El BCE intensifica la compra de deuda y lanza un serio aviso a los mercados
El Banco Central Europeo prorroga la 'barra libre' de liquidez para la banca - Las Bolsas y el euro responden con ganancias tras un susto moment¨¢neo
El Banco Central Europeo (BCE) reactiv¨® ayer la compra de deuda p¨²blica para aliviar las penurias de la eurozona, aunque en p¨²blico jug¨® al rat¨®n y al gato con los mercados, en una jornada trepidante que al final se sald¨® con buenas noticias en lo relativo a la interminable crisis del euro. El BCE dio tambi¨¦n un paso atr¨¢s en la retirada anunciada de las medidas extraordinarias de liquidez al sector bancario, una bocanada de aire fresco adicional que implica mantener hasta mediados de 2011 la barra libre de dinero para la banca, metida a¨²n en serios problemas. Y lo m¨¢s importante: el Eurobanco lanz¨® una seria advertencia a los mercados -"algunos infravaloran la determinaci¨®n de la eurozona para mantener su estabilidad", dijo su presidente Jean-Claude Trichet como aviso a navegantes-, que se vieron obligados a rebajar sus apuestas contra el euro.
Las adquisiciones se han centrado en la deuda irlandesa y portuguesa
Los mensajes de la autoridad monetaria han calmado a los mercados
Trichet asust¨® a las Bolsas al no hablar inicialmente de la compra de bonos
Mientras tanto, el BCE aceleraba la toma de t¨ªtulos en el mercado
Tras un susto moment¨¢neo al ver que Trichet no anunciaba solemnemente grandes planes de compra de deuda, las Bolsas subieron con fuerza y que las primas de riesgo de los pa¨ªses m¨¢s atacados -el tipo de inter¨¦s extra que se exige a sus bonos por la incertidumbre que los inversores asocian a varios pa¨ªses, entre ellos a Espa?a- se relajaron. El diferencial espa?ol con la deuda alemana se redujo a unos 225 puntos b¨¢sicos (2,25 puntos porcentuales), el Ibex 35 avanz¨® un 2,78% y la moneda europea se revaloriz¨® frente al d¨®lar. La en¨¦sima crisis del euro est¨¢ bajo control. Al menos por el momento.
Europa rescat¨® a Grecia en enero y acaba de hacer lo mismo con Irlanda. Los inversores, por diferentes razones -un d¨¦ficit desbocado y en parte oculto en Grecia; una crisis bancaria que ha acabado abriendo un boquete en las cuentas p¨²blicas en Irlanda-, sometieron a esos dos pa¨ªses a una gran presi¨®n ante el riesgo de que no puedan pagar sus deudas. Ese temor se ha contagiado a varios Estados: Portugal y Espa?a son los siguientes de la lista, e Italia y B¨¦lgica vienen inmediatamente detr¨¢s.
Los mercados no han dejado de atacar a pesar de que en mayo la UE y el FMI aprobaron un bazuca de 750.000 millones de euros para asegurar que ning¨²n pa¨ªs va a caer. Ante la presi¨®n de los inversores, el BCE sac¨® ayer la caballer¨ªa al rescate para espantar a los especuladores, a la espera de las medidas adicionales que debe tomar el Eurogrupo en apenas dos semanas para apuntalar las costuras de la zona euro, sumida en una crisis fiscal de grandes proporciones desde hace casi un a?o.
La eurozona consigue as¨ª salir viva del pen¨²ltimo ataque al coraz¨®n del euro agarr¨¢ndose a su banquero central, que emerge como una de las figuras de la crisis: Trichet respondi¨® a las preguntas de un periodista sobre si el BCE ha vuelto a activar la compra de bonos con media sonrisa y un lac¨®nico "no comment" (la versi¨®n anglosajona del "hoy no toca"), mientras sus operadores se hinchaban a adquirir deuda irlandesa y portuguesa. Dec¨ªa una cosa en p¨²blico y hac¨ªa lo contrario entre bambalinas: "Movimientos t¨¢cticos", describi¨® Julian Callow, de Barclays.
Trichet consigui¨® ahuyentar varios fantasmas, al menos por el momento. Siempre por el momento: Espa?a ha anunciado nuevas medidas adicionales ante los potenciales problemas y Portugal se enfrenta a un calendario de vencimientos de deuda muy peligroso en el primer trimestre del a?o pr¨®ximo. Hasta esas fechas, los mercados aceptan una tregua. Pero no han dicho a¨²n su ¨²ltima palabra.
La estrategia funcion¨®: Trichet se limit¨® a decir que la compra de bonos "sigue en marcha", pese a que ha comprado apenas 67.000 millones desde mayo, frente a los centenares de miles de millones gastados por la Reserva Federal estadounidense. En lugar de sacar la artiller¨ªa -se esperaba un anuncio expl¨ªcito y contundente, y la decepci¨®n inicial se dej¨® notar bruscamente en los mercados-, opt¨® por una ambig¨¹edad calculada, insistiendo incluso en la importancia de drenar la liquidez adicional que la compra de bonos genera. Pero Trichet callaba en p¨²blico la operaci¨®n que ya estaba en marcha.
Cuando la jugada sali¨® a la luz y los mercados entendieron que la falta de una declaraci¨®n solemne no equival¨ªa la inacci¨®n, los tipos de inter¨¦s de la deuda de los pa¨ªses m¨¢s atacados empezaron a bajar, en casos como el portugu¨¦s de manera formidable. Varias fuentes del mercado confirmaron que el BCE, incluso durante la rueda de prensa posterior al consejo de gobierno -que dej¨® los tipos de inter¨¦s en el 1% por 19? mes consecutivo-, lleva dos d¨ªas comprando bonos irlandeses, portugueses y griegos (pero no espa?oles, seg¨²n varios operadores). Eso puede provocar graves p¨¦rdidas a los inversores m¨¢s especulativos, que empiezan a mirar a Trichet por el retrovisor.
"Todos sabemos que hay quienes invierten en posiciones largas [o sea, al alza] y otros que apuestan en corto [es decir, a la baja, terreno favorito de los especuladores m¨¢s agresivos]; a esos inversores yo les dir¨ªa que en sus an¨¢lisis tengan en cuenta todos los elementos, tambi¨¦n el compromiso por la estabilidad del euro de los Gobiernos", se?al¨®. Y despu¨¦s les advirti¨® "que no subestimen la determinaci¨®n de la zona euro para asegurar la estabilidad del euro". Trichet ha repetido esa frase dos veces en apenas 30 horas, y el viento ha cambiado en los mercados de deuda. Por si quedaba alguna duda, Trichet tambi¨¦n record¨® que nunca ha dicho que el programa de compra de deuda tenga "ning¨²n l¨ªmite". Pero todo eso lo hizo con calma, sin aparentar una actuaci¨®n de emergencia ante una situaci¨®n l¨ªmite, sino todo lo contrario, con naturalidad, casi poniendo sordina a la decisiva actuaci¨®n del BCE.
Y sin embargo queda crisis para rato. El Tesoro espa?ol sali¨® airoso de una emisi¨®n de bonos a tres a?os, en la que se demostr¨® que la deuda espa?ola sigue teniendo tir¨®n, aunque a costa de pagar altos intereses.
El BCE se reserva munici¨®n por si las cosas vuelven a ponerse feas, pero la pelota est¨¢ ahora en el tejado de Alemania y Francia. Alemania desat¨® la ¨²ltima r¨¦plica del terremoto de la crisis cuando avanz¨® que el sector privado deber¨¢ asumir parte de las p¨¦rdidas en las operaciones de salvamento. A mediados de diciembre, el Eurogrupo decidir¨¢ la arquitectura definitiva del fondo europeo de ayudas a los pa¨ªses con problemas, que tantas dudas ha generado. Y Alemania insiste en que sus puntos de vista -que los inversores paguen por los riesgos adquiridos cuando las cosas se tuerzan-salgan adelante. Eso s¨ª, "hay un convencimiento absoluto de que en ning¨²n caso habr¨¢ ruptura del euro", asegur¨® ayer a un grupo de periodistas Ralph Brinkhaus, parlamentario del CDU, el partido de la canciller Angela Merkel. Alemania debe ahora convencer de eso a los mercados; pero mientras, quien les mete en cintura es Trichet.
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