Facebook, esa tragedia griega
David Fincher indaga en las traiciones que rodearon el nacimiento de la red social m¨¢s famosa - "No es un filme sobre buenos y malos", dice el director
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La prisa de los miembros del departamento de la productora, armados con unas enormes fichas de colores y unos horarios estrictos y terminantes, dan cuenta de la cantidad de entrevistas casi en serie que otorga esta ma?ana en un hotel parisiense el director de cine del momento, David Fincher (Denver, 1962). Su pel¨ªcula, La red social, se ha convertido ya en un aut¨¦ntico fen¨®meno. Relata los or¨ªgenes de Facebook, su invenci¨®n en 2004 por parte de un genio de la inform¨¢tica, Mark Zuckerberg, estudiante de Harvard, tan dotado para aglutinar gente alrededor de su invento como negado para hacer amigos cara a cara; el filme se centra en las disputas y denuncias mutuas entre Zuckerberg y su (¨²nico) amigo, Eduardo Severin, que colabor¨® con ¨¦l en la puesta en marcha de la idea y a quien Zuckerberg apart¨® cuando Facebook contaba ya un mill¨®n de seguidores y comenzaba a valer cientos de millones de d¨®lares (ahora estar¨¢ cerca de unos 18.000 millones de euros).
"Va tanto sobre Facebook como 'Toro Salvaje' es un filme sobre boxeo"
"Hablamos de la inventiva y de la facultad del dinero para corromper"
El exquisito gui¨®n, elaborado por Aaron Sorkin, decidi¨® a Fincher. Sorkin se bas¨® en un libro de t¨ªtulo revelador: Multimillonarios por accidente. "Cuenta una gran historia, una historia, adem¨¢s, que yo pens¨¦ que sabr¨ªa hacer, que sabr¨ªa c¨®mo contar. Cuando yo leo un gui¨®n, busco como espectador algo que, convertido en pel¨ªcula, me haga esperar una cola para ir a verla. A lo mejor deber¨ªa ser m¨¢s selectivo, pero yo le¨ª el gui¨®n y me dije: 'Me gustar¨ªa hacer esa pel¨ªcula", asegura el cineasta, responsable de t¨ªtulos como Seven, El club de la lucha, Zodiac o El curioso caso de Benjamin Button.
Tanto el director como el guionista insisten en que la pel¨ªcula no es un ataque personal contra el creador de Facebook -que, de cualquier manera, no sale muy bien parado-, sino su manera de contar un viejo drama cl¨¢sico lleno de dinero, celos y deseos de ser amado. Fincher, autor de culto, amable, algo cansado, satisfecho, recostado en un sof¨¢, echa un trago de la coca-cola que ha pedido y se lanza a aclarar si La red social es una pel¨ªcula sobre la soledad m¨¢s que sobre Facebook. "Dig¨¢moslo de otra manera: es tanto una pel¨ªcula sobre Facebook como Toro Salvaje es una pel¨ªcula sobre boxeo".
A pesar de ser un grande del Hollywood actual, Fincher desvela que a¨²n tiene dudas y se f¨ªa de sus p¨¢lpitos: "Nunca se sabe mucho, en realidad. Pero si se cuenta con buenos actores, como es el caso, y con un periodo de ensayo suficiente, las intuiciones que uno tiene cuando lee un gui¨®n acaban cuajando despu¨¦s en la pel¨ªcula".
Si alguien es m¨¢s famoso en el mundo actual que una estrella de Hollywood, ese es un gur¨² de Internet. Y Zuckerberg lo es, con su creaci¨®n, una web que le da tanta fama y ¨¦xito como soledad. "Bueno, ¨¦l no es el m¨¢s famoso del mundo. S¨ª uno de los m¨¢s ricos. La pel¨ªcula puede versar sobre el precio que se paga por eso, pero es algo m¨¢s, creo. Trata de c¨®mo unos amigos de 19 a?os, extremadamente dotados para algo, se implican como nadie en un proyecto que al principio es com¨²n. Tambi¨¦n va de la invenci¨®n, de la inventiva, sobre un pu?ado de cuestiones ¨¦ticas y de la facultad del dinero para corromper". ?Crear¨ªa Mark Zuckerberg Facebook por su incapacidad para comunicarse m¨¢s all¨¢ de los algoritmos inform¨¢ticos? "Bueno, puede ser. Eso forma parte de lo esencial de la condici¨®n humana. Pero nosotros no contamos la vida de Zuckerberg. Nosotros nos limitamos a contar un conflicto, una ¨¦poca determinada, mostramos unas personas bajo unas circunstancias especiales y concretas. Nos centramos en un proceso judicial, que fue lo que desencaden¨® todo. Por eso repetimos que no tenemos nada contra Zuckerberg o contra Facebook. Hemos intentado no ser injustos con nadie, creando unos personajes que no son maniqueos. La divisi¨®n entre buenos y malos no me interesa. Ese tipo de cine no me gusta".
Lo que s¨ª tiene claro el cineasta es que, aunque hable de esa generaci¨®n, las traiciones, la amistad y el reconocimiento valen para cualquier ser humano de cualquier ¨¦poca: "Cuanto m¨¢s cambian las generaciones, m¨¢s nos seguimos pareciendo unos a otros. Al leer el gui¨®n, no tuve la sensaci¨®n de que estuviera ligado a otra generaci¨®n con la que no pudiera conectar. Cuando yo ten¨ªa 20 a?os, hac¨ªa las mismas cosas que los chicos de ahora. As¨ª que la pel¨ªcula explora unos cuantos sentimientos y necesidades que siguen siendo los mismos, que no cambian nunca: la necesidad de ser amado, reconocido, querido o temido. Todo esto es igual, incluso dentro de una historia muy moderna". Tan moderna como el nacimiento de Facebook, en 2004. Fincher no habl¨® con nadie de esa web; s¨ª Sorkin. "Aaron s¨ª se puso en contacto con ellos. Y Facebook, naturalmente, nos advirti¨® de que quer¨ªa involucrarse en el proyecto pero que era necesario hacer algunos cambios en el gui¨®n. Les contestamos que los cambios que propon¨ªan no eran aceptables. Por eso nos centramos en el proceso judicial: es una forma de mostrar todas las posturas y de tomar una justa distancia". A ver si el p¨²blico opina lo mismo.
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