Subidos a la monta?a rusa
La eurozona es una monta?a rusa. Como en esa angustiosa atracci¨®n infantil, el mercado de las deudas soberanas sube y baja s¨²bitamente. Cuando parece encauzarse un problema, surge el siguiente.
?Por qu¨¦? Porque se est¨¢n haciendo dos tipos de tareas a la vez. Como en la rehabilitaci¨®n de edificios, hay que mantener el suministro de agua a los vecinos, mientras se cambian o recrean las tuber¨ªas, para asegurar el futuro. Hay que suturar los escapes que perjudican a los pa¨ªses atacados (Grecia, Irlanda), al mismo tiempo que se crean y perfeccionan los mecanismos para ellos y para cualquier afectado en el futuro.
Hasta que todas las piezas de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria est¨¦n colocadas, deberemos acostumbrarnos a los vaivenes de la peligrosa atracci¨®n.
Las turbulencias llegan porque se afrontan las crisis y al mismo tiempo se crean los mecanismos
El paquete griego / posgriego de mayo inclu¨ªa tres elementos: la ayuda a Grecia (110.000 millones), la creaci¨®n de un fondo de rescate temporal de hasta 750.000 millones (por tres a?os) y la compra masiva de bonos de pa¨ªses debilitados, por el Banco Central Europeo (BCE). Pero los mercados de bonos cayeron en dr¨¢sticos vaivenes. Hasta que un cuarto conejo sali¨® de la chistera del Consejo Europeo -la publicaci¨®n, el 23 de julio, de las pruebas de resistencia a la banca- y los estabiliz¨®.
Con el paquete irland¨¦s / posirland¨¦s aprobado el domingo parece ocurrir algo parecido. Cada uno de los cuatro pilares (ayuda, Fondo, BCE y, lateralmente, pruebas de resistencia) encierra mucho inter¨¦s. De cada uno se espera mucho. Ve¨¢moslos.
- La ayuda. La ayuda concreta a Irlanda, de 85.000 millones, exhibe dos sugestivas variantes de calendario: Dubl¨ªn recibir¨¢ los pr¨¦stamos a lo largo de siete a?os y medio, en vez de en un m¨¢ximo de tres. Y se le permite retrasar un a?o, hasta 2015 (?en vez de la norma general de 2013!) su vuelta a un d¨¦ficit ortodoxo del 3% del PIB. Si esta flexibilidad se hubiera aplicado con car¨¢cter m¨¢s global, los europeos se habr¨ªan ahorrado bastantes sufrimientos y alguna huelga general.
- El Fondo. Del Fondo de rescate temporal se ha aireado que se aumentar¨¢ su ya amplia dotaci¨®n sin otro l¨ªmite que lo que sea necesario. Y en el dise?o del posterior Fondo de rescate permanente se ha arreglado la metedura de pata de Angela Merkel pidiendo que los tenedores privados de bonos pechen con una cuotaparte en toda operaci¨®n de salvamento, lo que revent¨® la calma de los mercados y provoc¨® el miedo y el contagio.
Se ha modulado esa propuesta de forma que la contribuci¨®n privada: a) no ser¨¢ requisito previo para dispensar la ayuda p¨²blica; b) podr¨¢ exigirse, pero no obligatoriamente; c) se estudiar¨¢ caso por caso; d) se modular¨¢ de forma transparente la asunci¨®n del riesgo, de modo que en los contratos se establecer¨¢ un umbral hasta donde pueda llegar la quita o merma del valor del bono en una eventual suspensi¨®n de pagos / bancarrota / reestructuraci¨®n de deuda de un Estado miembro; e) ser¨¢ "excepcional", pues lo normal ser¨¢ que la ayuda p¨²blica baste para reanimar al enfermo, y f) a cambio, el sector p¨²blico (Gobiernos, UE, FMI) tendr¨¢ preferencia de recobro.
Pero, atenci¨®n. Ese es un trato (interesadamente) generoso hacia las finanzas privadas: interesado porque evita m¨¢s turbulencias en el mercado, como quer¨ªan Fr¨¢ncfort, Espa?a, y los dem¨¢s perif¨¦ricos. Pero queda pendiente el d¨¦ficit moral al que apel¨® Merkel, renegando de que los salvamentos se nutran solo de los contribuyentes, y de que los financieros e inversores se lucren sin riesgo, al no pas¨¢rseles parte de la factura. Veremos si ese trato favorable se compensar¨¢ con la resurrecci¨®n del impuesto especial a la banca o a las transacciones (la vieja idea de la tasa Tobin), que propusieron franceses y alemanes la pasada primavera.
- Compra de bonos. Los francfurt¨®logos concluyen que el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha anticipado que el Consejo del banco decidir¨¢ hoy ampliar su limitado programa de compra de bonos soberanos (lanzado en mayo tras algunas dudas p¨²blicas que desestabilizaron la eurozona), al recordar que "el programa sigue en pie". De hecho, los mercados esperan con ansiedad un anuncio contundente, que salve el drama actual. Algunos lo han pedido con nitidez. "Si el BCE hiciera solo la tercera parte del esfuerzo en compra de deuda p¨²blica que la Reserva Federal, para casi el doble de ciudadanos y m¨¢s PIB, la especulaci¨®n acababa", reclam¨® Felipe Gonz¨¢lez. [Un tercio del ¨²ltimo programa de inyecci¨®n de liquidez de la Fed, que ascendi¨® a 425.000 millones de euros, equivale a 140.000 millones largos]
Pero los patriarcas de las orillas del Main no son un¨¢nimes. Uno de los halcones, Axel Weber (Bundesbank) aire¨® hace semanas (con esc¨¢ndalo por romper las reglas internas) que era contrario a ese programa; que hab¨ªa votado en su contra; y que hab¨ªa que cancelarlo ya: por heterodoxo, porque atesorar tanto bono debilita la independencia del banco y porque Weber defiende una interpretaci¨®n inflexible de sus estatutos, la que los limita a la lucha contra la inflaci¨®n. ?Duelo de titanes a la vista?
- Las pruebas de resistencia. Las segundas pruebas se publicaron en julio contra la voluntad de Berl¨ªn y por insistencia espa?ola, como instrumento para recuperar la confianza en la banca espa?ola (y otras). Pero el desastre irland¨¦s ha revelado que la banca local celta era un circo, contra el certificado de buena conducta obtenido en las pruebas. Aunque Bruselas ha prometido mayor rigor, la culpa del fiasco es de los bancos centrales, a trav¨¦s del Comit¨¦ de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS). Deber¨ªan entonar alg¨²n mea culpa.
La historia de esta monta?a rusa deber¨ªa acabar bien. Solo terminar¨¢ en desastre en el improbable caso de que su estructura met¨¢lica se venga abajo (improbable, pues a ninguno de los grandes poderes le interesa); o en el m¨¢s posible de que a alguno de los viajeros le agarre en una curva un s¨ªncope mortal.
Pero el nuevo sistema de tuber¨ªas solo culminar¨¢ cuando exista un Tesoro que emita deuda p¨²blica en Europa. Primero como complemento a las locales, regionales y estatales. Despu¨¦s, al comp¨¢s de la uniformizaci¨®n presupuestaria, tambi¨¦n en buena parte reemplaz¨¢ndolas. De eso, hasta hoy solo hablan los ut¨®picos. Mejor dicho, los clarividentes.
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