S¨¦ptima detenci¨®n de El Rafita

Rafael Fern¨¢ndez Garc¨ªa, de 21 a?os, El Rafita, uno de los asesinos de la joven Sandra Palo, fue detenido ayer por la ma?ana. Es la s¨¦ptima vez desde que abandon¨® el centro de internamiento en el que cumpli¨® cuatro a?os por la muerte de la muchacha. Varios coches patrulla de la Polic¨ªa Municipal de Alcorc¨®n (164.300 habitantes) le interceptaron instantes despu¨¦s de que se subiera a una furgoneta de reparto de embutido y comenzara a conducirla, pese a que no tiene carn¨¦ para ello. El conductor de este peque?o cami¨®n result¨® herido de car¨¢cter leve, ya que se encontraba en la parte trasera. Hoy est¨¢ previsto que el arrestado pase a disposici¨®n del juzgado de guardia de la localidad del sur de Madrid.

Huy¨® en el veh¨ªculo de un repartidor que se encontraba dentro del coche

Tanto la v¨ªctima como el supuesto ladr¨®n acabaron en urgencias

Hac¨ªa cinco meses que la polic¨ªa no ten¨ªa constancia de la actividad delictiva de El Rafita. La ¨²ltima vez que le pusieron los grilletes fue a principios de marzo, cuando fue acusado de robar un radiocasete en el interior de un coche estacionado en la Fundaci¨®n Hospital Alcorc¨®n. El joven, de hecho, hab¨ªa abandonado su lugar habitual de residencia, en la avenida de Villaviciosa, en el municipio alcorconero, y se hab¨ªa marchado a la Ca?ada Real Galiana. All¨ª vive gran parte de su familia.

Pero ayer rompi¨® ese alejamiento y volvi¨® a las andadas. Eran las 9.30 y Juli¨¢n Alberto, el repartidor de embutidos, estacion¨® su furgoneta Nissan de 3.500 kilos en la calle de las Qu¨ªmicas, junto al establecimiento Viena Capellanes. El hombre, que lleva 10 a?os en la empresa, se baj¨® y dej¨® el motor en marcha. Quer¨ªa comprobar que el local estaba abierto antes de empezar a descargar las 10 cajas de embutidos que ten¨ªa que entregar. "Cuando me baj¨¦, vi a un chaval con la camiseta azul y que iba con bermudas. En cuanto me le qued¨¦ mirando se dio la vuelta", recordaba despu¨¦s la v¨ªctima, que no reconoci¨® en esos momentos a El Rafita.

Justo cuando abri¨® la parte trasera de la furgoneta, El Rafita se mont¨® en la cabina y comenz¨® a conducir la furgoneta. "Cuando o¨ª el ruido de la puerta, me asom¨¦ y me di cuenta de que alguien estaba dentro. Me sub¨ª de nuevo al remolque", a?ade Juli¨¢n Alberto.

El Rafita empez¨® a conducir en zigzag de forma que el conductor cay¨® a unos 200 metros en medio de la calzada. En su huida fue perdiendo parte de las mercanc¨ªas que Juli¨¢n ten¨ªa que repartir durante la ma?ana. "Menos mal que un conductor me vio y pudimos seguirle. Como iba tirando cajas, hemos podido saber por d¨®nde hu¨ªa hasta que se ha quedado sin mercanc¨ªa. Ah¨ª le hemos perdido", destaca el conductor.

Lo que no sab¨ªa El Rafita es que en las inmediaciones hab¨ªa un coche de la Polic¨ªa Municipal de Alcorc¨®n que le persigui¨® nada m¨¢s verle. En su apoyo salieron otros tres coches patrulla que le cercaron en una rotonda de la cercana avenida del Ol¨ªmpico Fern¨¢ndez Ochoa, en el barrio de Ondarreta. El joven estamp¨® la furgoneta contra la protecci¨®n de un parque y sali¨® corriendo. En su huida se ara?¨® con unas vallas. Los agentes le dieron alcance y le arrestaron.

V¨ªctima y supuesto ladr¨®n fueron trasladados al servicio de urgencias de la Fundaci¨®n Hospital Alcorc¨®n, donde les atendieron de heridas de car¨¢cter leve. Juli¨¢n Alberto se quejaba de dolores en la cintura consecuencia de la ca¨ªda, mientras que El Rafita solo ten¨ªa los rasgu?os que se produjo en la huida.

El joven delincuente se encontraba ayer detenido en los calabozos de la Polic¨ªa Municipal de Alcorc¨®n, pendiente de pasar hoy a disposici¨®n judicial. Ser¨¢ acusado de una falta de lesiones, de un delito por robo de un veh¨ªculo de motor (la furgoneta) en grado de tentativa, de dos delitos contra la seguridad vial (conducci¨®n temeraria y conducir pese a carecer de carn¨¦) y de da?os, ya que en su huida rompi¨® una papelera. "Tambi¨¦n ha causado da?os en el paragolpes de la furgoneta, pero puede circular", afirm¨® Juli¨¢n Alberto. "Ha sido un susto muy grande y pens¨¦ que me pod¨ªa ocurrir algo muy grave", a?ad¨ªa con cierto nerviosismo tras prestar declaraci¨®n.