Los presupuestos ponen a prueba la credibilidad de las autonom¨ªas

Cuando las agencias de calificaci¨®n crediticia, el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Espa?a coinciden, los inversores toman nota. Se se?ala a las comunidades aut¨®nomas como el eslab¨®n d¨¦bil del dr¨¢stico plan espa?ol de ajuste presupuestario. Y el mercado se repliega. Mientras el Tesoro logra colocar toda la deuda programada por el Gobierno y elude el castigo que sufren otros t¨ªtulos europeos (Irlanda, Grecia), no ocurre as¨ª con las emisiones auton¨®micas. Ante el cerrojazo, Catalu?a ha anunciado que tratar¨¢ de colocar hasta 2.000 millones en bonos a un a?o directamente entre particulares.

Las dudas sobre el compromiso auton¨®mico con el recorte del gasto se han extendido y todas las miradas se centran ahora en los presupuestos de las comunidades para 2011, el a?o m¨¢s exigente en el plan de ajuste. Es, adem¨¢s, a?o electoral en casi todas ellas, algo que suele dificultar la moderaci¨®n en el gasto p¨²blico.

Los datos p¨²blicos no permiten saber c¨®mo evolucionan las cuentas

Los expertos piden m¨¢s instrumentos de control para el Gobierno central

"El Gobierno ha tomado medidas dur¨ªsimas en el gasto, que no he visto en la mayor¨ªa de las autonom¨ªas", proclam¨® el gobernador del Banco de Espa?a, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, la pasada semana en el Congreso. Abundaba as¨ª en argumentos esgrimidos antes por las agencias de calificaci¨®n (en un goteo incesante de rebajas de los ratings de las comunidades) y por el FMI. El reto de reducir el d¨¦ficit p¨²blico del 9,3% (2010) al 6% (2011), el nudo del plan del Gobierno contra la crisis, quedar¨ªa as¨ª en entredicho. El gobernador a?adi¨® que "habr¨ªa que buscar f¨®rmulas que refuercen el compromiso de las comunidades" y cit¨® como ejemplo el techo de gasto que se autoimpone el Ejecutivo central cada a?o.

Fern¨¢ndez Ord¨®?ez carg¨® tambi¨¦n contra la falta de transparencia de las comunidades. A diferencia de lo que ocurre con el Gobierno, que informa mes a mes de la ejecuci¨®n del presupuesto en vigor, las comunidades est¨¢n obligadas a hacer liquidaciones trimestrales, pero muy pocas las publican, y en muchos casos lo hacen tarde y con criterios que dificultan la comparaci¨®n. El resultado es que no hay forma de comprobar si las comunidades est¨¢n cumpliendo el plan de ajuste acordado en junio, que fijaba el d¨¦ficit auton¨®mico en el 2,4% del PIB para este a?o. Una circunstancia que ahora, cuando en el mercado cala la idea de que no son capaces de recortar gasto, se ha vuelto contra las propias comunidades.

"Con los datos p¨²blicos que hay disponibles no se puede saber cu¨¢nto est¨¢n gastando las comunidades", corrobora Diego Pedregal, catedr¨¢tico de la Universidad de Castilla-La Mancha. La falta de datos empuj¨® a Pedregal, junto a Teresa Leal (Universidad de Huelva) y Javier P¨¦rez (Banco de Espa?a), a crear un modelo -publicado en la revista cient¨ªfica de la asociaci¨®n espa?ola de economistas-, que permitiera predecir "en tiempo real" la evoluci¨®n presupuestaria. Pero Pedregal admite que la falta de calidad de los datos municipales y auton¨®micos dificulta el empe?o.

Quien s¨ª tiene datos es el Ministerio de Econom¨ªa, aunque no los haga p¨²blicos. Y su conclusi¨®n es diametralmente opuesta. La vicepresidenta econ¨®mica, Elena Salgado, rechaz¨® que fuera necesario poner m¨¢s controles y se mostr¨® convencida de que las comunidades cumplir¨¢n en 2011, cuando el plan presupuestario les exige bajar el d¨¦ficit del 2,4% al 1,3% del PIB. Con la informaci¨®n que le han suministrado las comunidades hasta ahora, tambi¨¦n est¨¢n cumpliendo este a?o, seg¨²n un portavoz de Econom¨ªa. El ministerio recuerda que en junio, adem¨¢s de los planes de reequilibrio, tambi¨¦n se aprobaron nuevas reglas de endeudamiento, que obligan a dar m¨¢s informaci¨®n sobre la marcha de los presupuestos.

"El objetivo fijado para 2011 para las comunidades es muy dif¨ªcil de cumplir, en la mayor¨ªa de los casos supone reducir el presupuesto m¨¢s de un 10% de un a?o para otro, es demasiado", tercia Santiago Lago, experto en financiaci¨®n auton¨®mica. El profesor de la Universidad de Vigo recuerda que dos tercios del presupuesto auton¨®mico corresponde a sanidad y educaci¨®n, donde el aumento de la poblaci¨®n y el consenso pol¨ªtico hacen casi imposible los recortes.

Y que el tijeretazo en el resto de la Administraci¨®n (empresas p¨²blicas, cargos de confianza, consejer¨ªas e incluso inversi¨®n), m¨¢s o menos intenso seg¨²n la comunidad, no alcanza. "Est¨¢n empuj¨¢ndolas a f¨®rmulas que no computan para el d¨¦ficit, pero que aumentan la deuda, como retener el pago de facturas a los proveedores o hacer obras con financiaci¨®n p¨²blico-privada", afirma.

Lago considera que, m¨¢s que reformas normativas, como las que exige Ord¨®?ez, es necesario un compromiso pol¨ªtico de control presupuestario, que deber¨ªa traducirse en mayor transparencia informativa o en un debate amplio sobre c¨®mo financiar el sistema sanitario. "Con los datos que hay disponibles es pr¨¢cticamente imposible hacerse una idea de c¨®mo va el gasto auton¨®mico", coincide ?ngel de la Fuente, del Instituto de An¨¢lisis Econ¨®mico (CSIC).

De la Fuente tambi¨¦n aboga por "suavizarles la senda de reducci¨®n del d¨¦ficit", pero s¨ª es partidario de "endurecer las leyes de estabilidad presupuestaria", en el caso de que una comunidad incumpla lo pactado. "La autorizaci¨®n de las emisiones de deuda es un instrumento de negociaci¨®n, pero es muy dif¨ªcil pensar que, a las malas, el Gobierno no les vaya a dejar emitir para cubrir gastos", objeta el investigador del CSIC. "El Gobierno tendr¨ªa que tener otros instrumentos para actuar antes en los presupuestos de las comunidades que incumplan, impidi¨¦ndoles realizar determinados gastos u oblig¨¢ndolas a subir impuestos", a?ade.