?Evitar¨¢n otro desastre?
Las nuevas exigencias de capital a la banca dar¨¢n mayor seguridad, pero encarecer¨¢n el cr¨¦dito
La globalizaci¨®n ha acelerado todo. Y m¨¢s en los mercados financieros. Las crisis se suceden casi cada dos a?os, por lo que parece extra?o que los banqueros centrales de los pa¨ªses m¨¢s importantes acuerden normas sobre el capital para proteger al sector con un plazo de aplicaci¨®n de entre tres y nueve a?os.
Sin embargo, esto es lo que ocurri¨® el domingo pasado en la ciudad suiza de Basilea cuando se firm¨® "el acuerdo sobre el capital m¨¢s importante de las ¨²ltimas d¨¦cadas", en palabras de Emilio Bot¨ªn, presidente del Santander. "?C¨®mo estaremos dentro de nueve a?os? No creo que nadie lo pueda saber, porque el panorama econ¨®mico y financiero est¨¢ cambiado a toda velocidad. ?Qui¨¦n pod¨ªa pensar que Citi y Royal Bank of Scotland iban a ser nacionalizados?", apunta Luis Garicano, profesor de estrategia econ¨®mica de la London School of Economics.
Basilea lll no quiere proteger de otra tormenta, sino de un desastre sist¨¦mico
Los supervisores han sido duros en el capital y blandos en los plazos
Los mercados exigir¨¢n que la banca asuma pronto los nuevos ratios
"Esta reforma no es la soluci¨®n. Frenar¨¢ la recuperaci¨®n", dice Iranzo
Las cajas tendr¨¢n que acelerar la salida a Bolsa de sus filiales bancarias
La reforma acaba con las estrategias que se basaban en los precios bajos
Pero la intenci¨®n de los supervisores no es solo construir un marco -conocido como Basilea III- que proteja al sector de la siguiente tormenta en los mercados, sino evitar que ocurra otro desastre sist¨¦mico como el actual, que ha tardado casi 80 a?os en gestarse.
Los jefes de los bancos centrales y las autoridades reguladoras de 27 pa¨ªses acordaron el 12 de septiembre endurecer las normas de solvencia bancaria con el fin de mejorar la solidez del sistema financiero. Las nuevas reglas exigen a la banca guardar m¨¢s capital y de mayor pureza (es decir, sin incluir instrumentos financieros) para poder hacer frente con rapidez a futuras p¨¦rdidas. El acuerdo de Basilea III ser¨¢ retocado en la pr¨®xima cumbre de jefes de Estado y Gobierno del G-20, que se celebrar¨¢ en la capital de Corea del Sur en noviembre, aunque no se esperan cambios de calado. Tras esta cita, cada pa¨ªs lo adaptar¨¢ a su legislaci¨®n.
De manera sencilla y resumida, lo que se ha hecho es dividir el capital en tres categor¨ªas en funci¨®n de su pureza: Common capital, Tier 1 y Capital Total. Antes se exig¨ªa un 2% de capital de m¨¢xima calidad (common capital) sobre los activos de riesgo, y ahora pasa al 7%. Esta cifra se desglosa en un 4,5% de capital puro y un nuevo fondo antic¨ªclico, para hacer frente a crisis, del 2,5%. Si las entidades no cumplen con este fondo, se les puede prohibir repartir dividendos y bonus a los directivos. Incluso las autoridades de cada pa¨ªs podr¨ªan pedir hasta un 2,5% m¨¢s de capital a las entidades cuando suba mucho el cr¨¦dito como f¨®rmula para pinchar esa burbuja. Los supervisores est¨¢n preguntando a las grandes entidades cu¨¢les podr¨ªan ser los activos que se incluyan en este colch¨®n, y todav¨ªa no se ha llegado a una conclusi¨®n.
El common capital es el diamante puro. Si se le suman impurezas, es decir, emisiones de activos financieros como las participaciones preferentes (que son perpetuas, sin vencimiento), el resultado se denomina Tier 1, cuyo nivel m¨ªnimo es el 6%. Antes se ped¨ªa el 4%. Estos activos se consideran menos puros, porque no son tan efectivos a la hora de salvar un banco o caja con problemas. Las ayudas del Fondo de Restructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB) a las cajas, que suman 11.000 millones, contar¨¢n como Tier 1, no como capital puro. Si una caja dejara de pagarlo, entonces s¨ª se convertir¨ªa en common capital porque pasar¨ªa a ser cuotas participativas con derechos pol¨ªticos y el FROB tomar¨ªa el control.
La Asociaci¨®n Espa?ola de Banca (AEB) se ha quejado de que las entidades extranjeras entran con ventaja en esta reforma. La patronal bancaria recuerda que las inyecciones de capital de los Gobiernos (de Holanda, Reino Unidos, Estados Unidos y Alemania, entre otros) s¨ª son acciones y, por lo tanto, cuenta como capital puro. De esta manera, las ratios de los competidores internacionales pueden ser m¨¢s elevados.
Por ¨²ltimo, si se suman otras impurezas, como la deuda subordinada (emitidas a plazo fijo), se alcanza el Capital Total, cuyo m¨ªnimo est¨¢ fijado en el 8%. Este es el mismo nivel que se reclamaba antes de la reforma.
La estrategia de los supervisores ha sido endurecer las exigencias de capital, pero ser m¨¢s blandos en el calendario de aplicaci¨®n. En un momento como el actual, en el que los mercados est¨¢n casi cerrados, hubiera sido suicida exigir que las entidades capten capital de los inversores. En lugar de encontrar una soluci¨®n, se hubieran acentuado los problemas, propiciando la quiebra de entidades.
En cuanto al capital, la discusi¨®n estaba entre colocarlo al 6% o al 8% de la ratio de common capital (es decir, el m¨¢s puro, solo incluye capital y reservas). Curiosamente, los pa¨ªses anglosajones, con la fe del converso, eran partidarios del 8%, seg¨²n fuentes conocedoras de la negociaci¨®n. Al final el consenso ha estado en el 7%.
?Qu¨¦ significa este 7%? Cada entidad agrupa los cr¨¦ditos por su riesgo. As¨ª calcula los llamados "activos ponderados por riesgos", excluyendo las inversiones en deuda p¨²blica y la mitad de las hipotecas de m¨¢xima calidad, entre otras partidas. Si estos activos suman 100 euros, por ejemplo, la entidad debe tener 7 euros en capital y reservas. En la medida en la que no se devuelvan los cr¨¦ditos, la entidad recurre a ese capital, es decir, vac¨ªa la despensa y tiene que buscar m¨¢s recursos en el mercado.
Otro cambio importante de la reforma es que este common capital, que antes se llamaba core capital, ha pasado a ser regulatorio, es decir, que se puede sancionar por su incumplimiento. En Espa?a el supervisor ya daba una importancia crucial a esta ratio, pero en otros pa¨ªses se fijaban m¨¢s en el Tier 1 o Tier 2, que son m¨¢s elevados porque incluyen activos financieros, algunos de ellos de poca fiabilidad. La crisis ha demostrado que solo el capital de m¨¢xima categor¨ªa reflota a las entidades con problemas. Este es otro espaldarazo a pol¨ªtica del Banco de Espa?a, que ha tenido un puesto relevante en la cocina de esta reforma.
Adem¨¢s, los supervisores de Basilea acordaron controlar el endeudamiento y fijaron la ratio en el 3% sobre los activos a partir de 2011. Tambi¨¦n marcaron el nivel de liquidez y el de captaci¨®n de recursos o financiaci¨®n, pero sin concretar detalles. A las "entidades sist¨¦micas", aquellas que por su tama?o pueden hundir el sector, se les incorporar¨¢n m¨¢s exigencias, todav¨ªa no fijadas.
Hasta aqu¨ª las medidas tomadas. Ahora el mercado analiza las consecuencias que tendr¨¢ para los ciudadanos, para la econom¨ªa y para las entidades. La mayor¨ªa de los expertos consultados coinciden en que el cr¨¦dito ser¨¢ m¨¢s caro y m¨¢s escaso. "Esta reforma est¨¢ pensada para que se reduzca el endeudamiento financiero, una de las causas de la crisis. Para tener la ratio de capital m¨¢s alta, las entidades reduciremos los activos de riesgo (el cr¨¦dito), a la vez que intentaremos subir el numerador, es decir, el volumen de capital. Esto conducir¨¢ a una ca¨ªda del cr¨¦dito y de los m¨¢rgenes del negocio porque la competencia seguir¨¢ siendo fuerte", explica el director financiero de una de las grandes entidades espa?olas. Esta fuente, como todas las que proceden de otros bancos y cajas, han pedido el anonimato al opinar sobre esta cuesti¨®n.
Joaqu¨ªn Maudos, investigador del IVIE y profesor de la Universidad de Valencia, a?ade: "Obligatoriamente se tiene que encarecer el cr¨¦dito. La liquidez es m¨¢s cara, el consumo de capital mayor y el riesgo de impago tambi¨¦n sube por la situaci¨®n econ¨®mica. Poco a poco subir¨¢ el cr¨¦dito".
Las escuelas de negocios y los economistas, el lado te¨®rico del sector, coinciden con los gestores. El que m¨¢s claro lo tiene es Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Econ¨®micos (IEE), dedicado a la investigaci¨®n en materia econ¨®mica. "Esta reforma provocar¨¢ que haya menos cr¨¦dito, y ser¨¢ m¨¢s caro. Creo que no sirve para evitar un posible colapso del sector financiero y, al frenar el cr¨¦dito, se har¨¢ m¨¢s profunda la crisis". En su opini¨®n, la soluci¨®n es incrementar la supervisi¨®n. Un banquero lo resume gr¨¢ficamente: "Lo que se ha hecho es poner petroleros de doble casco porque son m¨¢s seguros. Ahora hay que ver qui¨¦n los paga".
Jorge Soley, profesor de Direcci¨®n Financiera del IESE, cree "razonable" que la nueva normativa favorezca un descenso de los pr¨¦stamos. "No ocurrir¨¢ a corto, pero s¨ª a medio plazo. Los nuevos negocios tendr¨¢n m¨¢s dif¨ªcil conseguir recursos para sus proyectos. Los tipos de inter¨¦s bajos ya no volver¨¢n, pero no creo en un cierre del grifo del cr¨¦dito porque si no la banca no podr¨ªa sobrevivir. No habr¨¢ una hecatombe", augura.
Un analista bancario apunta que la subida de los costes del cr¨¦dito golpear¨¢ m¨¢s a las entidades con estrategia de bajos precios y m¨¢rgenes estrechos. "Las hipotecas a eur¨ªbor m¨¢s 0,40 puntos se tienen que terminar. Los que captaban clientes solo con este gancho ?qu¨¦ van a hacer ahora?", se pregunta.
Robert Tornabell, catedr¨¢tico del Departamento de Direcci¨®n Financiera de ESADE, recuerda que las entidades ya est¨¢n recortando el cr¨¦dito tras el endurecimiento de las provisiones del Banco de Espa?a. "El coste de la liquidez est¨¢ subiendo, y captar capital no va a ser f¨¢cil. Ni siquiera para los bancos, pero peor para las cajas". Estas tendr¨¢n que acelerar la salida a Bolsa de filiales bancarias, uno de los mejores caminos para captar recursos propios, dicen los economistas. En su opini¨®n, el Santander y el BBVA no tendr¨¢n problemas para capitalizarse despu¨¦s del buen lugar en el que han quedado en las pruebas de resistencia realizadas en julio pasado.
El problema es que una aton¨ªa en el cr¨¦dito perjudicar¨¢ al crecimiento de la econom¨ªa. Si el PIB no mejora, tampoco lo har¨¢ el paro ni la morosidad, y la banca no podr¨¢ recuperarse. Esta pescadilla que se muerde la cola es la que denuncia Luis Garicano. "El peligro es que las entidades pasen la d¨¦cada dedicando sus excedentes a sanear el capital en vez de a prestar dinero, lo que podr¨ªa retrasar la recuperaci¨®n econ¨®mica", apunta.
Pero ?por qu¨¦ cortar el cr¨¦dito si ahora cumplen las normas de capital y no habr¨¢ cambios hasta 2013? Los gestores creen que los analistas y la Bolsa no respetar¨¢n los largos plazos de Basilea III. Es decir, dentro de poco tiempo empezar¨¢n a pedir a las entidades que hagan proyecciones sobre su capital con las nuevas normas. Esto llevar¨¢ a premiar las que tengan mejores ratios de capital, y las que salgan mal en la foto ser¨¢n castigadas. "Se iniciar¨¢ una carrera por el capital mucho antes de 2013", dicen desde una entidad.
Un auditor bancario considera que el cambio ha sido tan profundo "que ahora importa m¨¢s la solvencia que el beneficio. Se sabe que los resultados est¨¢n penalizados por las provisiones, as¨ª que los analistas miran m¨¢s el capital".
Desde una entidad financiera temen que alg¨²n pa¨ªs acelere el calendario de Basilea III. "Unos podr¨ªan seguir las normas nuevas, m¨¢s estrictas, y otros las viejas, lo que afectar¨ªa a la competencia. Un l¨ªo".
Sin ocultar que puedan surgir problemas, Basilea III ha mandado dos mensajes claros: hay que reorientar el negocio con la premisa de las nuevas exigencias de capital y, por otro, la disciplina en la asunci¨®n de riesgos es vital. -
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