir de ahora, ese peso les corresponde ya, sin excepciones y en exclusividad, a las tropas iraqu¨ªes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.