Una ambiciosa indagaci¨®n
El anuncio de Bruselas que se propone investigar si el buscador de Google altera los resultados para perjudicar a algunas compa?¨ªas de la competencia es de una tremenda ambici¨®n.
De entrada, como ya sucedi¨® con Intel, Microsoft o Apple, supone pedir cuentas a un gigante estadounidense, algo que siempre incomoda a las autoridades de aquel pa¨ªs que lo ven como una intrusi¨®n en compa?¨ªas dom¨¦sticas. Precisamente, en anteriores casos, algunos de los denunciantes llamaron a la puerta de Europa convencidos de que las autoridades estadounidenses no habr¨ªan puesto todo el empe?o en aclarar el fundamento de las denuncias. Con todo, Estados Unidos no ignora esta pol¨¦mica sobre Google y las autoridades reguladoras de Tejas tambi¨¦n investigan las pr¨¢cticas del buscador.
Google tiene una cuota de mercado en Europa del 80%, superior a la que disfruta en Estados Unidos (66%). Hay, pues, una raz¨®n objetiva para abrir la indagaci¨®n. Bruselas ya ha aclarado preventivamente que la apertura de esta carpeta no supone anticipar ninguna conclusi¨®n sobre la conducta de Google.
La investigaci¨®n que se propone realizar es t¨¦cnicamente compleja. Al margen de estudiar los contratos publicitarios que hace firmar a sus clientes, conocer si el buscador altera la jerarqu¨ªa de resultados -gratuitos o de pago- para penalizar a sitios competidores es complicado. Los algoritmos de Google son secretos. Una opacidad que permitir¨ªa a Google manejarlos fraudulentamente, ni que fuera manualmente, pero cuyo conocimiento en sus m¨¢s m¨ªnimos detalles obligar¨ªa a cambiarlos porque, si no, facilitar¨ªa a los responsables de las webs un apetecible cat¨¢logo de trucos para mejorar su posici¨®n en la lista de resultados, donde es vital aparecer en la primera p¨¢gina ya que muchos internautas jam¨¢s visitan la segunda. Se sabe, por ejemplo, que uno de los criterios del buscador para jerarquizar los resultados y evaluar un sitio consiste en valorar el n¨²mero de enlaces y su calidad (que sean de sitios notorios en Internet) que dirigen al mismo. M¨¢s dif¨ªcil es saber las matem¨¢ticas exactas de este sistema de puntuaci¨®n clasificatoria.
Ser¨ªa un grave error de Google que hubiera ca¨ªdo en esta manipulaci¨®n porque el coraz¨®n de su negocio se basa en la neutralidad de los resultados. Es lo que los hace fiables. Y es totalmente l¨ªcito investigarlo si hay compa?¨ªas que lo sospechan. Que algunas de estas empresas denunciantes est¨¦n en la ¨®rbita de Microsoft no a?ade malicia a la denuncia. Tambi¨¦n la compa?¨ªa de Bill Gates fue investigada a impulso de las denuncias de compa?¨ªas contrincantes.
A medida que Google se hace inmenso debe aumentar la dotaci¨®n de su equipo de abogados. Algunos proyectos como Buzz ya le han costado indemnizaciones millonarias por temas de privacidad y, en otro orden de cosas, tiene un pleito abierto por Oracle por supuestas violaciones de patentes en la plataforma para m¨®viles Android.
La investigaci¨®n de Bruselas no es previsible que se concluya r¨¢pidamente. Habr¨¢ que seguirla atentamente.
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