La guerra de dep¨®sitos puede costar hasta 7.000 millones al sector, seg¨²n el BBVA
David Vegara piensa que la exigencia de capital encarecer¨¢ los cr¨¦ditos
El Banco de Espa?a ya lanz¨® el mes pasado su advertencia sobre que la guerra de los dep¨®sitos en la que ha entrado la banca deber¨ªa ir acompa?ada de una reducci¨®n de costes. La carrera por captar el ahorro de los clientes ha llevado a bancos y cajas a ofrecer desde el 4% al 4,75% a un a?o, m¨¢s del doble que el 1,85% que ofrecen las Letras del Tesoro. Ayer fue el consejero delegado del BBVA, ?ngel Cano, quien advirti¨® de que esta batalla comercial por el pasivo "podr¨ªa tener un impacto en margen financiero del sistema de 2.000 millones hasta comienzos de a?o". Y, como la situaci¨®n ha seguido durante todo 2010, "podr¨ªa alcanzar los 7.000 millones". "Aunque si rebajamos este c¨¢lculo, por prudencia, en un 20%, nos quedar¨ªamos en que afectar¨ªa en 5.000 millones a las entidades", calcul¨® durante su intervenci¨®n en el X Encuentro Financiero Internacional Caja Madrid 2010.
Caruana cree que el tama?o ser¨¢ clave para definir a las entidades sist¨¦micas
No es la ¨²nica voz del sector que ha encendido las alarmas. Alfredo S¨¢enz, n¨²mero dos del Santander, calific¨® esta guerra hace unos d¨ªas de "desquiciante" y hay quien cree que acelerar¨¢ las fusiones.
El presidente de Deloitte Espa?a, Fernando Ruiz, tambi¨¦n llam¨® la atenci¨®n sobre las pol¨ªticas comerciales y, aunque no se refiri¨® al tema de forma directa, recalc¨® que a partir de ahora "ya no se debe gestionar pensando en el crecimiento, sino en el margen".
El trabajo del Foro de Estabilidad Financiera, que debe finalizar antes de finales de a?o la definici¨®n de lo que es una entidad sist¨¦mica -la que puede hacer temblar al conjunto del sistema y que, por tanto, debe estar sujeta a requisitos m¨¢s estrictos de capital y a una vigilancia m¨¢s rigurosa- tambi¨¦n plane¨® por el encuentro. Cano, que est¨¢ en una entidad que se considerar¨¢ sist¨¦mica, defendi¨® que el "tama?o" de una entidad "no debe ser la ¨²nica medida a tener en cuenta" en su aportaci¨®n al riesgo global del sistema. Cree que "tambi¨¦n son muy importantes" otros factores como la complejidad, la interconexi¨®n del modelo de negocio o la supervisi¨®n que rige en el pa¨ªs.
Jaime Caruana, director gerente del Banco de Pagos Internacionales de Basilea, que re¨²ne a los supervisores de los principales pa¨ªses del mundo, discrep¨® de Cano. Insisti¨® en que "el tama?o es una condici¨®n relevante y es dif¨ªcil que deje de serlo. Es verdad que algunas entidades son multilocales", en velada alusi¨®n al BBVA y al Santander, "y eso es positivo porque generan menos riesgo sist¨¦mico, pero solo faltan los detalles que se exigir¨¢n a las entidades de gran tama?o. Es cuesti¨®n de determinar el tipo de capital que se pedir¨¢ y la capacidad de absorci¨®n de p¨¦rdidas que debe tener". David Vegara, ex secretario de Estado de Econom¨ªa y actual director asistente para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), reconoci¨® que las mayores exigencias de capital a la banca podr¨ªan "suponer encarecer los cr¨¦ditos, es decir, que las entidades recuperen el mayor coste v¨ªa precios, aplicados a sus clientes".
Tambi¨¦n consider¨® que podr¨ªan reducir sus dividendos para incrementar su capital o, como se teme, aminorar los vol¨²menes de pr¨¦stamos que conceden. El ex n¨²mero dos del que fuera ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, se mostr¨® partidario de las nuevas exigencias de capital porque, dijo, "a m¨¢s capital, menos riesgo de que haya crisis y menor destrucci¨®n de puestos de trabajo si volviera a estallar una situaci¨®n semejante a la actual".
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