Los investigadores de G¨¹rtel buscan en EE UU 30 millones opacos de la trama
El br¨®ker estadounidense de Correa se neg¨® a declarar en junio en Nueva York
Los investigadores del caso G¨¹rtel buscan en Estados Unidos alrededor de 30 millones de euros opacos al fisco que la trama dej¨® supuestamente en manos del gestor americano de inversiones Randall Lew Caruso. Este br¨®ker o asesor financiero figura entre las cinco personas radicadas en EE UU que se hallan imputadas por el juez Antonio Pedreira por haber ayudado supuestamente a los cabecillas de la red corrupta, Francisco Correa y Pablo Crespo, a evadir dinero espa?ol de procedencia il¨ªcita.
Fuentes jur¨ªdicas y financieras estadounidenses han informado a EL PA?S que Correa es cliente de Lew Caruso, quien ahora trabaja para la firma americana Morgan Stanley Smith Barney, y que supuestamente oculta un total de "30 millones de euros". Seg¨²n estas fuentes, Caruso habr¨ªa admitido ante personas de su entorno profesional que gestiona una cuenta con 30 millones que pertenece "a un promotor espa?ol". Los citados medios aseguran que se trata del cabecilla de la red, Francisco Correa.
Randall Lew Caruso trabaja ahora para el banco privado Morgan Stanley
La polic¨ªa ve crucial interrogar al gestor americano de los fondos de Correa
La Fiscal¨ªa de Nueva York tiene en su poder una comisi¨®n rogatoria del juez Pedreira pidi¨¦ndole que interrogue a Caruso por delitos fiscales y de evasi¨®n de capitales, entre otros. Al ser consciente de que era investigado en Espa?a, el abogado de Caruso se entrevist¨® el pasado 14 de junio en Nueva York con funcionarios policiales comisionados por la justicia norteamericana a instancias de Pedreira. Fue el propio abogado de Caruso el que pidi¨® a los agentes entrevistarse con ellos. El letrado quer¨ªa informaci¨®n sobre la situaci¨®n judicial de Caruso, ya que su cliente, coment¨®, le hab¨ªa expresado "su miedo" a salir del pa¨ªs ante la eventualidad de que fuese detenido.
El abogado habl¨® con los agentes tras recibir de la fiscal¨ªa de Nueva York (EE UU) un requerimiento para que compareciese en sus dependencias y prestara declaraci¨®n en relaci¨®n con la petici¨®n de ayuda cursada por el juez espa?ol. Los agentes informaron al abogado de los delitos de los que estaba "imputado" su cliente y del car¨¢cter secreto de las diligencias, y le conminaron a que declarase al d¨ªa siguiente, 15 de junio, ante la fiscal¨ªa neoyorquina. Incluso le sugirieron la posibilidad de que prestase declaraci¨®n, a trav¨¦s de videoconferencia, simult¨¢neamente con Madrid.
El abogado no se comprometi¨® a nada en ese momento, aunque horas despu¨¦s comunic¨® a los polic¨ªas que ni ¨¦l ni su cliente Caruso acudir¨ªan a la citaci¨®n. En ese instante, Caruso trabajaba para la sociedad Merrill Lynch, pero el 16 de septiembre, al ver que sus pasos eran seguidos por la justicia, inform¨® a Wall Street de que cambiaba su firma de operaciones a favor de la citada Morgan Stanley, a la que traslad¨® su bolsa de clientes, se supone que entre ellos a Correa. Morgan Stanley ha pagado una fuerte suma a Caruso por sus servicios antes de conocer sus problemas con la justicia.
La polic¨ªa sostiene en un informe al que ha tenido acceso EL PA?S que Correa y Crespo crearon "una estructura societaria en los Estados Unidos de Am¨¦rica y las Islas V¨ªrgenes Brit¨¢nicas a trav¨¦s del despacho Juris Magister, dirigido por Vicente Luis Agramunt Siurana y dedicado a la realizaci¨®n de operaciones inmobiliarias en Miami a trav¨¦s del grupo inmobiliario Fortune".
Seg¨²n el citado informe, que est¨¢ en poder de la justicia estadounidense, "los fondos para la realizaci¨®n de dichas inversiones provienen de las entradas de dinero en la cuenta que la sociedad Hilgar posee en una sucursal de Miami" de Bancaja, "dirigida por Guillermo Mart¨ªnez Lluch". La firma Hilgar pertenece a Correa y es un grupo que participa, a su vez, en una decena de sociedades ubicadas en Florida (EE UU).
Siempre seg¨²n el citado informe, el dinero cosechado con las inversiones inmobiliarias "era enviado despu¨¦s a una cuenta que la compa?¨ªa Chelmi Ltd., administrada por Caruso y residenciada en las Islas Caim¨¢n, tiene en la sociedad Merrill Lynch en un banco de la rep¨²blica de Singapur". Los investigadores de G¨¹rtel est¨¢n convencidos de que Caruso es el "asesor financiero y persona de confianza de Francisco Correa y [su lugarteniente en la trama] Pablo Crespo", y que se trata de la persona que "cre¨®, gestion¨® y administr¨® la estructura societaria en las Islas Caim¨¢n y los fondos de las sociedades a trav¨¦s de las posiciones que dichas compa?¨ªas tienen en la entidad financiera Merrill Lynch", donde Caruso desarroll¨® su actividad hasta hace unos meses, cuando fue fichado por Morgan Stanley. En el citado informe, los investigadores de G¨¹rtel "consideran crucial" interrogar a Caruso "para determinar el destino de parte de los fondos de la organizaci¨®n [de Correa] generados por operaciones delictivas en Espa?a, as¨ª como el dinero ya blanqueado en operaciones inmobiliarias de car¨¢cter especulativo desarrolladas en los Estados Unidos de Am¨¦rica". En Morgan Stanley, ignorantes de los supuestos chanchullos de Correa y Caruso, existe preocupaci¨®n por las consecuencias de la investigaci¨®n a la que est¨¢ sometido Caruso y la posible ilicitud de los fondos de Correa. Merrill Lynch fue adquirida el a?o pasado por el Bank of America a un precio de 44.000 millones de d¨®lares. No obstante, Caruso ha recalado finalmente, con su cartera de clientes, en Morgan Stanley. En concreto, ahora trabaja para la divisi¨®n internacional de banca privada de esta firma, denominada Wealth Management, ubicada en la calle 399 de Park Avenue. Fuentes cercanas a Morgan Stanley se?alan que la preocupaci¨®n viene dada porque esta entidad tiene como principio b¨¢sico "no gestionar u ocultar dinero de procedencia il¨ªcita y menos aun de un pa¨ªs democr¨¢tico como Espa?a".
El nombre de Randall Caruso aparece mencionado en las grabaciones efectuadas a los cabecillas de la G¨¹rtel tras ser encarcelados por el juez Garz¨®n en febrero de 2009. En esas grabaciones, que fueron anuladas por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el ex secretario de Organizaci¨®n del PP de Galicia, Pablo Crespo, n¨²mero dos de Correa, da instrucciones a abogados desde la prisi¨®n de Soto del Real para recuperar y esconder fondos que la organizaci¨®n tiene en el extranjero.
Esas conversaciones revelan que la esposa de Crespo actu¨® de "intermediaria" con personas de la organizaci¨®n "para recibir o transmitir mensajes de su marido". Y que, entre otras personas, se puso en contacto con Caruso. En una de las llamadas interceptadas, se?ala que ha utilizado el m¨®vil del novio de su hija para telefonear a Caruso.
El juez Pedreira tiene imputadas en Estados Unidos a otras cuatro personas aparte de Caruso: entre ellas, Ana Karlota Figueroa, persona de confianza de la red en Miami, donde Correa invirti¨® en pisos de lujo frente al mar. Otro de los investigados es el espa?ol Guillermo Mart¨ªnez, director en Miami de Bancaja.
21 millones en Suiza
Hacienda calcula que el cabecilla de la red G¨¹rtel, Francisco Correa, amas¨® dinero y bienes tasados en 85 millones de euros. En Miami (EE UU) y Espa?a tiene numerosos inmuebles a nombre de terceros que son suyos.
A los 30 millones que la investigaci¨®n de G¨¹rtel le busca en Estados Unidos y las Islas Caim¨¢n, se unen los 21 millones que ya le han sido localizados, y bloqueados, en Suiza. Todo este dinero procede del dinero que logr¨® la red gracias a negocios basados en intermediaci¨®n y sobornos a pol¨ªticos del PP de Madrid, Valencia, Castilla-La Mancha y cuatro grandes municipios madrile?os a cuyos ya ex alcaldes dio comisiones.
El juez instructor del caso G¨¹rtel, Antonio Pedreira, ha remitido m¨¢s de una decena de comisiones rogatorias al extranjero en busca del dinero il¨ªcito. Aparte de en Estados Unidos, se le busca dinero en Portugal, Colombia, Panam¨¢ y Reino Unido.
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